Un tren de la empresa Norfolk Southern se descarriló este jueves en el condado de Calhoun, Alabama, horas antes de que el director ejecutivo de la compañía, Alan Shaw, testificara ante el Senado por el derrame de químicos a consecuencia de otro accidente ocurrido el pasado 3 de febrero.
Con el incidente de este jueves ya suman tres los acontecimientos de este tipo que se registran en un mes, lo que ha encendido los focos rojos sobre la seguridad ferroviaria en Estados Unidos.
En el accidente de este jueves, ocurrido a las 6:46 horas, no hubo reporte de personas heridas ni fugas peligrosas.
Apenas el sábado 4 de marzo 20 vagones de un tren de carga descarrilaron, aunque tampoco hubo personas muertas o heridas. Un mes antes, el 3 de febrero, ocurrió otro accidente similar en East Palestine, unos 300 kilómetros al noreste de Springfield, que dejó esparcidos químicos tóxicos en la atmósfera y obligó a evacuar a miles de personas que se encontraban a 300 kilómetros a la redonda.
Con información de Reuters
