Al menos 150 mil trabajadores formales e informales de la industria camaronera temen perder su trabajo después de que Honduras rompió relaciones comerciales con Taiwán para irse al mercado chino, pues en una declaración conjunta firmada el 26 de marzo, Honduras se comprometió a “no volver a tener ninguna relación o contacto de carácter oficial” con la isla, lo que los camaroneros hondureños interpretaron como el fin del Tratado de Libre Comercio con Taipéi, vigente desde 2008.
“Perder el mercado taiwanés para Honduras, como productor de camarones, es una situación muy compleja por el nivel de precios. Taiwán es un mercado de alto valor, donde nuestros camarones se pueden vender casi que el doble, con respecto al mercado chino”, dice Yader Rodríguez, dueño de una de estas plantas productoras de camarón.
De acuerdo con AFP, las fincas camaroneras en Honduras tienen unos 23.000 trabajadores directos, la mayoría mujeres, pero la cifra sube a 150,000 con los empleos indirectos. La Asociación Nacional de Acuicultores de Honduras se reunió con las autoridades de Tegucigalpa para manifestarles el temor de que las exportaciones hondureñas sean bloqueadas.
Aunque la incertidumbre se expande, hay “apertura en el gobierno de escuchar y buscar soluciones”, reconoce Juan Carlos Javier, presidente de la Asociación Nacional de Acuicultores de Honduras, quien destaca que más de un tercio de los ingresos por exportaciones de camarones en 2022 correspondieron a Taiwán.
En Centroamérica, después de que Honduras rompiera relaciones comerciales, ahora solo Guatemala y Belice tienen lazos con la isla. Para reafirmar la alianza, la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, visitó la semana pasada ambos países, donde prometió mantener la asistencia a sus aliados.
Sin embargo, por el principio de “Una sola China” Pekín no permite a ningún país mantener relaciones diplomáticas simultáneamente con la isla, lo que indirectamente amplifica las tensiones entre los bloques de China y Estados Unidos en unión con Taiwán.
Con información de AFP