Cuál es el valor en el mercado de la criptomoneda terra este 30 de septiembre

Por capitalización en el mercado, LUNA de terra es una de las monedas virtuales más importantes, ahora mismo en el puesto #170

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LUNA de Terra es una
LUNA de Terra es una criptomoneda de tipo stablecoin que busca su respaldo en un valor externo a fin de disminuir su volatilidad (Infobae)

LUNA, la moneda digital nativa de la blockchain terra, fue creada en enero de 2018 y rápidamente se ha convertido en una de las altcoins más famosas, especialmente entre los argentinos, quienes han tenido que buscar alternativas ante la inestabilidad financiera que enfrenta su país desde hace varias décadas.

Para entender a LUNA es necesario hablar de terra, la red de blockchain establecida a través del software Cosmos SDK y que tiene como rasgo la creación de las llamadas stablecoins que, como su nombre lo dice, son criptomonedas que buscan la estabilidad a través de un vínculo con divisas legales, commodities, entre otros, que se “deshacen” de la volatilidad que caracteriza a los activos digitales.

Terra busca eliminar los escenarios en donde una moneda virtual pueda tener movimientos bruscos en un abrir y cerrar de ojos, como sucede con el bitcoin, para lograr una adopción masiva y que esta moneda pueda ser usada en transacciones e instituciones descentralizadas.

En este panorama, terra busca que los usuarios de LUNA puedan hacer compras con sus monederos electrónicos y quienes reciban los pagos puedan tener un cambio automático a otra moneda, como el dólar o el peso con tarifas menores al uno por ciento.

Cotización de la criptomoneda terra

El precio de la criptomoneda terra para este día a las 11:00 horas (UTC) es de 0.440274 dólares. Esto quiere decir que el activo digital registró un cambio de 6.74% en el último día, así como un movimiento de -0.23% en la última hora.

Por su nivel de capitalización, esta moneda digital ocupa la posición #170 entre las más populares.

Todo sobre las criptomonedas

Las criptomonedas están dejando de ser elementos ajenos y han comenzado a meterse en el lenguaje del día a día, despertando el interés de aquellos a quienes les preocupan las finanzas o hasta llegar al grado de ser legalizadas en algunas regiones del globo terráqueo.

Representaciones físicas de varias criptomonedas.
Representaciones físicas de varias criptomonedas. (REUTERS/Dado Ruvic)

Como su nombre lo indica, las divisas digitales utilizan métodos criptográficos o de cifrado para realizar transacciones en un sistema descentralizado y, la mayoría de ellas, por medio de cadenas de bloques (blockchain), lo que lo aleja de los modelos tradicionales en donde los bancos funcionan como intermediarios.

Su innovación ha ocasionado que muchas personas estén interesadas en invertir en las monedas digitales, pues su valor ha crecido considerablemente en los últimos años siendo bitcoin, ethereum y dogecoin las más populares y las que mayor capitalización cuentan en el mercado.

Cada una de estas unidades son fundadas a través de un proceso llamado “minado” y los usuarios las pueden adquirir a través de distintos agentes o bolsas de monedas virtuales, para luego almacenarlas en “monederos criptográficos” o hacer diversas transacciones con ellas por medio de claves únicas.

Pese a que fue en el 2009 cuando el bitcoin entró al mercado como la primera criptodivisa en el mundo, lo cierto es que éstas apenas están experimentando un auge en el ámbito financiero, por lo que se espera que su uso sea mayor en un futuro no tan lejano.

Los riesgos

Las criptomonedas tienen diversos elementos que las hacen únicas: el no estar controladas por ninguna institución; no requerir de intermediarios en las transacciones; y casi siempre usar bloques contables (blockchain) para evitar que se creen nuevas criptomonedas de forma ilegal o las transacciones ya hechas sean modificadas.

Juan Mayén, director ejecutivo de
Juan Mayén, director ejecutivo de la firma hondureña TGU Consulting Group, muestra cómo usar un cajero automático de criptomonedas en Tegucigalpa, Honduras. (REUTERS/Fredy Rodriguez)

Sin embargo, al no tener reguladores como un banco central o entidades similares se les señala de no ser confiables, de ser volátiles, propiciar fraudes, no tener un marco legal que respalde a sus usuarios, permitir la operación de actividades ilegales, entre otras más.

Aunque podría ser una paradoja, a su vez las criptomonedas garantizan seguridad a sus mineros en cuanto a la red en la que se sitúa (entramado) y que implica un manejo de códigos; el romper esta seguridad es posible pero difícil , pues quien lo llegara a intentar tendría que contar con una potencia computacional superior incluso a la que tiene el propio Google.

Quien invierte en este tipo de activos digitales debe tener muy claro que esta forma trae consigo un elevado riesgo al capital, pues, así como puede haber un incremento, también puede tener inesperadamente un desplome y acabar con los ahorros de sus usuarios.

Para almacenarlas, los usuarios deben contar con un monedero digital o wallet, que en realidad es un software a través del cual es posible guardar, enviar y hacer transacciones de las criptomonedas. En realidad, este tipo de monederos sólo guarda las claves que marcan la propiedad y el derecho de una persona sobre cierta criptomoneda, por lo que estos códigos son los que en realidad se deben proteger.

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