Onomásticos para conmemorar hoy: el santoral del miércoles 28 de junio

Cada una de las personas reconocidas como santos o beatos tienen asignada una fecha en el calendario para ser conmemorados

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El santoral cambia cada día.recuerda a quienes se caracterizaron por sus buenas acciones. (Infobae/Jovani Pérez)
El santoral cambia cada día.recuerda a quienes se caracterizaron por sus buenas acciones. (Infobae/Jovani Pérez)

Buenas acciones, sacrificios mortales e incluso sucesos inexplicables surgidos por una aparente divinidad, son las razones por las que diferentes individuos fueron beatificados y canonizados por el Vaticano para llevar consigo el nombre de santo.

Todos los días, marcados en el calendario, se conmemora la vida y muerte de estos seres, hombres y mujeres, que dedicaron su existencia a la iglesia católica misma que les valió el nombramiento.

Este es el santoral del miércoles 28 de junio.

Festejo del día: San Ireneo de Lyon

Es considerado como uno de los padres de la Iglesia, porque en la antigüedad con su sabiduría y sus escritos libró a la cristiandad de las dañosísimas enseñanzas de los Gnósticos y supo detener a esta secta que amenazaba con hacer mucho mal.

En una hermosa carta San Irineo le dice a un amigo suyo que se pasó a los gnósticos: "Te recuerdo que siendo yo un niño, allá en Asia Menor me eduqué junto al gran obispo Policarpo. Y también tú aprendiste con él, antes de pasarte a la perniciosa secta. ¡Con qué cariño recuerdo las enseñanzas de este gran sabio Policarpo! Podría señalar todavía el sitio donde se colocaba para enseñar y su modo de andar y de accionar y los rasgos de su fisonomía y las palabras que dirigía a la muchedumbre. Podría todavía repetir (aunque han pasado tantos años) las palabras con las cuales nos contaba como él había tratado con Juan el Evangelista y con otros que conocieron personalmente a Nuestro Señor. Y como el apóstol Juan les repetía las mismas palabras que el Redentor dijo a ellos y les contaba los hechos maravillosos que ellos presenciaron cuando vivieron junto al Hijo de Dios. Todo esto lo repetía muchas veces Policarpo y lo que él enseñaba estaba totalmente de acuerdo con las Sagradas Escrituras. Yo oía todo aquello con inmensa emoción y se me quedaba grabado en el corazón y en la memoria. Y lo pienso y lo medito y lo recuerdo, con la gracia de Dios cada día".

Y después de anotar tan hermosos recuerdos de su niñez le dice al gnóstico: "en la presencia del Señor Dios, te puedo asegurar que aquel santo anciano Policarpo, si oyera las herejías gnósticas que tú enseñas, se taparía los oídos y exclamaría: '¡Oh Dios: que cosas tan horribles me ha tocado escuchar en mi vida! ¡A que excesos de error se ha llegado en estos tiempos! ¿Por qué tengo que escuchar semejantes errores?' y saldría huyendo de aquél lugar donde se escuchan tus dañosas enseñanzas".

San Irineo nació en el Asia Menor hacia el año 125 y como lo dice en su carta, tuvo el privilegio de ser educado por San Policarpo, un santo que fue discípulo del evangelista San Juan. Después se fue a vivir a Lyon que era la ciudad más comercial y populosa de Francia en ese tiempo.

Era el sacerdote más sabio de Lyon y por ello los católicos de esta ciudad lo enviaron a Roma como jefe de una embajada que tenía como oficio obtener que el Sumo Pontífice concediera su perdón a un grupo de cristianos que antes habían sido infieles pero que ahora querían otra vez ser fieles a la Santa Religión.

Y sucedió que mientras él estaba en Roma estalló en Lyon la terrible persecución en la cual murieron el obispo San Potino y un inmenso número de mártires. Irineo hubiera sido también martirizado si se hubiera encontrado en esos días en Lyon. Pero cuando regresó ya se había calmado la persecución. Dios lo tenía destinado para defender con sus escritos la Santa Religión.

A su regreso a Lyon fue proclamado por el pueblo como sucesor del obispo San Potino y se dedicó con todo su entusiasmo a enfervorizar a sus cristianos y a defenderlos de los errores de los herejes.

En su tiempo se difundió mucho una de las herejías que más daño han hecho a la religión Católica y que aún existe en muchas partes. La secta de los gnósticos. Estos enseñan un sinfín de errores y no se basan en las Sagradas Escrituras sino en doctrinas raras e inventadas por los hombres. Creen en la reencarnación y se imaginan que con la sola mente humana se logran conseguir todas las soluciones a todos los problemas, sin la necesidad de la fe y de la revelación.

San Irineo que era un gran estudioso, se propuso analizar bien detenidamente todos los errores de los gnósticos y publicó cinco libros en los cuales los fue desenmascarando y les fue quitando su piel de oveja para que parecieran los lobos que eran. Él no atacaba con amargura, pero iba presentando lo absurdas que son las enseñanzas de los gnósticos. Se preocupaba más por convertir que por confundir y por eso era muy moderado y muy suave en sus ataques al enemigo. Pero de vez en cuando se le escapan algunas saetas como estas: "Con un poquito de ciencias raras que aprenden, los gnósticos ya se imaginan que bajaron directamente del cielo; se pavonean como gallos orgullosos y parece que estuvieran andando de gancho con los ángeles".

Los libros de Irineo contra los gnósticos fueron traducidos a los idiomas más extendidos de ese entonces y se divulgaron por todas las iglesias y con ellos se logró detener la peligrosa secta y librar a la religión de errores sumamente dañinos.

14 años después de su primera embajada fue enviado otra vez Irineo a Roma a pedir al Papa que quitara la excomunión a algunos cristianos que no habían querido obedecer las leyes de la Iglesia en cuanto a las fechas para la Semana Santa y Pascua. Y obtuvo el perdón del Sumo Pontífice. Por lo cual la gente decía que estaba haciendo honor a su nombre que significa: "Amigo de la paz".

No se sabe a ciencia cierta si Irineo murió mártir o murió de muerte natural. Pero lo que sí es cierto es que sus escritos han sido siempre de gran provecho espiritual para los cristianos.

Quiera Dios, por intercesión de este santo, enviar siempre a su Iglesia Católica, escritores que defiendan la religión y animen a todos a ser mejores seguidores de Jesucristo.

Los que enseñen a otros la santidad brillaran como estrellas por toda la eternidad. (Profeta Daniel 12, 3)

(Fuente: EWTN)

Junto a este personaje hay otros santos y mártires a los que también se les celebra este miércoles 28 de junio como los siguientes:

San Argimiro de Córdoba

San Heimerado de Hassungen

San Juan Southworth

Santa María Du Zhaozhi

San Pablo I papa

Santa Vicenta Gerosa


Cómo es el proceso para beatificar y canonizar

El Papa Francisco celebrando la Misa de Canonización de la Madre Teresa en la Plaza de San Pedro, el 4 de septiembre de 2016 en la Ciudad del Vaticano, Vaticano. (Getty Images)
El Papa Francisco celebrando la Misa de Canonización de la Madre Teresa en la Plaza de San Pedro, el 4 de septiembre de 2016 en la Ciudad del Vaticano, Vaticano. (Getty Images)

El santoral es el conjunto de personas (mujeres y hombres) que son veneradas por la Iglesia al ser proclamados como santos o beatos en una fecha determinada en el calendario.

En el trayecto hacia la canonización hay cuatro pasos: el primero es ser nombrado como siervo de Dios, el segundo es ser venerable; el tercer paso es ser beato y, finalmente, el cuarto paso es ser santo.

La beatificación sólo la pueden lograr los fieles que hayan fallecido con fama de ser santos en diversos sitios y este proceso se puede llevar a cabo de dos formas: a través de una causa de virtudes heróicas y la segunda es el martirio, es decir, si la persona murió a causa de su fe.

Por otro lado, el proceso para convertirse en santo implica sumar el nombre de la persona santificada en el canon (lista de santos reconocidos) y con ello se permite que la comunidad creyente le rinda culto público y universal, en tanto, se le asigna una fiesta litúrgica, se le dedican altares, capillas y se reconoce su poder para interceder ante Dios.

Aunque la Iglesia no ha dado una cifra exacta, se cree que actualmente habría hasta nueve mil santos reconocidos. De acuerdo con el Martirologio Romano, actualizado en el 2005, la Iglesia Católica cuenta con al menos siete mil santos, aunque no se cuenta a los mártires, por lo que muchos piensan que incluso la cifra podría llegar a las 20 mil personas.

En la historia reciente, el Papa Juan Pablo II logró canonizar a 388 santos, mientras que el papa Francisco ha batido todos los récords luego de que al día de hoy ha canonizado a 898 santos, 800 de ellos al mismo tiempo.

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