Buenas acciones, sacrificios mortales e incluso sucesos inexplicables surgidos por una aparente divinidad, son las razones por las que diferentes individuos fueron beatificados y canonizados por el Vaticano para llevar consigo el nombre de santo.
Todos los días, como se indica en el calendario santoral, se conmemora la vida y muerte de estos seres, hombres y mujeres, que dedicaron su existencia a la iglesia católica misma que les valió el nombramiento.
Este es el santoral del jueves 9 de enero.
Festejo del día: Santa Lucrecia de Córdoba
En la ciudad de Córdoba, en la región hispánica de Andalucía, memoria de santa Lucrecia, virgen y mártir, bautizada por san Eulogio, presbítero y mártir.
Según el Martyrologium Usuardi aparece distinta de su homónima, compañera de S. Eulogio de Córdoba, celebrada en las “Kalendas Junii”, el 23 de Noviembre.
El Martyrologium Romanum dice que sufrió martirio en la persecución de Diocleciano, bajo “Daciano praeside”.
En otros tiempos fue muy venerada en la ciudad, donde tenía una basílica dedicada, según el autor de las “Vitas Sanctorum Patrum Emeritensium”, Doctor D. Aquilino Camacho.
No se ha identificado en la ciudad de Mérida la iglesia de la santa. Es posible que esté en el recinto de la alcazaba árabe. Para Moreno de Vargas es posible que fuera la ermita de la advocación de Nuestra Señora de Loreto, existente en su época.
Su devoción se extendió a la región de Bráccara, apareciendo en los censales de algunas parroquias. Su culto no se restablece después de la reconquista.
Junto a este personaje hay otros santos y mártires a los que también se les celebra este jueves 9 de enero como los siguientes:
San Adriano abad (s. VIII)
Beata María Teresa de Jesús Le Clerc (s. XVII)
Beata Julia de la Rena (s. XIV)
Beato Antonio Fatati (s. XV)
San Eustracio taumaturgo (s. IX)
San Felano (s. VIII)
San Marcelino obispo (s. VI)
San Honorato de Buzançais (s. XIII)
Santa Teresa Kim (s. XIX)
Cómo es el proceso para beatificar y canonizar
El santoral es el conjunto de personas (mujeres y hombres) que son veneradas por la Iglesia al ser proclamados como santos o beatos en una fecha determinada en el calendario.
En el trayecto hacia la canonización hay cuatro pasos: el primero es ser nombrado como siervo de Dios, el segundo es ser venerable; el tercer paso es ser beato y, finalmente, el cuarto paso es ser santo.
La beatificación sólo la pueden lograr los fieles que hayan fallecido con fama de ser santos en diversos sitios y este proceso se puede llevar a cabo de dos formas: a través de una causa de virtudes heroicas y la segunda es el martirio, es decir, si la persona murió a causa de su fe.
Por otro lado, el proceso para convertirse en santo implica sumar el nombre de la persona santificada en el canon (lista de santos reconocidos) y con ello se permite que la comunidad creyente le rinda culto público y universal, en tanto, se le asigna una fiesta litúrgica, se le dedican altares, capillas y se reconoce su poder para interceder ante Dios.
Aunque la Iglesia no ha dado una cifra exacta, se cree que actualmente habría hasta nueve mil santos reconocidos. De acuerdo con el Martirologio Romano, actualizado en el 2005, la Iglesia Católica cuenta con al menos siete mil santos, aunque no se cuenta a los mártires, por lo que muchos piensan que incluso la cifra podría llegar a las 20 mil personas.
En la historia reciente, el Papa Juan Pablo II logró canonizar a 388 santos, mientras que el papa Francisco ha batido todos los récords luego de que al día de hoy ha canonizado a 898 santos, 800 de ellos al mismo tiempo.