Cómo ha cambiado el valor de la criptomoneda decentraland en el último día

La moneda virtual de decentraland se utiliza en su metaverso, donde puedes adquirir terrenos virtuales

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En el metaverso de Decentraland
En el metaverso de Decentraland los usuarios pueden usar la criptomoneda para adquirir parcelas de tierra virtuales o crear contenido (como obras NFT) y venderlo. (Infobae)

Las monedas digitales están en auge convirtiéndose en un activo digital relevante en la actualidad a tal grado que algunas compañías y gobiernos han incentivado su uso pese a no tener ninguna regulación o garantía. Entre las innumerables criptodivisas que han surgido destacan unas pocas, entre ellas la de decentraland.

Decentraland es una plataforma de realidad virtual tridimensional soportada por Ethereum, otra de las criptomonedas más conocidas del mercado, donde los usuarios son los dueños en lugar de alguna empresa.

Cotización de la criptomoneda decentraland

La cotización de decentraland para hoy a las 10:00 horas (UTC) es de 0.266399 dólares, lo que significa que la criptomoneda reportó un cambio de -3.67% en el último día.

Por otro lado, registró un cambio de 1.51% con respecto a su valor hace una hora. En cuanto a su popularidad, se ubica en la posición #105.

Qué es una criptomoneda

Una criptodivisa es un medio digital de intercambio que no existe físicamente y que utiliza un cifrado criptográfico para asegurar la integridad en sus transacciones, al tiempo que mantiene un control en la creación de sus nuevas unidades.

Representaciones físicas de varias criptomonedas.(REUTERS/Banco
Representaciones físicas de varias criptomonedas.(REUTERS/Banco Santander)

El bitcoin fue el primero en ser lanzado al mercado y luego le siguieron otras que igualmente han tenido gran relevancia como litecoin, ethereum, IOTA, tether, cash, ripple, decentraland, incluso unas surgidas de memes como dogecoin.

Las criptomonedas tienen diversos factores que las hacen únicas: el no estar controladas por ninguna institución; no requerir de intermediarios en las transacciones; y casi siempre usar bloques contables (blockchain) para evitar que se creen nuevas criptomonedas de forma ilegal o las transacciones ya hechas sean modificadas.

Sin embargo, al no tener reguladores como un banco central o entidades similares se les señala de no ser confiables, de ser volátiles, propiciar fraudes, no tener un marco legal que respalde a sus usuarios, permitir la operación de actividades ilegales, entre otras más.

Aunque podría ser una paradoja, a su vez las criptomonedas garantizan seguridad a sus mineros en cuanto a la red en la que se sitúa (entramado) y que implica un manejo de códigos; el romper esta seguridad es posible pero difícil, pues quien lo llegara a intentar tendría que contar con una potencia computacional superior incluso a la que tiene el propio Google.

Cómo adquirirlas

Para comprarlas e intercambiarlas se puede a través de portales especializados. Su valor varía en función de la oferta, de la demanda y del compromiso de los mineros, por lo que puede cambiar más rápido que el dinero tradicional, pero mientras más gente esté interesada y quiera comprar determinada divisa, mayor será su valor.

Juan Mayén, director ejecutivo de
Juan Mayén, director ejecutivo de la firma hondureña TGU Consulting Group, muestra cómo usar un cajero automático de criptomonedas en Tegucigalpa, Honduras. (REUTERS/Fredy Rodriguez)

No obstante, quien invierte en este tipo de activos digitales debe tener muy claro que esta forma trae consigo un elevado riesgo al capital, pues, así como puede haber un incremento, también puede tener inesperadamente un desplome y acabar con los ahorros de sus usuarios.

Para almacenarlas, los usuarios deben contar con un monedero digital o wallet, que en realidad es un software a través del cual es posible guardar, enviar y hacer transacciones de las criptomonedas. En realidad, este tipo de monederos únicamente guarda las claves que marcan la propiedad y el derecho de una persona sobre cierta criptomoneda, por lo que estos códigos son los que en realidad se deben proteger.

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