Desde el primero de julio de este año las compañías de Florida con más de 25 empleados deberán comprobar el estatus migratorio de quienes deseen contratar con base en los datos del registro federal. De no cumplir con esta regulación recién aprobada, el empleador será sujeto a cuantiosas multas.
Según una estimación del laboratorio de ideas Migration Policy Institute, el estado cuenta con 22 millones de habitantes, entre los cuales al menos 772 mil son migrantes indocumentados. Muchos trabajan en sectores primarios que sostienen el flujo económico como la agricultura, la construcción y la hostelería.
“Para los que venimos sin ningún documento, más que con las ganas de trabajar, se nos hacen más estrechos los caminos para encontrar un empleo”, lamenta un migrante quien pidió anonimato por temor a las repercusiones gubernamentales.
Impedir la agregación económica de personas indocumentadas al sector laboral podría tener graves consecuencias estimadas en miles de millones de dólares, según Samuel Vilchez, director para Florida de la American Business Immigration Coalition, una asociación entre empresas que abogan por una mejor integración laboral de los migrantes a la economía de los Estados Unidos.
Aunque la ley aun no entra en vigor y no se exige la demanda de trabajadores con situación migratoria irregular, las personas en esa situación ya comenzaron a preocuparse sobre el futuro que les aguarda, pues deberán cambiar de estado y comenzar de cero una vez más.
El gobernador republicano de Florida desde el 2019, Ron DeSantis, ha estado dentro de la lista de favoritos para la nominación de candidatos para las elecciones presidenciales 2024 y compite contra el ex presidente Donald Trump quien ya declaró sus intenciones de reiniciar su campaña política. DeSantis, ha implementado varias reformas conservadoras en materia de educación, en salud sexual como el aborto y la inmigración no documentada.
“Todos los políticos quieren su parte del pastel y nosotros pagamos los platos rotos”, dice el mexicano. “Vinimos para trabajar, enviar dinero a nuestras familias, gastarlo aquí y pagar impuestos. Esto es injusto”, expresó el migrante anónimo.
Con información de AFP.