Explosiones y caída de ceniza: la actividad del volcán de Fuego en Guatemala hoy 18 de noviembre

El volcán de Fuego es el más activo de Centroamérica y ha experimentado erupciones violentas a lo largo de su historia

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Las autoridades de Guatemala mantienen constante vigilancia la actividad del volcán de Fuego. (Archivo Infobae)
Las autoridades de Guatemala mantienen constante vigilancia la actividad del volcán de Fuego. (Archivo Infobae)

Ante la actividad eruptiva del volcán de Fuego y los Colosos de Pacaya y Santiaguito, el Sistema de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) mantiene observación continua para avisar a la ciudadanía sobre cualquier variación en las medidas de protección ante una posible situación crítica.

Este lunes 18 el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (INSIVUMEH) ha dado a conocer el más reciente boletín vulcanológico en el que comunica la situación de estos tres importantes volcanes de Guatemala.

El Volcán de Fuego arroja lava fundida caliente y cenizas desde su cráter en Escuintla, Guatemala, el 19 de noviembre de 2018. (AP/Moisés Castillo)
El Volcán de Fuego arroja lava fundida caliente y cenizas desde su cráter en Escuintla, Guatemala, el 19 de noviembre de 2018. (AP/Moisés Castillo)

Volcán de Fuego

Actividad: El Observatorio del Volcán de Fuego reporta condiciones de nubosidad que impiden observar la actividad del volcán de Fuego. Tampoco se han escuchado las explosiones ni los retumbos que las acompañan, únicamente algunos sonidos débiles similares a máquina de locomotora por períodos de menos de 1 minuto de duración. En el registro instrumental, las explosiones siguen siendo de características débiles y ocurren a un ritmo de hasta 13 por hora. Debido a las lluvias de esta madrugada, descendió un lahar de características débiles a moderadas por la barranca El Jute. Se pronostica viento hacie el Este y Noreste, por lo que podría producirse la caída débil de partículas de ceniza sobre Alotenango, Ciudad Vieja, Antigua Guatemala y San Miguel Dueñas. Por la tarde y noche, las lluvias podrían provocar el descenso de lahares en diferentes barrancas del volcán.

Volcán de Pacaya

Actividad: El Observatorio del Volcán de Pacaya reporta condiciones de nubosidad que impiden observar la actividad en el cono Mackenney desde anoche. Durante los últimos meses ésta se ha manifestado únicamente como desgasificación de vapor de agua y otros gases magmáticos. No se ha observado incandescencia ni se han escuchado explosiones ni retumbos. Las estaciones sísmicas alrededor del volcán registran algunos eventos de desgasificación y colapsos o caídas de bloques hacia el interior del cráter.

Volcán de Santiaguito

Actividad: El Observatorio del Complejo Volcánico Santa María-Santiaguito reporta condiciones de nubosidad que impiden observar la actividad volcánica en el Domo Caliente, pudiéndose escuchar únicamente sonidos de explosiones débiles y de las avalanchas de bloques que las acompañan, las cuales descienden principalmente hacia el flanco oeste y suroeste. El apilamiento de este material piroclástico en dichos flancos forma un promontorio por encima del flujo de lava del año 2022 que ocupa los cauces de Zanjón Seco y San Isidro. En algunas cámaras web fue posible observar de forma ocasional la incandescencia en la cúpula del domo Caliente, así como desgasificación constante elevando columnas de vapor de agua a 300 metros de altura y mezclándose con las nubes. Se pronostica viento hacia el Este y Noreste, por lo que puede producirse caída débil de ceniza sobre las comunidades de Sana María de Jesús, Zunil y otros lugares aledaños. Por la tarde y noche, las lluvias podrían provocar el descenso de lahares en los cauces que descienden del domo Caliente. La actividad se mantiene en un nivel elevado por lo que se mantiene la posibilidad de que con las explosiones o bien por efecto de la gravedad, parte del material acumulado colapse y se generen flujos piroclásticos de largo alcance hacia el Suroeste, Sur y Sureste.

El vapor se eleva desde el volcán Fuego, visto desde San Juan Alotenango, en las afueras de la Ciudad de Guatemala. (Reuters/Luis Echeverría)
El vapor se eleva desde el volcán Fuego, visto desde San Juan Alotenango, en las afueras de la Ciudad de Guatemala. (Reuters/Luis Echeverría)

Guatemala y el dilema de sus volcanes

Debido a su ubicación en el Cinturón de Fuego del Pacífico, los volcanes cubren la mayor de la geografía del país, lo que lo convierte en una de las áreas con mayor densidad de estas formaciones rocosas.

Aunque en Guatemala se han señalado al menos 324 estructuras de origen volcánico, el Instituto Geográfico Nacional (IGN) acepta únicamente 32 volcanes, mientras que la Federación Nacional de Andinismo dice que son 37. Los 287 restantes son llamados por el INSIVUMEH como “focos eruptivos”.

Sin embargo, independientemente de las diferencias, actualmente son tres los volcanes que se encuentran activos y que son objeto de vigilancia de las autoridades guatemaltecas: el volcán de Fuego, de Pacaya y de Santiaguito.

Las erupciones más fuertes del volcán de Fuego

Ubicado entre los departamentos de Sacatepéquez, Escuintla y Chimaltenango, el de Fuego es el estratovolcán más activo de América Central y uno de los que tiene mayor relevancia a nivel mundial.

Con más de 3763 metros sobre el nivel del mar, este volcán ha registrado a lo largo de su historia diversas erupciones violentas, como la de 1932, cuando cubrió con ceniza a la ciudad de Antigua Guatemala y algunas partes de Honduras y El Salvador; la de 1974 cuando sus flujos piroclásticos devastaron parte de la vegetación de los alrededores y enterró parcialmente las comunidades de San Pedro Yepocapa y Acatenango.

El 3 de junio de 2018 tuvo su mayor erupción en lo que va del nuevo milenio, con columnas de ceniza que alcanzaron los 10 mil metros de altura sobre el nivel del mar. Esta actividad dejó 300 personas muertas, 200 desaparecidas y 600 lesionados; así como dos millones de habitantes damnificados.

El reporte de su última actividad fuerte fue el pasado 12 de diciembre de 2022, cuando el volcán entró en erupción dejando columnas de ceniza de 500 metros de altura y generando un flujo de lava de 800 metros, con caída de ceniza en asentamientos de 45 kilómetros a la redonda.

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