Santoral del 3 de enero: quién fue Santa Estefanía Quinzani y por qué se le celebra hoy

La lista los santos y mártires para que sepas a quiénes debes felicitar en un día como hoy

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Majestuosidad de santos católicos en
Majestuosidad de santos católicos en el arte barroco de vidrieras en catedrales. Todos los días hay una celebración onomástica (Imagen Ilustrativa Infobae)

Buenas acciones, sacrificios mortales e incluso sucesos inexplicables surgidos por una aparente divinidad, son las razones por las que diferentes individuos fueron beatificados y canonizados por el Vaticano para llevar consigo el nombre de santo.

Todos los días, marcados en el calendario, se conmemora la vida y muerte de estos seres, hombres y mujeres, que dedicaron su existencia a la iglesia católica misma que les valió el nombramiento.

Este es el santoral del viernes 3 de enero.

Festejo del día: Santa Estefanía Quinzani

Santa Estefanía Quinzani, virgen, nació el 7 de septiembre de 1457 en Orzinuovi cerca de Brescia (Italia). Hija de campesinos se dedicó con sus padres al cultivo de los campos. Ya desde niña hizo el voto de virginidad y llevada por este deseo de perfección entró en la Orden seglar a los quince años. Después de vivir varios años en Crema, se estableció en Soncino (Cremona) donde fundó y dirigió un floreciente monasterio de religiosas dominicas dedicadas a la educación de las jóvenes. La vida espiritual de la beata Estefanía, dominada por la contemplación de la pasión de Cristo, entra de lleno en la genuina tradición dominicana que indica como camino para realizar la conformación espiritual con Cristo crucificado esta ardiente contemplación de sus dolores.

Este fervor de la beata Estefanía se manifestó con fenómenos extraordinarios: éxtasis, llagas, dolores agudísimos. Durante cuarenta años tuvo una gran aridez de espíritu, soportando con fortaleza dudas y tentaciones y la sensación de privación del amor divino y de la devoción. Trabajó con gran afán al servicio de los pobres y de la paz. Almas santas amigas acudieron a su consejo atraídas por el mismo amor a Cristo crucificado entre otras santa Ángela Merici, el beato Mateo Carreri y la beata Hosanna de Mantua. Murió en Soncino y sus reliquias, salvo su cabeza, se veneran desde 1748 en la iglesia de S. Liborio en Colorno (Parma). Su culto inmemorial fue confirmado por Benedicto XIV el día 14 de diciembre de 1740.

Junto a este personaje hay otros santos y mártires a los que también se les celebra este viernes 3 de enero como los siguientes:

Beato Ciriaco Elías Chevara (s. XIX)

San Daniel diácono y mártir (s. IV)

San Florencio obispo (s. IV)

San Teógeno mártir (s. IV)

San Gordio (s. IV)

San Luciano (s. X)

San Teopempo (s. IV)

San Teonas (s. IV)

La canonización

El Papa Francisco asiste a
El Papa Francisco asiste a una misa por la beatificación del Papa Juan Pablo I en la Plaza de San Pedro en el Vaticano, el 4 de septiembre de 2022. (REUTERS/Remo Casilli/Vatican Media)

La Iglesia Católica y ortodoxa usan la canonización para declarar como santo a una persona ya fallecida, lo que implica incluir su nombre en el canon (lista de santos reconocidos) y el permiso de venerarla, reconociendo su poder ante Dios.

Durante el Cristianismo, las personas eran reconocidas como santas sin necesidad de un proceso formal; sin embargo, ello cambió en la Edad Media.

En el caso del catolicismo, la Iglesia debe hacer una investigación exhaustiva de la vida de la persona a santificar y existen cuatro formas de lograr el nombramiento: la vía de las virtudes heroicas; la vía del martirio; la de las causas excepcionales, confirmadas por un culto antiguo y fuentes escritas; y la del ofrecimiento de la vida.

Además, es requisito indispensable que haya hecho al menos dos milagros (o uno en el caso de ser mártir). La canonización se hace en una solemne declaración papal y se le asigna un día de fiesta para la veneración litúrgica.

No hay un periodo establecido para realizar la canonización de un personaje, pues incluso hay casos como el de San Pedro Damián que fue canonizado hasta 756 años después de su muerte o, por el contrario, el caso de San Antonio de Padua que fue nombrado hasta 352 días después de su deceso.

La última canonización tuvo lugar en octubre de 2019, cuando el Papa declaró santos al cardenal John Henry Newman y a la hermana Dulce, de Brasil.

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