Buenas acciones, sacrificios mortales e incluso sucesos inexplicables surgidos por una aparente divinidad, son las razones por las que diferentes individuos fueron beatificados y canonizados por el Vaticano para llevar consigo el nombre de santo.
Todos los días, marcados en el calendario, se conmemora la vida y muerte de estos seres, hombres y mujeres, que dedicaron su existencia a la iglesia católica misma que les valió el nombramiento.
Este es el santoral del viernes 20 de octubre.
Celebración del día: San Honorio abad
Fregenal de la Sierra (Badajoz) remonta sus orígenes hacia el 580 antes de Cristo, cuando la poblaron los celtas de la Lusitania, llamándola Nertóbriga. Inscripciones romanas confirman la presencia del Nuevo Imperio del Lacio. Fue sede episcopal, que en el reinado de Wamba ya había sido extinguida. Después fue villa de los templarios con su castillo como plaza fuerte y con las encomiendas de Higuera y Bodonal.
Uno de los cuatro santos que figuran en su historia cristiana fue san Honorio, abad. En una lápida hallada en la ermita de San Miguel se lee la siguiente inscripción: "In nomine Domini respicis augustum praeciosa rupe supulcrum. Hospitium Beatissimi Honorii abbatis caelestia tenentis regna. In saecula saeculorum amen. Hic tumullus Honorii abbatis".
Así, sabemos de su vida ejemplar, de sus oraciones y penitencias, del testimonio ante los cristianos de la primera época. Nos queda el deseo de darle a Dios, siguiendo sus pasos, lo mejor de nuestro tiempo.
Junto a este personaje hay otros santos y mártires a los que también se les celebra este viernes 20 de octubre como los siguientes:
Santa Irene de Tancor
Santa Aca
Santa Adelina de Savigny
San Aderaldo de Troyes
San Andrés Calibita
San Caprasio de Agen
San Cornelio centurión
San Leopardo de Osimo
Santa María Bertila Boscardin
San Sindulfo de Aussonce
San Vital de Salzburg
Beato Jacobo de Strepa
Beato Jakob Kern
Beata María Teresa de Soubiran La Louvière
Cómo es el proceso para beatificar y canonizar
El santoral es el conjunto de personas (mujeres y hombres) que son veneradas por la Iglesia al ser proclamados como santos o beatos en una fecha determinada en el calendario.
En el trayecto hacia la canonización hay cuatro pasos: el primero es ser nombrado como siervo de Dios, el segundo es ser venerable; el tercer paso es ser beato y, finalmente, el cuarto paso es ser santo.
La beatificación sólo la pueden lograr los fieles que hayan fallecido con fama de ser santos en diversos sitios y este proceso se puede llevar a cabo de dos formas: a través de una causa de virtudes heróicas y la segunda es el martirio, es decir, si la persona murió a causa de su fe.
Por otro lado, el proceso para convertirse en santo implica sumar el nombre de la persona santificada en el canon (lista de santos reconocidos) y con ello se permite que la comunidad creyente le rinda culto público y universal, en tanto, se le asigna una fiesta litúrgica, se le dedican altares, capillas y se reconoce su poder para interceder ante Dios.
Aunque la Iglesia no ha dado una cifra exacta, se cree que actualmente habría hasta nueve mil santos reconocidos. De acuerdo con el Martirologio Romano, actualizado en el 2005, la Iglesia Católica cuenta con al menos siete mil santos, aunque no se cuenta a los mártires, por lo que muchos piensan que incluso la cifra podría llegar a las 20 mil personas.
En la historia reciente, el Papa Juan Pablo II logró canonizar a 388 santos, mientras que el papa Francisco ha batido todos los récords luego de que al día de hoy ha canonizado a 898 santos, 800 de ellos al mismo tiempo.
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