En la última jornada el dólar estadounidense se pagó al cierre a 41,60 pesos uruguayos en promedio, lo cual implicó un cambio del 1,92% comparado con la cotización de la sesión previa, cuando cotizó a 40,81 pesos.
En los últimos siete días, el dólar estadounidense registra un incremento del 1,3%%, de manera que en términos interanuales mantiene aún un ascenso del 8,19%.
En cuanto a los cambios de este día con respecto a días anteriores, invirtió el valor de la jornada previa, donde obtuvo una disminución del 2,51%, demostrando que no es capaz de asentar una tendencia recientemente. La volatilidad de los últimos siete días es visiblemente superior a la cifra lograda para el último año (14,79%), así que presenta mayores cambios que la tendencia general del valor.
Perspectiva económica de Uruguay
El Gobierno de Uruguay proyecta retomar el crecimiento económico para este 2024 con la exportación de bienes y servicios como impulsor de estos efectos positivos después de que en los primeros dos semestres del año registró una caída en el Producto Interno Bruto (PIB).
En la primera semana del año el dólar inició en terreno positivo y se mantuvo casi en la misma franja que en el cierre del 2023, de acuerdo con datos del Banco Central del Uruguay (BCU). Los economistas pronostican un 2024 marcado por la debilidad de la dólar ante los recortes de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed).
La moneda uruguaya
El peso es la moneda de circulación oficial en Uruguay desde 1993 y sustituyó a los viejos pesos luego de que el país sufriera un periodo de inflación alta.
Fue a partir del 29 de octubre de 1991 cuando el Banco Central del Uruguay fue autorizado para emitir nuevos billetes para remover los viejos pesos uruguayos que equivalían a 1.000 nuevos pesos. La moneda comenzó a circular hasta marzo de 1993.
En la década de 1990 se introdujo un nuevo mecanismo para poder prever con mayor acierto el valor del peso con respecto al dólar, estableciéndose un sistema de bandas de flotación.
Más tarde, en el año 2002 ya con Jorge Batlle como presidente, Uruguay vivió una crisis financiera debido a la fuga de capitales, por lo que fue difícil controlar el mercado de cambios hasta que meses más tarde se decidió cambiar al sistema de flotación independiente, que es el que se ha mantenido actualmente.
Luego de la maxidevaluación de 2002 le siguió un periodo de apreciación de la moneda. Cabe apuntar que las monedas usan animales y figuras patrias al reverso como diseño.
En lo económico, Uruguay se distingue en América Latina por su alto ingreso per cápita, sus bajos niveles de desigualdad y pobreza, siendo el 60% de su población clase media.
Entre los retos que enfrenta Uruguay están el mejorar su competitividad y crecimiento a largo plazo, incorporar a las mujeres a las actividades económicas y transformar la educación.