Buenas acciones, sacrificios mortales e incluso sucesos inexplicables surgidos por una aparente divinidad, son las razones por las que diferentes individuos fueron beatificados y canonizados por el Vaticano para llevar consigo el nombre de santo.
Todos los días, marcados en el calendario, se conmemora la vida y muerte de estos seres, hombres y mujeres, que dedicaron su existencia a la iglesia católica misma que les valió el nombramiento.
Este es el santoral del martes 30 de julio.
Celebración del día: San Pedro Crisólogo
Vivió entre el 380 y el 450. Nació en Imola, en la Emilia, provincia de Bolonia (Italia). Fue elegido obispo de Rávena en el 424 y cuidó celosamente de sus fieles con numerosos escritos y sermones. Tanta altura y piedad tuvo su predicación que mereció el apelativo de crisólogo: palabra de oro. Murió alrededor del año 450.
Junto a este personaje hay otros santos y mártires a los que también se les celebra este martes 30 de julio como los siguientes:
San Abdón de Roma
Santa Godeleva de Ghistelles
San José Yuan Gengyin
Santa Julita de Cesarea
San Leopoldo de Castelnuovo
Santa María de Jesús Sacramentado
San Senén de Roma
San Urso de Auxerre
Beatos Braulio María Corres y catorce compañeros
Beato Manes Guzmán
Beata María Vicenta de Santa Dorotea
Beato Sergio Cid Pazo
Qué es la canonización
La iglesia católica y ortodoxa utiliza la canonización para declarar como santo a una persona ya fallecida que durante su vida hizo sacrificios o estuvo relacionada a un evento divino a favor de la iglesia.
Esto implica incluir el nombre de la persona en el canon (lista de santos reconocidos) y se concede el permiso de la iglesia católica de venerarla, reconociendo su poder ante Dios.
Durante el Cristianismo, las personas eran reconocidas como santas sin necesidad de un proceso formal; sin embargo, ello cambió en la Edad Media. En el caso del catolicismo, la Iglesia debe hacer una investigación exhaustiva de la vida de la persona a santificar.
Para la iglesia católica existen cuatro formas de lograr el nombramiento: la vía de las virtudes heroicas; la vía del martirio; la de las causas excepcionales, confirmadas por un culto antiguo y fuentes escritas; y la del ofrecimiento de la vida.
Además, se considera si la persona vivió las virtudes cristianas en un grado heroico o si sufrió martirio a causa de su fe, asimismo, es requisito indispensable que haya hecho al menos dos milagros (o uno en el caso de ser mártir).
La iglesia católica en el mundo
El catolicismo es una de las religiones que más se practican en el mundo. Los datos más recientes del Vaticano -particularmente de su Anuario Estadístico Eclesial- señalan que hay más de mil 360 millones de católicos en el orbe.
El continente americano es donde más católicos prevalecen, con casi la mitad de los registrados por el Vaticano, siendo más de una cuarta parte ubicados en Sudamérica.
En los últimos años, el Vaticano ha dado cuenta que la presencia de católicos ha aumentado de forma importante en dos continentes: Asia -particularmente el Medio Oriente- y África.
En contraste, los religiosos en Europa han ido a la baja, mientras que en Oceanía se han mantenido estables.