Ante la actividad eruptiva del volcán de Fuego y los Colosos de Pacaya y Santiaguito, el Sistema de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) mantiene supervisión continua para comunicar a la ciudadanía sobre cualquier cambio en las medidas de seguridad ante una posible emergencia.
Este 19 de diciembre el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (INSIVUMEH) ha dado a conocer el más reciente boletín vulcanológico en el que notifica la situación de estos tres importantes volcanes de Guatemala.
Volcán de Fuego
Actividad: Se generan entre 6 a 8 explosiones de características de débiles a moderadas por hora, que elevan columnas de gases y ceniza a alturas de 4500 a 4700 msnm (14,763.78 a 15,419.95 pies), las cuales se desplazan hacia el oeste y suroeste a distancias de hasta 30 km. Las explosiones generan retumbos y ondas de choque débiles. El observatorio del volcán de Fuego (OVFGO) reporta el colapso y descenso de materiales volcánicos desde el contorno del cráter. Se prevé caída de ceniza sobre: Panimaché I, Panimaché II, Santa Sofia, Morelia, Palo Verde, Yepocapa y otros. En cuanto a la actividad explosiva, seguir las recomendaciones descritas en el boletín especial BEFGO-101-2024.
Volcán de Pacaya
Actividad: El Observatorio del Volcán de Pacaya reporta condiciones atmosféricas no favorables para observar la actividad en el cráter del cono Mackenney. Las estaciones de INSIVUMEH registran desgasificación débil de vapor de agua y otros gases magmáticos, los cuales el viento desplaza hacia el suroeste. No se ha observado incandescencia, ni se han escuchado explosiones ni retumbos.
Volcán de Santiaguito
Actividad: Se reporta actividad en el Domo Caliente del complejo volcánico Santa María-Santiaguito, caracterizada por desgasificación de coloración blanca a una altura de 500 metros sobre el nivel del cráter. Se generan explosiones débiles y moderadas que elevan columnas de gases y cenizas a alturas de 800 a 900 metros sobre el domo, que se desplazan por el viento hacia el oeste y suroeste. Por la noche, se observó incandescencia en el cráter. El Observatorio del Volcán Santiaguito (OVSAN) reporta el colapso y descenso de materiales volcánicos hacia el flanco sur y suroeste del domo. La actividad se mantiene en un nivel elevado, por lo que existe la posibilidad de que, debido a las explosiones o por efecto de la gravedad, parte del material acumulado colapse y genere flujos piroclásticos de largo alcance hacia el suroeste, sur y sureste.
Los volcanes más activos de Guatemala
Debido a su localización en el Cinturón de Fuego del Pacífico, los volcanes cubren gran parte de la geografía del país, lo que lo convierte en una de las áreas con mayor densidad de estas formaciones rocosas.
Aunque en Guatemala se han identificado al menos 324 estructuras de origen volcánico, el Instituto Geográfico Nacional (IGN) identifica únicamente 32 volcanes, mientras que la Federación Nacional de Andinismo dice que son 37. Los 287 restantes son denominados por el INSIVUMEH como “focos eruptivos”.
Sin embargo, independientemente de las discrepancias, en la actualidad son tres los volcanes que se encuentran activos y que son objeto de vigilancia de las autoridades guatemaltecas: el volcán de Fuego, de Pacaya y de Santiaguito.
El volcán más peligroso de Guatemala
Ubicado entre los departamentos de Sacatepéquez, Escuintla y Chimaltenango, el de Fuego es el estratovolcán más activo de Centroamérica y uno de los que tiene mayor relevancia a nivel mundial.
Con más de 3763 metros sobre el nivel del mar, este volcán ha registrado a lo largo de su historia diversas erupciones violentas, como la de 1932, cuando cubrió con ceniza a la ciudad de Antigua Guatemala y algunas partes de Honduras y El Salvador; la de 1974 cuando sus flujos piroclásticos destruyeron parte de la vegetación de los alrededores y escondió parcialmente las comunidades de San Pedro Yepocapa y Acatenango.
El 3 de junio de 2018 tuvo su mayor erupción en lo que va del nuevo milenio, con columnas de ceniza que alcanzaron los 10 mil metros de altura sobre el nivel del mar. Esta actividad dejó 300 personas muertas, 200 no localizadas y 600 lesionados; así como dos millones de ciudadanos damnificados.
El reporte de su última actividad fuerte fue el pasado 12 de diciembre de 2022, cuando el volcán entró en erupción dejando columnas de ceniza de 500 metros de altura y generando un flujo de lava de 800 metros, con caída de ceniza en comunidades de 45 kilómetros a la redonda.