Qué santo se celebra este 14 de enero; así fue su vida

Cada una de las personas reconocidas como santos o beatos tienen asignada una fecha en el calendario para ser conmemorados

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Majestuosidad de santos católicos en
Majestuosidad de santos católicos en el arte barroco de vidrieras en catedrales. Todos los días hay una celebración onomástica. (Imagen ilustrativa Infobae)

Buenas acciones, sacrificios mortales e incluso sucesos inexplicables surgidos por una aparente divinidad, son las razones por las que diferentes individuos fueron beatificados y canonizados por el Vaticano para llevar consigo el nombre de santo.

Todos los días, como se indica en el calendario santoral, se conmemora la vida y muerte de estos seres, hombres y mujeres, que dedicaron su existencia a la iglesia católica misma que les valió el nombramiento.

Este es el santoral del martes 14 de enero.

Celebración del día: San Félix de Nola

En la ciudad de Nola, en la Campania (hoy Italia), san Félix, presbítero, el cual, según cuenta san Paulino, mientras arreciaba la persecución fue encarcelado y sometido a crueles sevicias. Restablecida la paz, pudo volver entre los suyos y vivió en la pobreza hasta una venerable ancianidad, como invicto confesor de la fe (s. III/IV).

Nació en Nola, cerca de Nápoles, viviendo en el Siglo III. Luego de la muerte de su padre, distribuyó casi todos sus bienes entre los pobres, y fue ordenado sacerdote por Máximo, Obispo de Nola. En el año 250, cuando se inició la persecución deciana, Máximo fue forzado a huir. Quienes ejercían la persecución capturaron a Félix a quien cruelmente azotaron, cargaron de cadenas y pusieron en prisión.

Una noche se aparece ante él un ángel y le propone ayudar a Máximo. Sus cadenas se soltaron y las puertas se abrieron. El santo pudo dar alivio al obispo, quien estaba sin poder hablar a causa del frío y el hambre. En una segunda ocasión, escapó de sus perseguidores de una manera milagrosa. Una araña tejió su red en la apertura de un agujero al que había sido arrastrado. De esa manera, los enemigos lo buscaron en otros lugares. La persecución cesó al año siguiente y Félix, quien había estado escondido en un pozo durante seis meses, regresó a sus deberes habituales.

A la muerte de Máximo, se quería que él fuera obispo, pero el santo convenció a la gente en cuanto a seleccionar a otra persona, un superior suyo en el sacerdocio. Félix rechazó volver a tener sus posesiones, las que habían sido confiscadas durante la persecución. Para su subsistencia rentó tres acres de tierra, la cual trabajaba con sus propias manos. Todo lo que quedaba, lo daba a los pobres, y si tenía dos abrigos, invariablemente, él daba el mejor de ellos.

Vivió hasta avanzada edad y murió el 14 de enero (día en el cual se le conmemora) sin embargo, el año de su muerte es incierto. Cinco iglesias fueron construidas en su honor, en las afueras de Nola, en donde son guardados sus restos. Existen también algunas de sus reliquias en Roma y Benevento. San Paulino, quién fue portero de una de esas iglesias, testificó sobre las numerosas peregrinaciones en honor a Félix.

Los poemas y cartas de Paulino sobre Félix, son la fuente de la cual San Gregorio de Tours, el Venerable Beda, y el padre Marcelo, escribieron las biografías (véase Paulino de Nola). Hay otro Félix de Nola, obispo y mártir bajo el Prefecto Marciano. Algunos autores lo consideran el mismo con el santo de este artículo.

Junto a este personaje hay otros santos y mártires a los que también se les celebra este martes 14 de enero como los siguientes:

San Eufrasio (s. VI)

San Potito

San Glicerio diácono y mártir

San Fermín de Gévaudan (s. V)

San Fulgencio obispo (s. VII)

Beato Pedro Donders (s. XIX)

Beato Odorico de Pordenone Mattiuzzi (s. XIV)

Beato Odón de Novara (s. XII)

Santa Nino (s. IV)

Diferencia entre beatos y santos

Una monja espera que llegue
Una monja espera que llegue el Papa Francisco para asistir a una misa por la beatificación del Papa Juan Pablo I en la Plaza de San Pedro en el Vaticano, el 4 de septiembre de 2022. (REUTERS/Remo Casilli)

El santoral es el conjunto de personas (mujeres y hombres) que son veneradas por la Iglesia al ser proclamados como santos o beatos en una fecha determinada en el calendario.

En el trayecto hacia la canonización hay cuatro pasos: el primero es ser nombrado como siervo de Dios, el segundo es ser venerable; el tercer paso es ser beato y, finalmente, el cuarto paso es ser santo.

La beatificación sólo la pueden lograr los fieles que hayan fallecido con fama de ser santos en diversos sitios y este proceso se puede llevar a cabo de dos formas: a través de una causa de virtudes heroicas y la segunda es el martirio, es decir, si la persona murió a causa de su fe.

Por otro lado, el proceso para convertirse en santo implica sumar el nombre de la persona santificada en el canon (lista de santos reconocidos) y con ello se permite que la comunidad creyente le rinda culto público y universal, en tanto, se le asigna una fiesta litúrgica, se le dedican altares, capillas y se reconoce su poder para interceder ante Dios.

Aunque la Iglesia no ha dado una cifra exacta, se cree que actualmente habría hasta nueve mil santos reconocidos. De acuerdo con el Martirologio Romano, actualizado en el 2005, la Iglesia Católica cuenta con al menos siete mil santos, aunque no se cuenta a los mártires, por lo que muchos piensan que incluso la cifra podría llegar a las 20 mil personas.

En la historia reciente, el Papa Juan Pablo II logró canonizar a 388 santos, mientras que el papa Francisco ha batido todos los récords luego de que al día de hoy ha canonizado a 898 santos, 800 de ellos al mismo tiempo.

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