Ante la actividad eruptiva del volcán de Fuego y los Colosos de Pacaya y Santiaguito, el Sistema de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) mantiene supervisión continua para informar a la comunidad sobre cualquier variación en las medidas de protección ante una posible emergencia.
Este viernes 11 el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (INSIVUMEH) ha dado a conocer el más reciente boletín vulcanológico en el que comunica la situación de estos tres importantes volcanes de Guatemala.
Volcán de Fuego
Actividad: se registran de 5 a 8 explosiones débiles y moderadas por hora, con columnas de gas y ceniza que se elevan de 4500 a 4800 msnm (14763 a 15748 pies) y se dispersan de 10 a 30 km en dirección oeste. Las explosiones se acompañan de avalanchas que descienden por distintos flancos del volcán y sonidos similares a turbina de avión. Así mismo durante la noche y madrugada se observan pulsos incandescentes que alcanzan de 100 a 150 metros de altura sobre el cráter. Se espera caída de ceniza fina en poblados al oeste del volcán, tales como Yepocapa, Acatenango y Pochuta. En cuanto a la actividad explosiva, seguir las recomendaciones descritas en el boletín especial BEFGO-003-2024.
Volcán de Pacaya
Actividad: la nubosidad cubre por completo el edificio volcánico, sin embargo las estaciones sísmicas permiten identificar algunos eventos de desgasificación débiles, de corta duración. Durante la noche y madrugada no se observó ningún reflejo incandescente, sin reportes de sonidos o explosiones. La actividad volcánica en niveles bajos. No se descarta la ocurrencia de períodos de desgasificación prolongados o columnas de desgasificación con abundante ceniza.
Volcán de Santiaguito
Actividad: se registran explosiones débiles que provocan incandescencia y avalanchas en dirección oeste, suroeste, sureste y noreste. No se descarta que se generen explosiones y avalanchas con abundante material volcánico, las cuales puedan formar una columna de gas y ceniza con altura de hasta 3400 msnm (10498 pies). Dicha ceniza puede dispersarse a 10 a 30 km hacia el suroeste y oeste, provocando caída de ceniza fina en San Marcos Palajunoj y aldea Loma Linda. Es posible que se produzcan avalanchas fuertes y sonidos audibles a varios kilómetros del edificio volcánico. No se descarta la ocurrencia de flujos de bloques y ceniza de características moderadas a fuertes, como también posibles flujos piroclásticos de largo alcance en diferentes direcciones, por lo tanto seguir las recomendaciones del boletín especial BESAN-004-2024.
Guatemala y el dilema de sus volcanes
Debido a su localización en el Cinturón de Fuego del Pacífico, los volcanes cubren gran parte de la geografía del país, lo que lo convierte en una de las áreas con mayor densidad de estas formaciones rocosas.
A pesar de que en Guatemala se han señalado al menos 324 estructuras de origen volcánico, el Instituto Geográfico Nacional (IGN) identifica únicamente 32 volcanes, mientras que la Federación Nacional de Andinismo dice que son 37. Los 287 restantes son denominados por el INSIVUMEH como “focos eruptivos”.
Sin embargo, independientemente de las discrepancias, hoy en día son tres los volcanes que se encuentran activos y que son objeto de vigilancia de las autoridades guatemaltecas: el volcán de Fuego, de Pacaya y de Santiaguito.
El más activo de Centroamérica
Ubicado entre los departamentos de Sacatepéquez, Escuintla y Chimaltenango, el de Fuego es el estratovolcán más activo de América Central y uno de los que tiene mayor relevancia a nivel mundial.
Con más de 3763 metros sobre el nivel del mar, este volcán ha registrado a lo largo de su historia diversas erupciones violentas, como la de 1932, cuando cubrió con ceniza a la ciudad de Antigua Guatemala y algunas partes de Honduras y El Salvador; la de 1974 cuando sus flujos piroclásticos destruyeron parte de la vegetación de los alrededores y sepultó parcialmente las comunidades de San Pedro Yepocapa y Acatenango.
El 3 de junio de 2018 tuvo su mayor erupción en lo que va del nuevo milenio, con columnas de ceniza que alcanzaron los 10 mil metros de altura sobre el nivel del mar. Esta actividad dejó 300 personas muertas, 200 desaparecidas y 600 lesionados; así como dos millones de residentes afectados.
El reporte de su última actividad fuerte fue el pasado 12 de diciembre de 2022, cuando el volcán entró en erupción dejando columnas de ceniza de 500 metros de altura y generando un flujo de lava de 800 metros, con caída de ceniza en localidades de 45 kilómetros a la redonda.