Ante la actividad eruptiva del volcán de Fuego y los Colosos de Pacaya y Santiaguito, el Sistema de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) mantiene vigilancia continua para dar a conocer a la sociedad sobre cualquier modificación en las medidas de resguardo ante una posible urgencia.
Este jueves 21 el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (INSIVUMEH) ha dado a conocer el más reciente boletín vulcanológico en el que informa la situación de estos tres importantes volcanes de Guatemala.
Volcán de Fuego
Actividad: Se registran explosiones débiles y moderadas que ocurren a un ritmo de 7 a 12 por hora, estas explosiones generan columnas de gas y ceniza con alturas de 4400 a 4800 msnm (14436 a 15,748 pies) las cuales se desplazan de 12 a 15 km en dirección suroeste, según modelo numérico WRF la dispersión se mantendrá al suroeste en el transcurso del día. Las explosiones producen avalanchas débiles y moderadas en el contorno del cráter y en dirección a las barrancas Ceniza, Seca, Las Lajas y Taniluya. También se reportan retumbos débiles con onda de choque débil. Por la noche y madrugada se observó pulso incandescente de 100 a 300 metros de altura. Se reporta caída de ceniza fina en las comunidades: Panimache I e II, Santa Sofía, Morelia y otros poblados cercanos.
Volcán de Pacaya
Actividad: Debido a las condiciones atmosféricas no es posible observar el complejo volcánico. Las estaciones sísmicas de INSIVUMEH registran eventos cortos de baja frecuencia debido al movimiento del magma y gases dentro del edificio volcánico, como también, debido a los periodos de desgasificación prolongados o abundantes en el cráter.
Volcán de Santiaguito
Actividad: Se observa desgasificación sobre el cráter que se dispersa al suroeste. Se registran explosiones débiles y moderadas expulsando columnas de gas y ceniza que alcanzan hasta 900 metros de altura sobre el cráter y se dispersan en dirección suroeste, según modelo numérico WRF la dispersión se mantendrá al suroeste durante el transcurso del día. Por la noche y madrugada se observó incandescencia en el cráter del domo caliente y en la parte alta del flujo de lava en dirección Oeste-Suroeste. Se registran avalanchas de bloques débiles, moderadas y algunas fuertes sobre el flujo de lava, en el flanco Sur y en el flanco sureste. Se reporta caída de ceniza fina en fincas cercanas al suroeste del domo Caliente. No se descarta la ocurrencia de flujos de bloques y ceniza de características moderadas a fuertes, como también posibles flujos piroclásticos de largo alcance en diferentes direcciones, por lo tanto, no se debe permanecer cerca ni dentro de los cauces de los ríos cercanos a las faldas del volcán.
Los volcanes más activos de Guatemala
Debido a su ubicación en el Cinturón de Fuego del Pacífico, los volcanes cubren gran parte de la geografía del país, lo que lo convierte en una de las zonas con mayor densidad de estas formaciones rocosas.
A pesar de que en Guatemala se han señalado al menos 324 estructuras de origen volcánico, el Instituto Geográfico Nacional (IGN) acepta únicamente 32 volcanes, mientras que la Federación Nacional de Andinismo dice que son 37. Los 287 restantes son llamados por el INSIVUMEH como “focos eruptivos”.
Sin embargo, independientemente de las discrepancias, en el presente son tres los volcanes que se encuentran activos y que son objeto de observación de las autoridades guatemaltecas: el volcán de Fuego, de Pacaya y de Santiaguito.
Las erupciones más fuertes del volcán de Fuego
Ubicado entre los departamentos de Sacatepéquez, Escuintla y Chimaltenango, el de Fuego es el estratovolcán más activo de Centroamérica y uno de los que tiene mayor relevancia a nivel mundial.
Con más de 3763 metros sobre el nivel del mar, este volcán ha registrado a lo largo de su historia diversas erupciones violentas, como la de 1932, cuando cubrió con ceniza a la ciudad de Antigua Guatemala y algunas partes de Honduras y El Salvador; la de 1974 cuando sus flujos piroclásticos devastaron parte de la vegetación de los alrededores y escondió parcialmente las comunidades de San Pedro Yepocapa y Acatenango.
El 3 de junio de 2018 tuvo su mayor erupción en lo que va del nuevo milenio, con columnas de ceniza que alcanzaron los 10 mil metros de altura sobre el nivel del mar. Esta actividad dejó 300 personas muertas, 200 desaparecidas y 600 heridos; así como dos millones de ciudadanos perjudicados.
El reporte de su última actividad fuerte fue el pasado 12 de diciembre de 2022, cuando el volcán entró en erupción dejando columnas de ceniza de 500 metros de altura y generando un flujo de lava de 800 metros, con caída de ceniza en localidades de 45 kilómetros a la redonda.