El evangelio y las lecturas: la palabra del 2 de marzo

Consulta los pasajes de la Biblia que aparecerán en la celebración eucarística de hoy

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El evangelio y las lecturas son fragmentos de la Biblia (Imagen ilustrativa Infobae)
El evangelio y las lecturas son fragmentos de la Biblia (Imagen ilustrativa Infobae)

Las lecturas y el evangelio son la parte más relevante de la Misa, la celebración litúrgica más importante de la Iglesia Católica, ya que se trata de los pasajes de la Biblia para compartir el mensaje de Jesucristo.

Al realizarse Misas casi todos los días, el Vaticano publica las lecturas y el evangelio diariamente. Estas son las de hoy, de acuerdo con Vatican News.

Las lecturas del día

Lectura de la profecía de Miqueas

Mi 7, 14-15. 18-20

Señor, Dios nuestro, pastorea a tu pueblo con tu cayado, al rebaño de tu heredad, que vive solitario entre malezas y matorrales silvestres. Pastarán en Basán y en Galaad, como en los días de antaño, como cuando salimos de Egipto y nos mostrabas tus prodigios. ¿Qué Dios hay como tú, que quitas la iniquidad y pasas por alto la rebeldía de los sobrevivientes de Israel? No mantendrás por siempre tu cólera, pues te complaces en ser misericordioso. Volverás a compadecerte de nosotros, aplastarás con tus pies nuestras iniquidades, arrojarás a lo hondo del mar nuestros delitos. Serás fiel con Jacob y compasivo con Abraham, como juraste a nuestros padres en tiempos remotos, Señor, Dios nuestro.

El evangelio de hoy

El evangelio y las lecturas son la pieza central en las Misas (Reuters)
El evangelio y las lecturas son la pieza central en las Misas (Reuters)

Lectura del santo evangelio según san Lucas

Lc 15, 1-3. 11-32

En aquel tiempo, se acercaban a Jesús los publicanos y los pecadores para escucharlo. Por lo cual los fariseos y los escribas murmuraban entre sí: “Éste recibe a los pecadores y come con ellos”. Jesús les dijo entonces esta parábola: “Un hombre tenía dos hijos y el menor de ellos le dijo a su padre: ‘Padre, dame la parte de la herencia que me toca’. Y él les repartió los bienes. No muchos días después, el hijo menor, juntando todo lo suyo, se fue a un país lejano y allá derrochó su fortuna, viviendo de una manera disoluta. Después de malgastarlo todo, sobrevino en aquella región una gran hambre y él empezó a padecer necesidad. Entonces fue a pedirle trabajo a un habitante de aquel país, el cual lo mandó a sus campos a cuidar cerdos. Tenía ganas de hartarse con las bellotas que comían los cerdos, pero no lo dejaban que se las comiera. Se puso entonces a reflexionar y se dijo: ‘¡Cuántos trabajadores en casa de mi padre tienen pan de sobra y yo, aquí, me estoy muriendo de hambre! Me levantaré, volveré a mi padre y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo. Recíbeme como a uno de tus trabajadores’. Enseguida se puso en camino hacia la casa de su padre. Estaba todavía lejos, cuando su padre lo vio y se enterneció profundamente. Corrió hacia él y echándole los brazos al cuello, lo cubrió de besos. El muchacho le dijo: ‘Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo’. Pero el padre les dijo a sus criados: ‘¡Pronto!, traigan la túnica más rica y vístansela; pónganle un anillo en el dedo y sandalias en los pies; traigan el becerro gordo y mátenlo. Comamos y hagamos una fiesta, porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y lo hemos encontrado’. Y empezó el banquete. El hijo mayor estaba en el campo y al volver, cuando se acercó a la casa, oyó la música y los cantos. Entonces llamó a uno de los criados y le preguntó qué pasaba. Éste le contestó: ‘Tu hermano ha regresado y tu padre mandó matar el becerro gordo, por haberlo recobrado sano y salvo’. El hermano mayor se enojó y no quería entrar. Salió entonces el padre y le rogó que entrara; pero él replicó: ‘¡Hace tanto tiempo que te sirvo, sin desobedecer jamás una orden tuya y tú no me has dado nunca ni un cabrito para comérmelo con mis amigos! Pero eso sí, viene ese hijo tuyo, que despilfarró tus bienes con malas mujeres y tú mandas matar el becerro gordo’. El padre repuso: ‘Hijo, tú siempre estás conmigo y todo lo mío es tuyo. Pero era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y lo hemos encontrado’ “.

Cómo puedo descargar el calendario litúrgico con las lecturas bíblicas

Estos son los pasos para descargar un calendario litúrgico con lecturas diarias:

Vaya a uno de los sitios web que ofrecen un calendario litúrgico con lecturas diarias, como Ciudad Redonda, ACI Prensa o La Iglesia Episcopal.

Luego, vaya a la sección de calendario del sitio web.

Busque el mes y el año para el que desea descargar el calendario.

Haga clic en el botón o enlace de descarga, si está disponible.

Guarde el archivo en su computadora o dispositivo.

Abra el archivo para ver el calendario litúrgico con lecturas diarias.

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