Honduras lanzó plan de protección para su mayor lago de agua dulce

El Lago de Yojoa está en peligro por la industria acuicultora, pues la forma en que alimentan las granjas de Tilapia causa el crecimiento excesivo de plantas como el zacate y lirio acuático, la muerte de animales y el sedimento en el suelo

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Honduras lanzó el martes un plan para salvar al Lago de Yojoa, su mayor reserva natural de agua dulce, en peligro por la industria acuícola, actividades agrícolas, deforestación y otros daños ambientales. (AFP)

El Lago de Yojoa, la mayor reserva de agua dulce de Honduras, está amenazado por las jaulas de las granjas de crianza de Tilapia, agricultora y por la deforestación. Frente a ello, la presidenta Xiomara Castro suspendió las licencias de operación ambiental de la acuicultura industrial del lago, pues de acuerdo con Ninoska Ferrufino, asistente del programa de protección ambiental del gobierno, esta industria es la responsable de la mayor parte de la contaminación de este lago centroamericano.

“Hemos identificado que en las jaulas se depositan grandes cantidades o toneladas [...] de concentrado” para alimentar a los peces y eso propicia la proliferación de plantas como el zacate y lirio acuático, la muerte de la biodiversidad del lago y la contaminación de sedimento en el fondo, explicó Ferrufino.

Frente a la amenaza ambiental, la gobernante lanzó una campaña para la reforestación y recuperación de la cuenca durante una ceremonia celebrada en el Parque Arqueológico Los Naranjos, cuna de una civilización que se asentó en el lugar 800 años antes de Cristo.

Aunque la acuicultura es la responsable principal de la contaminación, hay otros factores como el ganado y los cultivos agrícolas situados en los alrededores que impactan negativamente en la biodiversidad de este paraje natural.

“Nuestro lago hoy está seriamente dañado por la depredación de los grandes negocios industriales que han contaminado sus aguas, destruido sus acuíferos y sus reservas de peces han sido envenenadas, dramáticamente”, afirmó la presidenta Castro.

Un pescador, Leónidas Perdomo de 77 años, quien se ha ganado la vida en este lugar durante toda su vida, dijo haber sido testigo de la degradación del lago e insistió en el mismo sentido que el gobierno en que “tenemos que cuidar el lago es peligroso que pueda llegar a desaparecer”, expresó el adulto mayor.

En un esfuerzo conjunto, al menos 100 estudiantes voluntarios de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) se reunieron en el lago para retirar la plaga del lirio pues este absorbe el oxígeno del agua y bloquea la luz lo que impide el crecimiento balanceado de otras formas de vida del ecosistema, según explicó la universidad en su página web.

Con información de AFP.

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