Buenas acciones, sacrificios mortales e incluso sucesos inexplicables surgidos por una aparente divinidad, son las razones por las que diferentes individuos fueron beatificados y canonizados por el Vaticano para llevar consigo el nombre de santo.
Todos los días, marcados en el calendario, se conmemora la vida y muerte de estos seres, hombres y mujeres, que dedicaron su existencia a la iglesia católica misma que les valió el nombramiento.
Este es el santoral del sábado 3 de agosto.
Celebración del día: San Asprenato de Nápoles
En Nápoles, de la Campania, san Asprenato, primer obispo de la ciudad (s. II/III).
San Asprenato de Nápoles vivió entre finales del siglo I y principios del siglo II, se convirtió en el primer obispo de la naciente comunidad cristiana de Nápoles. Poco se sabe de su vida, sin embargo, las leyendas relatan que se volvió creyente después de que San Pedro pasara por Nápoles en su camino a Roma, durante su paso por la región napolitana conoció Cándida, una mujer enferma que pidió por su salud y la de Asprenato que estaba enfermo desde hace tiempo.
Pedro intercedió por los dos y los curó en oración, San Asprenato de Nápoles fiel a su palabra se encargó de difundir el cristianismo en la región y tuvo un gran crecimiento después de estos sucesos. Él fue quien mandó a construir el oratorio de Santa María del Principio y fundó la iglesia de San Pedro de Aram.
Junto a este personaje hay otros santos y mártires a los que también se les celebra este sábado 3 de agosto como los siguientes:
San Eufronio de Autun
San Martín de Másico
San Pedro de Anagni
San Pedro Julián Eymard
Beato Agustín Kazotic
Beato Francisco Bandrés Sánchez
Beato Salvador Ferrandis Segui
El origen de los santos
La iglesia católica y ortodoxa utiliza la canonización para declarar como santo a una persona ya fallecida que durante su vida hizo sacrificios o estuvo relacionada a un evento divino a favor de la iglesia.
Esto implica incluir el nombre de la persona en el canon (lista de santos reconocidos) y se concede el permiso de la iglesia católica de venerarla, reconociendo su poder ante Dios.
Durante el Cristianismo, las personas eran reconocidas como santas sin necesidad de un proceso formal; sin embargo, ello cambió en la Edad Media. En el caso del catolicismo, la Iglesia debe hacer una investigación exhaustiva de la vida de la persona a santificar.
Para la iglesia católica existen cuatro formas de lograr el nombramiento: la vía de las virtudes heroicas; la vía del martirio; la de las causas excepcionales, confirmadas por un culto antiguo y fuentes escritas; y la del ofrecimiento de la vida.
Además, se considera si la persona vivió las virtudes cristianas en un grado heroico o si sufrió martirio a causa de su fe, asimismo, es requisito indispensable que haya hecho al menos dos milagros (o uno en el caso de ser mártir).
La iglesia católica en el mundo
El catolicismo es una de las religiones que más se practican en el mundo. Los datos más recientes del Vaticano -particularmente de su Anuario Estadístico Eclesial- señalan que hay más de mil 360 millones de católicos en el orbe.
El continente americano es donde más católicos prevalecen, con casi la mitad de los registrados por el Vaticano, siendo más de una cuarta parte ubicados en Sudamérica.
En los últimos años, el Vaticano ha dado cuenta que la presencia de católicos ha aumentado de forma importante en dos continentes: Asia -particularmente el Medio Oriente- y África.
En contraste, los religiosos en Europa han ido a la baja, mientras que en Oceanía se han mantenido estables.