Cerca de 200 activistas de la extrema derecha cantaron consignas e hicieron el saludo fascista fuera del cementerio San Isidro, donde se encuentran los restos del fundador del partido fascista Falange de España José Antonio Primo de Rivera, esto tras la exhumación del cuerpo en el marco de la ley de memoria democrática.
La ley aprobada hace seis meses, está diseñada para rememorar a las víctimas de la guerra civil española de 1936 a 1939 así como de el legado histórico de las décadas posteriores.
José Antonio Primo de Rivera creó el partido Falange en 1933 y se convirtió en uno de los pilares del régimen del militar y dictador Francisco Franco, junto con el ejército y la Iglesia Católica Romana en España.
Tras la elección de un gobierno republicano y la consecuente guerra, Primo de Rivera fue ejecutado en noviembre de 1936, pero fue hasta 1959 cuando fue enterrado dentro de la basílica en el Valle de los Caídos, ubicado al noreste de la capital.
El traslado de los restos del fallecido fundador se llevó a cabo en dos coches fúnebres y a través de la televisión pública española se difundió la operación de reunión de Primo de Rivera con sus familiares difuntos.
La Ley de memoria democrática, aprobada en octubre del año pasado, comenzó con la exhumación de los restos del dictador Francisco Franco con la intención de no olvidar los hechos históricos que marcaron al país, pues de acuerdo con la ley, ninguna figura involucrada con el golpe militar de 1936 que desencadenó la guerra civil podrá permanecer enterrada en un “lugar público destacado”, pues significaría un acto de homenaje o exaltación. Sin embargo, la acción podría ser controversial al poner sobre la mesa uno de los momentos políticos más críticos de España.
Frente a esto, el ministro del Gabinete, Félix Bolaños, dijo que la operación “fue un paso más” en los esfuerzos del gobierno del primer ministro español Pedro Sánchez para desligar el mausoleo como símbolo del franquismo y la ideología de extrema derecha.
Con información de AFP