La invasión de Rusia a Ucrania ha impactado en la vida de los más jóvenes. En las zonas seguras de Ucrania, los niños usan cascos, trajes militares y armas en sus juegos infantiles, mientras se les enseña que el presidente Vladimir Putin es el responsable de que hayan tenido que dejar la escuela, de la muerte de familiares o amigos, o la exposición a distintos tipos de horrores.
“Me gusta mucho jugar a la guerra. Quiero crecer y convertirme en un héroe de guerra de verdad”, dijo Maksim Mudrak, un niño de 10 años, que perdió a su padre al inicio de la invasión, cuando salió a entregar suministros a unos voluntarios.
Por otro lado, Sofiya de seis años, comenta que su madre le aseguró que Rusia está lanzando bombas: “Mamá también dijo que él (Putin) es muy malo. Y también golpeaba a gatos y perros cuando era niño. Y luego, cuando creció, eso se transfirió a las personas”, precisó a la AFP.
Según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), más de 500 niños murieron desde que comenzó el ataque.
De acuerdo con la psicóloga Katerina Goltsberg, los niños han jugado siempre a la guerra en situaciones de conflicto, y este recurso es una forma de procesar sus experiencias con los de su misma edad y los adultos.
Con información de AFP.