Un niño de 11 años que había llamado a la policía de Mississippi para pedir ayuda durante un evento de violencia intrafamiliar fue víctima de abuso policial cuando el oficial de la ciudad de Indinola Greg Capers le disparó en el pecho a pesar de que el menor no estaba armado y estaba siguiendo las indicaciones cuando fue atacado. La familia del menor exigió que los cargos correspondientes fueran aplicados en contra del elemento.
Aderrien Murry, el niño que llamó a la policía a petición de su madre pues había sido amenazada por su esposo alrededor de las cuatro de la mañana (hora local), “no hizo nada malo y había hecho todo bien” hasta que recibió el disparo, de acuerdo con las palabras del abogado de la familia Carlos Moore.
Aderrien fue llevado al Centro Médico de la Universidad de Mississippi para recibir tratamiento y fue dado de alta el miércoles 24 de mayo, de acuerdo con CNN.
“Exigimos justicia. Un niño negro de 11 años en la ciudad de Indianola estuvo a punto de perder la vida”, dijo Moore.
El abogado pidió que se publicara el video de la cámara corporal del policía involucrado y se opuso a que le fuera permitida la libertad bajo fianza mientras se lleva a cabo la investigación. Durante el jueves 25 de mayo por la mañana un grupo de manifestantes junto a la familia del menor se sentaron frente al ayuntamiento para exigir justicia.
El departamento de policía no realizó comentarios sobre los hechos. Mientras, las autoridades locales ya están realizando la investigación pertinente.
Este incidente se suma a la alarmante lista de abuso policial contra la comunidad afroestadounidense en el país. Tan sólo en abril la policía acudió por una llamada de violencia doméstica a la casa equivocada y terminó asesinando a un hombre de 52 años en Nueva México.
Con información de Reuters.