Dispepsia funcional: causas, síntomas y tratamiento

Varias son las causas de esta enfermedad, sin embargo, hay distintas opciones para su tratamiento

Existen varas formas para diagnosticar este padecimiento (Infobae/Jovani Pérez)

La dispepsia funcional es un término para los síntomas recurrentes de malestar estomacal que no tienen una causa obvia. La dispepsia funcional también se denomina dispepsia no ulcerosa.

La dispepsia funcional es habitual. Es una afección constante, pero los síntomas no se manifiestan todo el tiempo. Los síntomas se parecen a los de una úlcera. Pueden incluir dolor o molestia en la parte superior del abdomen, hinchazón, eructos y náuseas.

Síntomas

Algunos de los síntomas de la dispepsia funcional pueden ser:

Dolor o ardor en el estómago, hinchazón, eructos excesivos o náuseas después de comer.

Una sensación rápida de plenitud al comer, lo que también se conoce como saciedad.

Dolor de estómago que no está relacionado con las comidas o que desaparece al comer.

Cuándo consultar con el médico

Programa una cita con el proveedor de atención médica si tienes síntomas persistentes que te preocupan.

Busca atención médica de inmediato si presentas alguno de los siguientes síntomas:

Vómitos con sangre.

Heces oscuras o alquitranadas.

Falta de aire.

Dolor en la mandíbula, el cuello o el brazo.

Pérdida de peso sin causa aparente.

Ante cualquier malestar lo mejor es acudir al médico (iStock)

Factores de riesgo

Hay factores que pueden aumentar el riesgo de dispepsia funcional. Entre estos, se incluyen los siguientes:

Ser mujer.

Usar determinados analgésicos de venta sin receta médica. Algunos son la aspirina y el ibuprofeno (Advil, Motrin IB, otros), que pueden causar problemas estomacales.

Fumar.

Tener ansiedad o depresión.

Tener antecedentes de abuso físico o sexual en la infancia.

Tener una infección por Helicobacter pylori.

Diagnóstico

Probablemente, el proveedor de atención médica revisará tus síntomas y te hará un examen físico. Varias pruebas pueden ayudar a encontrar la causa de tu malestar y descartar otros trastornos. Estas pueden incluir las siguientes:

Análisis de sangre. Los análisis de sangre pueden ayudar a descartar otras enfermedades que pueden causar síntomas similares a los de la dispepsia funcional.

Pruebas para detectar una bacteria. Una bacteria llamada Helicobacter pylori. La Helicobacter pylori puede causar problemas estomacales. Las pruebas de Helicobacter pylori pueden comprender una muestra de heces, el aliento o muestras de tejido del estómago que se toman durante la endoscopia.

Endoscopia. Se introduce un tubo especial con una lente de cámara y luz por la garganta hasta el esófago, el estómago y a la parte superior del intestino delgado. Este tubo se llama endoscopio. Esto permite al médico recoger muestras de tejido para detectar una infección o inflamación.

En algunos casos, puede que te hagan otras pruebas para ver cómo el estómago vacía su contenido.

Cada enfermedad tiene uno o varios tratamientos que seguir para combatirla (FERNANDO CARRANZA GARCIA/CUARTOSCURO)

Tratamiento

La dispepsia funcional que no puede tratarse con cambios en el estilo de vida puede requerir tratamiento. El tratamiento depende de los síntomas. Se pueden combinar medicamentos con terapia del comportamiento.

Medicamentos

Algunos medicamentos pueden ser de ayuda para controlar los síntomas de la dispepsia funcional. Entre estos, se incluyen los siguientes:

Remedios para los gases de venta sin receta médica. El ingrediente simeticona puede proporcionar algo de alivio al reducir los gases intestinales. Algunos ejemplos de remedios para aliviar los gases son Mylanta y Gas-X.

Medicamentos para reducir la producción de ácido. Estos medicamentos se llaman bloqueadores de H2, se venden sin receta médica e incluyen la cimetidina (Tagamet HB), la famotidina (Pepcid AC) y la nizatidina (Axid AR). Las formas más potentes de estos medicamentos se venden con receta médica.

Medicamentos que bloquean las “bombas” de ácido. Los medicamentos llamados inhibidores de la bomba de protones desactivan las “bombas” de ácido dentro de las células estomacales que segregan ácido. Entre los inhibidores de la bomba de protones que se venden sin receta médica se incluyen el lansoprazol (Prevacid 24HR), el omeprazol (Prilosec OTC) y el esopremazol (Nexium 24HR). Algunos inhibidores de la bomba de protones también están disponibles con receta médica.

Antibióticos. Si mediante pruebas te detectan Helicobacter pylori en el estómago, es posible que tu proveedor de atención médica te recete antibióticos con un medicamento supresor de ácidos.

Antidepresivos en dosis bajas. El proveedor de atención médica puede recetarte dosis bajas de antidepresivos tricíclicos y antidepresivos conocidos como inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina. Estos medicamentos pueden ayudar a inhibir la actividad de las neuronas que controlan el dolor intestinal.

Procinéticos. Estos medicamentos ayudan a que el estómago se vacíe más rápido y a contraer la válvula entre el estómago y el esófago. Esto ayuda a reducir el dolor en la parte superior del abdomen.

Medicamentos para aliviar las náuseas. Estos medicamentos se denominan antieméticos. Si sientes náuseas después de comer, los antieméticos pueden ser de ayuda. Entre ellos, se incluyen la prometazina, la proclorperazina y la meclizina.

Terapia conductual

Trabajar con un consejero o terapeuta puede ayudar a aliviar los síntomas que no mejoran con los medicamentos. Un consejero o terapeuta puede enseñarte técnicas de relajación que te ayuden a lidiar con tus síntomas. También puedes aprender maneras de reducir el estrés para controlar los síntomas.