Qué santo se celebra este 24 de febrero; así fue su vida

La lista del santoral para que sepas a quiénes debes felicitar en un día como hoy

Majestuosidad de santos católicos en el arte barroco de vidrieras en catedrales. Todos los días hay una celebración onomástica. (Imagen ilustrativa Infobae)

Buenas acciones, sacrificios mortales e incluso sucesos inexplicables surgidos por una aparente divinidad, son las razones por las que diferentes individuos fueron beatificados y canonizados por el Vaticano para llevar consigo el nombre de santo.

Todos los días, marcados en el calendario, se conmemora la vida y muerte de estos seres, hombres y mujeres, que dedicaron su existencia a la iglesia católica misma que les valió el nombramiento.

Este es el santoral del sábado 24 de febrero.

Festejo del día: San Modesto

La Iglesia católica reconoció a San Modesto por su labor de restaurar los templos de los Santos Lugares en Jerusalén después de que los persas los destruyeron.

En el año 600 el rey persa Cosroes que siempre estuvo en contra la religión destruyó y quemó sistemáticamente todos los lugares sagradas donde se practicaba el catolicismo, entre las víctimas de este movimiento estuvieron el Arzobispo de Jerusalén, San Zacarías.

San Modesto reconstruyó los templos y Heráclito, el nuevo gobernante, logró sacar a todos los persas de la ciudad. Después de librarse de los persas, el emperador nombró Patriarca Arzobispo de Jerusalén a Modesto por su importante labor de reconstruir los lugares donde se practicaba la religión.

Junto a este personaje hay otros santos y mártires a los que también se les celebra este sábado 24 de febrero como los siguientes:

San Sergio de Capadocia

San Etelberto

San Evecio

San Pedro Palatino

Beato Contancio de Fabriano Servioli

Beata Josefa Naval Girbés

Beato Marcos de Marconi

Beato Tomás María Fusco

Qué se necesita para ser nombrado un santo

Fieles católicos y miembros del clero asisten a la ceremonia de beatificación de los sacerdotes Rutilio Grande y Cosme Spessotto y los laicos Manuel Solorzano y Nelson Lemus en la Plaza El Salvador del Mundo en San Salvador, El Salvador 22 de enero de 2022. (REUTERS/José Cabezas)

La Iglesia Católica y ortodoxa usan la canonización para declarar como santo a una persona ya fallecida, lo que implica incluir su nombre en el canon (lista de santos reconocidos) y el permiso de venerarla, reconociendo su poder ante Dios.

Durante el Cristianismo, las personas eran reconocidas como santas sin necesidad de un proceso formal; sin embargo, ello cambió en la Edad Media.

En el caso del catolicismo, la Iglesia debe hacer una investigación exhaustiva de la vida de la persona a santificar y existen cuatro formas de lograr el nombramiento: la vía de las virtudes heroicas; la vía del martirio; la de las causas excepcionales, confirmadas por un culto antiguo y fuentes escritas; y la del ofrecimiento de la vida.

Además, es requisito indispensable que haya hecho al menos dos milagros (o uno en el caso de ser mártir). La canonización se hace en una solemne declaración papal y se le asigna un día de fiesta para la veneración litúrgica.

No hay un periodo establecido para realizar la canonización de un personaje, pues incluso hay casos como el de San Pedro Damián que fue canonizado hasta 756 años después de su muerte o, por el contrario, el caso de San Antonio de Padua que fue nombrado hasta 352 días después de su deceso.

La última canonización tuvo lugar en octubre de 2019, cuando el Papa declaró santos al cardenal John Henry Newman y a la hermana Dulce, de Brasil.

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