El dólar estadounidense cotizó al cierre a 41,76 pesos uruguayos en promedio, lo que supuso un cambio del 1,7% si se compara con el dato de la jornada previa, cuando finalizó con 41,07 pesos.
Si consideramos los datos de la última semana, el dólar estadounidense marca un ascenso del 2,79%%, de modo que desde hace un año aún conserva un incremento del 8,33%.
En relación a días pasados, dio la vuelta al resultado de la jornada anterior donde experimentó un descenso del 0,8%, demostrando que no es capaz de establecer una tendencia en los últimos días. En la última semana la volatilidad fue de 22,77%, que es una cifra notoriamente superior al dato de volatilidad anual (14,7%), de forma que está presentando un comportamiento más inestable.
Perspectiva económica de Uruguay
El Gobierno de Uruguay proyecta retomar el crecimiento económico para este 2024 con la exportación de bienes y servicios como impulsor de estos efectos positivos después de que en los primeros dos semestres del año registró una caída en el Producto Interno Bruto (PIB).
En la primera semana del año el dólar inició en terreno positivo y se mantuvo casi en la misma franja que en el cierre del 2023, de acuerdo con datos del Banco Central del Uruguay (BCU). Los economistas pronostican un 2024 marcado por la debilidad de la dólar ante los recortes de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed).
Diagnóstico del peso uruguayo
El peso es la moneda de circulación oficial en Uruguay desde 1993 y sustituyó a los viejos pesos luego de que el país sufriera un periodo de inflación alta.
Fue a partir del 29 de octubre de 1991 cuando el Banco Central del Uruguay fue autorizado para emitir nuevos billetes para remover los viejos pesos uruguayos que equivalían a 1.000 nuevos pesos. La moneda comenzó a circular hasta marzo de 1993.
En la década de 1990 se introdujo un nuevo mecanismo para poder prever con mayor acierto el valor del peso con respecto al dólar, estableciéndose un sistema de bandas de flotación.
Más tarde, en el año 2002 ya con Jorge Batlle como presidente, Uruguay vivió una crisis financiera debido a la fuga de capitales, por lo que fue difícil controlar el mercado de cambios hasta que meses más tarde se decidió cambiar al sistema de flotación independiente, que es el que se ha mantenido al momento.
Luego de la maxidevaluación de 2002 le siguió un periodo de apreciación de la moneda. Cabe apuntar que las monedas usan animales y figuras patrias al reverso como diseño.
En lo económico, Uruguay se distingue en América Latina por su alto ingreso per cápita, sus bajos niveles de desigualdad y pobreza, siendo el 60% de su población clase media.
Entre los retos que enfrenta Uruguay están el mejorar su competitividad y crecimiento a largo plazo, incorporar a las mujeres a las actividades económicas y transformar la educación.