Hace unas décadas, incluso siglos, los ancestros acostumbraban a nombrar a sus hijos con el nombre del santo del día en que nacieron, no en vano en las famosas “Mañanitas” hay una estrofa que dice: “Hoy por ser día de tu santo te las cantamos aquí…”.
El onomástico hace alusión día en que se festeja algún santo, aunque es común que mucha gente lo use como sinónimo de cumpleaños, lo cual es erróneo, pues al hablar de él sólo se alude al listado de los nombres del santoral.
Como se indica en el calendario santoral, hoy también se conmemora a las mujeres y hombres que destacaron por tener conexiones especiales con las divinidades, que hicieron buenas acciones por el prójimo y que tenían una elevada ética y moral, motivos que los llevaron a ser canonizados o beatificados y formar parte del santoral.
Este es el santoral del sábado 3 de febrero.
Celebración del día: San Blas
San Blas Bendito dedico gran parte de su vida a la medicina y a difundir la palabra de Jesucristo, aprovechó el alcance que tenía con sus pacientes y en cada oportunidad que tenía hablaba de la religión para sumar nuevos creyentes al cristianismo.
El pueblo de Sebaste, donde ejerció la medicina, lo eligió como obispo y cuando estalló la persecución de Diocleciano, San Blas se escondió en la cueva de una montaña junto con otros adeptos. Durante su vida huyendo de la persecución a los cristianos motivó y ayudó a los creyentes perseguidos.
San Blas nació aproximadamente a mediados del siglo III y se convirtió en mártir en el siglo IV. El milagro que se le atribuye es el de salvar a un menor moribundo que se le había clavado una espina en la garganta. El devoto a Jesucristo antes de morir se acercó al niño ante la desesperación de la madre y trazó la señal de la cruz sobre su garganta, rezó unos segundos por él y, repentinamente se repuso y arrojó la espina que lo estaba ahogan.
Junto a este personaje hay otros santos y mártires a los que también se les celebra este sábado 3 de febrero como los siguientes:
San Oscar de Brema
San Adelino de Celle
Santo Profeta Azarías
Santa Berlinda de Meerbeke
San Celerino de Cartago
San Leonio de Poitiers
San Lupicino de Lyon
Santa María de San Ignacio Thévenet
Santa Olivia mártir
San Tigrido
Santa Wereburga de Chester
Beato Helinando de Froidemont
Beato Juan Nelson
Beata María Ana Rivier
Beata María Elena Stollenwek
Diferencia entre beatos y santos
El santoral es el conjunto de personas (mujeres y hombres) que son veneradas por la Iglesia al ser proclamados como santos o beatos en una fecha determinada en el calendario.
En el trayecto hacia la canonización hay cuatro pasos: el primero es ser nombrado como siervo de Dios, el segundo es ser venerable; el tercer paso es ser beato y, finalmente, el cuarto paso es ser santo.
La beatificación sólo la pueden lograr los fieles que hayan fallecido con fama de ser santos en diversos sitios y este proceso se puede llevar a cabo de dos formas: a través de una causa de virtudes heroicas y la segunda es el martirio, es decir, si la persona murió a causa de su fe.
Por otro lado, el proceso para convertirse en santo implica sumar el nombre de la persona santificada en el canon (lista de santos reconocidos) y con ello se permite que la comunidad creyente le rinda culto público y universal, en tanto, se le asigna una fiesta litúrgica, se le dedican altares, capillas y se reconoce su poder para interceder ante Dios.
Aunque la Iglesia no ha dado una cifra exacta, se cree que actualmente habría hasta nueve mil santos reconocidos. De acuerdo con el Martirologio Romano, actualizado en el 2005, la Iglesia Católica cuenta con al menos siete mil santos, aunque no se cuenta a los mártires, por lo que muchos piensan que incluso la cifra podría llegar a las 20 mil personas.
En la historia reciente, el Papa Juan Pablo II logró canonizar a 388 santos, mientras que el papa Francisco ha batido todos los récords luego de que al día de hoy ha canonizado a 898 santos, 800 de ellos al mismo tiempo.
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