El Volcán de Colima, también conocido como el Volcán de Fuego de Colima se mantiene en constante vigilancia por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN). El coloso registra los siguientes signos y posibilidades de actividad para el resto del día.
Pronóstico meteorológico en la zona del volcán
Cielo medio nublado, con visibilidad reducida hacia la zona del volcán, por lo que se dificultaría el observar en caso de evento de exhalación de vapor de agua, gas y/o ceniza, (Imagen 1, red de webcam). El volcán se encuentra en etapa de desgasificación pasiva.
Radiosondeo Atmosférico de Manzanillo Colima, 06:00 am hora local, del 04 de diciembre del 2024: En 5000 m: Viento del sur-suroeste de 41 km/h. Entre 5000 y 7000 m: Viento del suroeste de 27 km/h. Por arriba de 7000 m: Viento del sur-suroeste de 26 km/h.
Análisis del SMN
Hay presencia de ligera nubosidad, sobre la zona del volcán, por lo que se obstaculizaría la detección satelital en caso de alguna actividad, (Imagen 2). La estimación satelital de lluvia no presenta precipitación acumulada en la zona del volcán en las últimas tres horas, esto con corte a las 12:00 h de hoy, hora local (Imagen 3).
Trayectoria de las cenizas
En caso de alguna exhalación de ceniza volcánica, gas y/o vapor de agua, el pronóstico de trayectoria del modelo Hysplit (Hybrid Single-Particle Lagrangian Integrated Trajectory), ejecutado en la CONAGUA-CGSMN con una altura de posible emisión a 500 metros sobre el cono volcánico que está a 3,839 metros AMSL “sobre el nivel medio del mar” (2,745 metros AGL “sobre el nivel del suelo”), indica trayectorias hacia el este, al sureste y al sur, cambiando al suroeste y una al este-noreste (simulando exhalación cada siguiente hora, 6), a su paso por la zona noreste, centro-este, este, sureste del estado de Colima y zona sur y sur-sureste del estado de Jalisco, para las primeras 12 horas de pronóstico, (14:00 a las 02:00 hora local del día siguiente).
Posteriormente para las últimas 12 horas de pronóstico, (02:00 a las 14:00 hora local del día siguiente), las trayectorias continuarán sobre la zona sureste, centro, centro-este, sur y suroeste del estado de Colima; zona sur, sur-sureste y este-sureste del estado de Jalisco; zona noroeste del estado de Michoacán y sobre el Océano Pacífico. Dichas trayectorias pronostican la dirección principal de emisiones de la pluma de gas, vapor de agua y/o cenizas volcánicas, procedentes del Volcán de Fuego de Colima.
Más allá de un peligroso volcán
El Parque Nacional Volcán de Colima, ubicado en la frontera entre Jalisco y Colima, es célebre tanto como un Área Natural Protegida federal como por su extraordinario Complejo Volcánico, que incluye el Volcán de Fuego y el Nevado de Colima, abarcando un total de 6,554.75 hectáreas. Este espacio natural fue proclamado Parque Nacional el 5 de septiembre de 1936, por el presidente Lázaro Cárdenas y se caracteriza por su variado paisaje que va desde laderas con pinares y bosques de encinos hasta áreas semitropicales en sus niveles más bajos, hospedando una rica biodiversidad que lo posiciona como un invaluable museo natural de flora y fauna.
La normativa de protección para el Parque Nacional Volcán Nevado de Colima subraya su singularidad, la cual se debe a la diversidad de ecosistemas y especies que aloja, una riqueza derivada de su origen volcánico, la diversidad de su relieve, la elevación de sus picos, su separación de otras cadenas montañosas y su aproximación al Océano Pacífico; elementos que combinados, generan un hábitat único.
Aunque el Volcán de Colima es afamado por su alta actividad, es el Popocatépetl el que se cataloga como el más peligroso para las comunidades cercanas debido a su potencial destructivo. El Volcán de Colima se clasifica como un estratovolcán, compuesto por capas alternadas de lava endurecida, con una estructura geológica formada por rocas jurásicas, calizas del Cretácico, así como por rocas sedimentarias marinas y formaciones graníticas, estas últimas desde el Cretácico hasta el Cuaternario.
Gracias a su estatus de zona protegida, el parque da la oportunidad de realizar actividades recreativas como la observación del volcán desde puntos específicos, acampadas y senderismo, posibilitando a los visitantes disfrutar de su entorno natural y de la belleza del paisaje volcánico.