Criptomonedas hoy: precios de las principales divisas virtuales

El bitcoin, una de las principales criptomonedas, registra un precio de 28.990,7 dólares

Las criptomonedas se caracterizan por usar redes blockchain, no existir físicamente y carecer de regulación. (Infobae/Jovani Pérez)

Las monedas digitales han experimentado un sube y baja en los últimos meses, pues ciertos personajes multimillonarios -como Elon Musk- y gobiernos han optado por darles un empujón como moneda de curso legal, pero también han presentado algunos tropiezos como el "criptocrash", ocurrido a principios de mayo de 2022 que puso en jaque a muchas criptodivisas.

Pese a este panorama, cada vez son más las personas que optan por adquirir criptomonedas con la esperanza de tener una inversión a mediano y largo plazo, a pesar de la volatilidad que las caracteriza.

El precio de las criptomonedas

Esta es la cotización de las principales criptomonedas para este 6 de mayo de 2023.

El bitcoin cotiza este día en 28.990,7 dólares, lo que implica un cambio de 0,5% en las últimas horas.

La segunda moneda digital más popular del mercado, ethereum, ha mostrado un movimiento de 1,42% en las últimas 24 horas, por lo que su valor se ubica en 1.904,45 dólares.

Sobre Tether US, cotiza en 1 dólares, por lo que en el último día tuvo un movimiento de 0,11%.

Por su parte, BNB tiene un valor de 323,35 dólares, con un cambio de -0,18%, en tanto que el litecoin hace lo propio con 84,54 dólares tras una variación de -4,47%.

Finalmente, el dogecoin, una de las monedas virtuales que ha impulsado el propio Elon Musk, tiene un valor de 0,08 dólares tras presentar un cambio de -1,36% en las últimas 24 horas.

Una representación de la minería de criptomonedas. (Foto: Getty Images)

El criptocrash: la pesadilla de las monedas digitales

En las primeras semanas de mayo de 2022 las monedas digitales dejaron al descubierto que, por más que lo intenten, no pueden escapar del apetito especulador, luego de que el llamado “criptoinvierno” o “criptocrash” hundiera en los valores mínimos a varias monedas digitales como el bitcoin, ethereum y LUNA de Terra, situación que dejó en sin ahorros a muchos inversores.

Se le llama “criptoinvierno” cuando los precios caen sorpresivamente y no se ve o pronostica ninguna mejoría en los próximos seis meses.

Este último episodio fue impulsado por varios elementos: la inflación en el mundo y la propuesta de prohibir el uso y la extracción de estas en Rusia, actualmente en conflicto con Ucrania.

Este inquietante término además alude no sólo a la fuerte caída de las monedas virtuales, sino también a la disminución del volumen de operaciones y meses de estancamiento del mercado, un fenómeno que tampoco es nuevo, pues recién en el 2018 se vivió un hecho similar.

Sin embargo, el sabor de boca que ha dejado la más reciente crisis difiere de lo vivido hace cuatro años, pues este criptocrash ha afectado a todas las criptomonedas en un efecto dominó y no sólo unas cuantas, por lo que el miedo de que los efectos negativos puedan persistir por más tiempo son latentes.

La última crisis llevó al bitcoin a caer sorpresivamente un 77% de su valor, hasta llegar a la barrera de los 28,000 dólares; mientras que otras como Ethereum perdió el 30.88% de su valor en ese mes. El efecto dominó también afectó a la “stablecoin” de Terra, LUNA, que cayó más del 100% al pasar de los 118 dólares a valer 0,09 dólares, golpe del cual aún no se puede recuperar.

Pese al actual panorama, aún hay quienes guardan la esperanza de que las criptomonedas se recuperen, mientras que otros, con esa misma fe, han invertido en ellas aprovechando el reciente descalabro que también ha dejado sin ahorros a otros.

Monedas digitales en Latinoamérica

Criptomonedas en Argentina: pese a que en Argentina las monedas virtuales no han sido legalizadas, su uso ha ido en aumento tras las décadas de inestabilidad financiera a la que los ciudadanos se han enfrentado, convirtiéndose en una de las naciones latinoamericanas con mayor presencia de criptomonedas. Sobre esta línea, el presidente Alberto Fernández ha sugerido su uso para combatir la inflación.

Además del bitcoin, otra de las criptomonedas más populares es la de LUNA, un token con el que se cotiza en el sistema de Terra y que puede ser comprada desde la plataforma Tienda Crypto. Dicha criptodivisa ha logrado tener un máximo histórico de hasta 119.18 dólares.

Criptomonedas en México: el Banco de México (Banxico) ha determinado que ninguna de las instituciones que participan en el sistema financiero nacional podrá hacer uso o deberá permitir operaciones de ninguna clase a través de este medio de pago.

Sin embargo, un estudio realizado en el 2022 por la firma Finder, se tiene registro de que en el país hay alrededor de 12 millones de mexicanos que poseen criptomonedas, siendo 59% hombres y 41% mujeres.

En territorio mexicano el empresario Ricardo Salinas Pliego, uno de los más ricos del país, ha mostrado interés en las criptomonedas y ha asegurado que varios de sus negocios aceptarán bitcoin en el futuro, incluido su banco; actualmente una de sus tiendas más populares ya lo hace.

Criptomonedas en Perú: el Banco Central de Reserva del Perú (BCR) ha dejado en claro que su misión no es ser el primero ni el segundo banco central que regule el uso de las criptomonedas, ello debido a la inestabilidad que las caracteriza. Sin embargo, hace días el presidente del (BCR) aseguró que el BCR trabajaba en un proyecto de moneda digital propia.

Criptomonedas en Colombia: en la nación sudamericana hay más de 500 sitios donde es permitido pagar con criptodivisas. Colombia ocupa el puesto 14 entre 26 países de adpción de criptomonedas, según el informe de Finder.

Criptomonedas en Centroamérica: en el gobierno de El Salvador, le ha dado su voto de confianza y el pasado 9 de junio de 2021 se convirtió en el primer país en legalizar el bitcoin como moneda legal. Además, el presidente Nayib Bukele anunció su intención de crear la primera Bitcoin City en Conchagua y estaría financiada a través de bonos tokenizados con respaldo en bitcoin.

Fotografía de carteles que ofrecen bitcoin como forma de pago cerca a la playa El Zonte, en Chiltiupan, El Salvador. (EFE/ Miguel Lemus)

El caso Paraguay

Ante un panorama en el que la economía mundial enfrenta diversos retos como la inflación, la guerra rusoucraniana, la afectación en las cadenas de suministros por la pandemia del COVID-19 y otros elementos, los gobiernos han comenzado a replantearse alternativas antes impensables, como el hecho de regularizar las criptomonedas.

Recientemente el presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, vetó un proyecto de ley con el que se pretendía reconocer la minería de las criptomonedas como una actividad industrial y, ante ello, establecer un porcentaje para fijar una cuota de consumo, entre otros requerimientos.

La iniciativa ―que seguirá en discusión en ambas cámaras para decidir si se respeta o no el veto presidencial― ha levantado más de una ceja ante las consideraciones y los posibles alcances que podría tener, pues cabe recordar que El Salvador es el único país en el mundo que ha reconocido el bitcoin como una divisa de curso legal.

El proyecto paraguayo, que ya había sido avalado previamente por el Congreso, establece que la tarifa para la minería de las monedas digitales no exceda el 15% con relación a la tarifa industrial vigente, asimismo, otorga permisos para proveedores de servicios y de los mineros.

Otro de los aspectos más importantes es que se propone crear una dependencia que se especialice meramente en las monedas digitales y establezca sanciones, así como otro tipo de medidas.

Sin embargo, el decreto presidencial señala que la minería de criptoactivos se caracteriza por un alto consumo de energía eléctrica y escasa utilización de mano de obra, por lo que no puede ser categorizada como consumo industrial, sino como consumo electro intensivo que además pueden comprometer el desarrollo de la industria nacional, pues en cierto punto el país se vería obligado a importar energía eléctrica.

Sobre los hechos, el Banco Central Paraguayo ha alertado que ninguna de las criptomonedas que existen hoy día están respaldadas por ninguna autoridad monetaria, por lo que no está regulada, no garantiza protección o seguridad a quienes las usan y son inversiones altamente riesgosas.