Solana es una de las monedas virtuales que más ha tomado relevancia en los últimos años en el mercado de las divisas digitales, por ello es importante saber sus movimientos dentro de este mercado sin regulación.
Creada en 2017 por Anatoly Yakovenko presume un mecanismo único de consenso Proof-of-Stake, el cual -según solana- mejora su escalabilidad sin sacrificar la descentralización y la seguridad. Para mantener un nivel establecido de inflación cada año, quema el 50% de sus criptomonedas utilizadas en cada comisión.
También posee un alto rendimiento de transacciones y corto tiempo de procesamientos a tal grado que logra realizar 50.000 transacciones por segundo, esto lo obtiene al procesar linealmente las transacciones para crear un orden verificable de toda la actividad de la red.
Esta criptomoneda presume garantizar precios bajos en las transacciones, menores a los 0.01 dólares tanto para desarrolladores como para usuarios, esto gracias a su escalabilidad.
Valor de Solana
El precio de la criptomoneda de solana para este día a las 16:55 horas (UTC) es de 157.34 dólares por unidad.
Esto quiere decir que el activo digital tuvo un cambio del 0.19% en las últimas 24 horas , así como una variación del -0.01% en los últimos 60 minutos.
Actualmente, solana se encuentra en el lugar #5 de popularidad en el mercado digital. Cabe mencionar que el máximo histórico que ha alcanzado esta divisa digital es de 260.06 dólares por unidad.
Cómo opera una moneda virtual
Una criptomoneda es un medio digital de intercambio que no existe físicamente y que usa un cifrado criptográfico para asegurar la integridad en sus transacciones, al tiempo que mantiene un control en la creación de sus nuevas unidades.
El bitcoin fue el primero en ser lanzado al mercado y luego le siguieron otras que igualmente han tenido gran relevancia como litecoin, ethereum, IOTA, tether, cash, ripple, decentraland, incluso unas nacidas de memes como dogecoin.
Las criptomonedas tienen diversos factores que las hacen únicas: el no estar reguladas por ninguna institución; no requerir de intermediarios en las transacciones; y casi siempre usar bloques contables (blockchain) para evitar que se creen nuevas criptomonedas de forma ilegal o las transacciones ya hechas sean modificadas.
Sin embargo, al no tener reguladores como un banco central o entidades similares se les señala de no ser confiables, de ser volátiles, propiciar fraudes, no tener un marco legal que respalde a sus usuarios, permitir la operación de actividades ilegales, entre otras más.
Aunque podría ser una paradoja, a su vez las criptomonedas garantizan seguridad a sus mineros en cuanto a la red en la que se sitúa (entramado) y que implica un manejo de códigos; el hackear esta seguridad es posible pero no tan fácil de lograr, pues quien lo llegara a intentar tendría que contar con una potencia computacional superior incluso a la que tiene el propio Google.
Cómo adquirirlas
Para adquirirlas e intercambiarlas se puede a través de portales especializados. Su valor varía en función de la oferta, de la demanda y del compromiso de los usuarios, por lo que puede cambiar más rápido que el dinero tradicional, pero mientras más gente esté interesada y quiera comprar determinada divisa, mayor será su precio.
No obstante, quien invierte en este tipo de activos digitales debe tener muy claro que esta forma trae consigo un elevado riesgo al capital, pues, así como puede haber un incremento, también puede tener inesperadamente un desplome y acabar con los ahorros de sus usuarios.
Para almacenarlas, los usuarios deben contar con un monedero digital o wallet, que en realidad es un software a través del cual es posible guardar, enviar y hacer transacciones de las criptomonedas. En realidad, este tipo de monederos sólo guarda las claves que marcan la propiedad y el derecho de una persona sobre cierta criptomoneda, por lo que estos códigos son los que en realidad se deben proteger.