Ante la actividad eruptiva del volcán de Fuego y los Colosos de Pacaya y Santiaguito, el Sistema de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) mantiene observación continua para informar a la ciudadanía sobre cualquier cambio en las medidas de protección ante una posible crisis.
Este domingo 29 el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (INSIVUMEH) ha dado a conocer el más reciente boletín vulcanológico en el que reporta la situación de estos tres importantes volcanes de Guatemala.
Volcán de Fuego
Actividad: El observatorio reporta explosiones débiles y moderadas, que ocurren a un ritmo de 4 a 10 por hora, elevando columnas de gas y ceniza color gris a alturas de entre 4500 y 4800 msnm (14,763 a 15,748 pies), las cuales se desplazan hacia el oeste y suroeste transportando la ceniza hasta 30 kilómetros de distancia o más. Las explosiones han producido avalanchas débiles y moderadas que llegan hasta la vegetación y por la noche pulsos incandescentes de 100 a 150 metros sobre el cráter. Esta actividad está acompañada de retumbos débiles. Por la dirección del viento se puede producir caída débil de ceniza fina sobre Sangre de Cristo, Santa Emilia, Panimache I Y II, Los Yucales, Morelia, Palo Verde, entre otras. En cuanto a la actividad explosiva, seguir las recomendaciones descritas en el boletín especial BEFGO-003-2024.
Volcán de Pacaya
Actividad: El Observatorio reporta actividad débil de gases y columna de vapor de agua a 100 m de altura hacia el oeste y suroeste. Las estaciones sísmicas de INSIVUMEH muestran actividad leve de movimiento de gases dentro del volcán y algunos desprendimientos de rocas. Durante la noche no se observó incandescencia y tampoco se reportaron sonidos de explosiones o retumbos.
Volcán de Santiaguito
Actividad: El Observatorio reporta actividad en el domo Caliente, con columnas de desgasificación moderada y abundante de forma continua en dirección oeste y suroeste. Se contabilizan de 3 a 8 explosiones débiles/moderadas por hora, acompañadas de avalanchas de bloques moderadas, incandescencia ocasional en la cúpula del domo por la extrusión de lava y acumulamiento de material caliente principalmente hacia el flanco suroeste. Las explosiones moderadas y fuertes elevan columnas de gas y ceniza a alturas de hasta 3400 msnm (10498 pies) y provocan el descenso de flujos piroclásticos de corto alcance que se extienden por todos los flancos y avalanchas débiles y/o fuertes que pueden ser audibles a varios kilómetros del volcán. Por la tarde y noche, las lluvias podrían provocar el descenso de lahares en los cauces que descienden del domo Caliente. No se descarta la ocurrencia de flujos de bloques y ceniza de características moderadas a fuertes, como también posibles flujos piroclásticos de largo alcance en diferentes direcciones, por lo tanto seguir las recomendaciones del boletín especial BESAN-004-2024.
Cuántos volcanes hay en Guatemala
Debido a su localización en el Cinturón de Fuego del Pacífico, los volcanes cubren la mayor de la geografía del país, lo que lo convierte en una de las zonas con mayor densidad de estas formaciones rocosas.
No obstante en Guatemala se han señalado al menos 324 estructuras de origen volcánico, el Instituto Geográfico Nacional (IGN) identifica únicamente 32 volcanes, mientras que la Federación Nacional de Andinismo dice que son 37. Los 287 restantes son llamados por el INSIVUMEH como “focos eruptivos”.
Sin embargo, independientemente de las discrepancias, en el presente son tres los volcanes que se encuentran activos y que son objeto de supervisión de las autoridades guatemaltecas: el volcán de Fuego, de Pacaya y de Santiaguito.
Las erupciones más fuertes del volcán de Fuego
Ubicado entre los departamentos de Sacatepéquez, Escuintla y Chimaltenango, el de Fuego es el estratovolcán más activo de Centroamérica y uno de los que tiene mayor relevancia a nivel mundial.
Con más de 3763 metros sobre el nivel del mar, este volcán ha registrado a lo largo de su historia diversas erupciones violentas, como la de 1932, cuando cubrió con ceniza a la ciudad de Antigua Guatemala y algunas partes de Honduras y El Salvador; la de 1974 cuando sus flujos piroclásticos devastaron parte de la vegetación de los alrededores y escondió parcialmente las comunidades de San Pedro Yepocapa y Acatenango.
El 3 de junio de 2018 tuvo su mayor erupción en lo que va del nuevo milenio, con columnas de ceniza que alcanzaron los 10 mil metros de altura sobre el nivel del mar. Esta actividad dejó 300 personas muertas, 200 desaparecidas y 600 heridos; así como dos millones de residentes afectados.
El reporte de su última actividad fuerte fue el pasado 12 de diciembre de 2022, cuando el volcán entró en erupción dejando columnas de ceniza de 500 metros de altura y generando un flujo de lava de 800 metros, con caída de ceniza en comunidades de 45 kilómetros a la redonda.