En un encuentro entre el arte y la ciencia, la Filarmónica Nacional de los Estados Unidos y la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) crearon una experiencia artística en la que, a través de siete cortometrajes y suites de orquesta, se experimenta el universo con imágenes inverosímiles tomadas en el espacio gracias al telescopio espacial James Webb.
Las piezas musicales “Ciclos cósmicos” fueron creadas por el reconocido compositor Henry Dehlinger, en un ejercicio de “meditación sobre el cosmos en general” mientras observaba las impresionantes imágenes del Centro Goddard de Vuelos Espaciales , según sus propias palabras. Pues además de que la experiencia une la música con las fotografías, se anexaron sonidos del universo, por ejemplo, de un agujero negro.
“Sirvieron de inspiración inicial para cada movimiento de ‘Ciclos cósmicos’, empezando por el Sol, pasando por la Luna y la Tierra, hasta llegar a la pieza astrofísica del final, que llamamos ‘Ecos del Big Bang’, en la que exploramos los orígenes del universo a través de la música y la inmersión visual”, explicó el compositor.
La obra se presentó en dos ocasiones fuera de Washington y la NASA subió a Youtube una versión resumida de los eventos.
La experiencia comienza con el Sol, la mayor fuente electromagnética de nuestro sistema solar, y fotografías de la superficie de la estrella con las inhóspitas condiciones marcadas por las explosiones y una superficie gaseosa. Los movimientos dos y tres nacieron de los estudios de la Tierra, desde adentro del planeta y desde la perspectiva lejana de los astronautas en el espacio. La cuarta composición se creó con base en la Luna, para posteriormente mostrar a otros planetas como Marte y Júpiter. Posteriormente, se desarrollan los estudios con asteroides, agujeros negros y se finaliza con nebulosas y otros fenómenos galácticos.
“Casi tuve que pellizcarme y recordarme a mí mismo que esto no es una ficción, esto es real. No es ciencia ficción, es la ciencia rea””, afirmó Dehlinger.
Con información de AFP.