Entre la larga lista de plantas medicinales, hay una que no solo destaca por sus propiedades medicinales, sino también por su facilidad de cultivo y sus poco conocidos efectos secundarios. Se trata de la bugambilia, también conocida como veranera o trinitaria.
De nombre científico Bougainvillea spectabillis Willd y perteneciente a la familia Nyctaginaceae, esta pequeña flor blanca con vistosas hojas y brácteas color magenta crece en los racimos de una planta trepadora que llega a medir de dos a tres metros de altura.
La bugambilia se caracteriza por tener verdes tallos espinosos, hojas alternas y brácteas que van del rojo al morado, así como flores que salen en grupos de tres.
Esta planta medicinal es originaria de Brasil, aunque se ha extendido por todo el continente debido a su facilidad e cultivo, ya que crece en climas cálido, semicálido, semiseco, muy seco y templado.
Las propiedades medicinales de la bugambilia
Debido a sus propiedades naturales, la bugambilia se caracteriza por ser un antitusígeno, antipirético y expectorante, esto quiere decir que ayuda a combatir problemas respiratorios como la mucosidad, tos seca, gripa, asma bronquitis, incluso reduce los ronquidos, el dolor del pulmón y hasta fiebre.
Esta planta medicinal, además, mejora el sistema respiratorio pues propicia el correcto funcionamiento de los pulmones y la oxigenación del cuerpo.
No solo eso, la bugambilia también ayuda a combatir el acné, las infecciones y la descamación, además de acelerar la cicatrización de las heridas.
Aunque en muy pocos casos, también se hace mención de su empleo para tratar alferecía de niños, una enfermedad del sistema nervioso; así como ahogamiento, dolor de estómago, mal de orín, barros y espinillas.
Cómo alivia el ronquido
Dependiendo del padecimiento que se quiera combatir, es la modalidad en la que se suministra esta flor, pero en la mayoría de los casos se utilizan las hojas fucsia, magenta y roja para hacer un té.
Se recomienda tomarlo en té tres veces al día, hasta quitar la tos, o bien, se bebe caliente por tres o cuatro días, se suspende el tratamiento por una semana y luego se repite, hasta sentir mejoría.
También se elabora un jarabe con azúcar cande del que se toma una copita por las noches. Combinándola con tulipán rojo, naranja, canela, orégano y tomillo, se toma como agua de tiempo.
En una infusión preparada con la bugambilia morada, roja y anaranjada y con ocote que tenga trementina, se deja concentrar bien, y endulzada se bebe tres veces al día.
Con gordolobo, pimientos, clavos, una cápsula de éter y flor de anacahuite, se bebe en ayunas. Se recomienda también la flor hervida, administrada por vía oral, para el asma, bronquitis y disentería.
Elaborado junto con hinojo y tila se ingiere para aliviar el ronquido y dolor de pulmón y hecho con hiedra, fruto de capulín, canela y cebolla morada, se toma contra la tos ferina.
Si se aplica en la piel en infusión fría, la bugambilia puede combatir acné, infecciones y descamación, así como acelerar la cicatrización de las heridas.
Efectos secundarios
Aunque el consumo de bugambilia, principalmente en té, es una práctica común, su uso en exceso puede provocar efectos secundarios como: alergias, vómitos, diarrea, estreñimiento y afectar la salud renal.
Además, su uso no está recomendado para niños, mujeres embarazadas o en procesos de lactancia, ni a pacientes con enfermedades renales, de osteoporosis o hepatopatías.
Con información de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de México