Cómo ha cambiado el valor de la criptomoneda iota en las últimas 24 horas

Esta moneda digital es distinta a otras criptomonedas como el bitcoin por su forma de operar, distante al tradicional blockchain

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IOTA no se basa en
IOTA no se basa en la blockchain como otras criptomonedas, sino en una arquitectura Tangle cuya meta es incorporar a las monedas digitales en el internet de las cosas. (Infobae)

IOTA es una criptodivisa que se distingue de otras por tener la base de su operación en el Gráfico Acíclico Dirigido (DAG, por sus siglas en inglés) con una arquitectura llamada Tangle, mientras que las más famosas como bitcoin o ethereum lo hacen a través de cadenas de bloques (blockchain).

Esta criptodivisa, también conocida como MIOTA, está diseñada para usarse como medio de pago con una escalabilidad (transacciones) ilimitada y a través de todos los dispositivos que forman parte del internet de las cosas sin tarifas adicionales.

A diferencia del blockchain, en este nuevo esquema cada uno de los registros o usuarios tiene una marca de tiempo única y debe estar sujeto a una firma criptográfica compuesta por 81 caracteres, asimismo, cada transacción se hace por medio de esta clave privada que sí contiene detalles como el remitente, destinatario y cantidad.

Las características principales del IOTA son: no tienen límites de escalabilidad, por lo que se pueden hacer transacciones ilimitadas; el sistema se ajusta al uso y popularidad sin ser altamente volátil; no requiere de minería ni de mineros; y no tiene tarifas extra por operar.

De acuerdo con la información de Binance, actualmente esta moneda digital tiene 3.33B de unidades creadas.

Precio de iota

Mientras el debate se acalora cada día más sobre la conveniencia o no de su uso, iota cotiza este día a las 10:30 horas (UTC) en 0.151593 dólares lo que supone un cambio de 10.99% con respecto a las últimas 24 horas y una variación de 0.41% con referencia a su valor alcanzado en la última hora.

En cuanto a su capitalización de mercado, ha mantenido el puesto #110 entre las monedas digitales.

Información destacada sobre Iota

Creada por desarrolladores alemanes, la divisa digital usa una tecnología o arquitectura llamada Tangle enfocada en el Gráfico Acíclico Dirigido (DAG, por sus siglas en inglés) que entre otras cosas se caracteriza por ser más amigable, pues se pueden hacer transacciones con tan solo tener un celular y un ordenador, al tiempo que no consume tanta energía como una red blockchain.

Además, estas operaciones las pueden hacer los usuarios que operan con IOTA y no hay comisiones por operaciones porque sus usuarios deben hacer otras transacciones ajenas antes de materializar las propias.

La tecnología de IOTA garantiza que los usuarios de esta criptomoneda tengan un entorno más confiable que el que la red blockchain puede dar, pues en ésta última se permite que las transacciones se hagan de forma asíncrona, ordenada y lenta por motivos de seguridad; mientras que el Tangle permite hacer operaciones paralelas.

El suministro máximo con el que cuenta IOTA es de 2 mil 779 millones 350 mil 283 tokens y la meta es lograr que se hagan microtransacciones de hasta 0.001 dólar sin tener que abonar tasas por procesamientos de pago. En cada operación se requiere la “semilla”, que es un código de 81 caracteres generado aleatoriamente y que previene el robo de fondos.

Entre sus ventajas está su resistencia a la computación cuántica, millones de veces más rápido que la conocida hoy día; sin embargo, una de sus debilidades es la seguridad, pues en 2017 afrontó un hackeo que provocó un rompimiento en su precio y la pérdida en el volumen de las transacciones.

Cómo funciona una criptomoneda

Una criptomoneda es un medio digital de intercambio que no existe físicamente y que utiliza un cifrado criptográfico para asegurar la integridad en sus transacciones, al tiempo que mantiene un control en la creación de sus nuevas unidades.

Representaciones físicas de varias criptomonedas.
Representaciones físicas de varias criptomonedas. (REUTERS/Dado Ruvic)

El bitcoin fue el primero en ser lanzado al mercado y luego le siguieron otras que igualmente han tenido gran relevancia como litecoin, ethereum, IOTA, tether, cash, ripple, decentraland, incluso unas nacidas de memes como dogecoin.

Las criptomonedas tienen diversos elementos que las hacen únicas: el no estar reguladas por ninguna institución; no requerir de terceros en las transacciones; y casi siempre usar bloques contables (blockchain) para evitar que se creen nuevas criptomonedas de forma ilegal o las transacciones ya hechas sean modificadas.

Sin embargo, al no tener reguladores como un banco central o entidades similares se les señala de no ser confiables, de ser volátiles, propiciar fraudes, no tener un marco legal que respalde a sus usuarios, permitir la operación de actividades ilegales, entre otras más.

Aunque podría ser una paradoja, a su vez las criptomonedas garantizan seguridad a sus mineros en cuanto a la red en la que se sitúa (entramado) y que implica un manejo de códigos; el romper esta seguridad es posible pero no tan fácil de lograr, pues quien lo llegara a intentar tendría que contar con una potencia computacional superior incluso a la que tiene el propio Google.

Cómo adquirirlas

Para adquirirlas e intercambiarlas se puede a través de portales especializados. Su valor varía en función de la oferta, de la demanda y del compromiso de los usuarios, por lo que puede cambiar más rápido que el dinero tradicional, pero mientras más gente esté interesada y quiera comprar determinada moneda, mayor será su precio.

Un cajero para comprar criptomonedas.
Un cajero para comprar criptomonedas. (EFE/EPA/JUSTIN LANE/Archivo)

No obstante, quien invierte en este tipo de monedas digitales debe tener muy claro que esta forma trae consigo un elevado riesgo al capital, pues, así como puede haber un incremento, también puede tener inesperadamente un desplome y acabar con los ahorros de sus usuarios.

Para almacenarlas, los usuarios deben contar con un monedero digital o wallet, que en realidad es un software a través del cual es posible guardar, enviar y hacer transacciones de las criptomonedas. En realidad, este tipo de monederos únicamente guarda las claves que marcan la propiedad y el derecho de una persona sobre cierta criptomoneda, por lo que estos códigos son los que en realidad se deben proteger.

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