En la pasada jornada el euro se pagó al cierre a 145,40 gourdes en promedio, de modo que implicó un cambio del 0,5% comparado con el valor de la sesión previa, cuando finalizó con 144,68 gourdes.
En relación a los últimos siete días, el euro acumula una subida del 0,06%%, por lo que en términos interanuales aún mantiene un incremento del 2,4%.
Respecto de días previos, sumó dos fechas consecutivas en dígitos positivos. La volatilidad de los últimos siete días fue de 4,06%, que es una cifra manifiestamente inferior al dato de volatilidad anual (7%), así que podemos decir que está pasando por un periodo de mayor estabilidad en las últimas fechas.
La frágil gourde haitiana
La gourde (traducido como “gorda”) es la moneda de uso oficial en Haití y se alude a ella como HGT, además está dividida en 100 céntimos y su emisión está regulada por el Banco de la República de Haití.
Aunque su nombre proviene del francés, su origen alude a la moneda española llamada “gordos”; algunos ciudadanos también la llaman “goud”, para que suene similar a la palabra inglesa “mood”.
Creada en 1813 en sustitución de la antigua libra, actualmente se pueden encontrar de 5, 10, 20, 50 céntimos, así como de 1 y 10 gourdes, no obstante, las monedas de 5, 10 y 20 céntimos no mantienen un uso regular, por lo que su uso es minoritario.
En cuanto a los billetes, se pueden encontrar de 10, 20, 25, 50, 100, 250 y 1000 gourdes. Un gourde haitiano actualmente equivale a 0,0097 unidades del dólar estadounidense, así como a 0,0085 unidades de euro.
A lo largo de su historia, la gourde ha tenido tres emisiones, la última en 1872, que es la que actualmente se usa. En 1912 la moneda fue vinculada al dólar estadounidense, pero en 1989 fue desvinculada, ello pese a que actualmente hay lugares en donde los ciudadanos prefieren el uso del dólar haitiano, seguido del dólar estadounidense, la segunda moneda más aceptada.
Para los billetes haitianos se ha optado por imágenes de personajes históricos, como la de Marché Valliéres, un famoso mercado peatonal, así como Catherine Flon, que es un símbolo de la revolución haitiana, fue la mujer que cosió la primera bandera de Haití en 1803. El escudo de armas aparece al reverso de todas las monedas.
La demanda de la moneda es baja fuera del país, puesto que Haití tiene una economía frágil, pues no es una nación exportadora y depende plenamente de la agricultura para sobrevivir. Además, su presupuesto anual es financiado por ayuda externa en un 20 por ciento.
Estas condiciones han orillado a Haití a convertirse en el país más pobre de América Latina y el Caribe (con una tasa del 60%); además tiene uno de los porcentajes de desigualdad en ingresos más altos en el mundo y el 44% de su población sufre inseguridad alimentaria aguda.
Asimismo, en los últimos años Haití ha estado marcado por la inestabilidad política y las grandes catástrofes naturales, pues sólo en el 2021 sus ciudadanos vivieron el asesinato de su presidente, Jovenel Moïse y unas semanas después un terremoto de 7,2 grados de magnitud, que dejó más de 2 mil 200 muertos y daños de los que aún no se han podido recuperar.