Un rebaño de ovejas se ha convertido en una esperanza para salvar las ruinas arqueológicas de la antigua ciudad de Pompeya, hoy amenazada por la vegetación que crece descontroladamente.
Como parte de una iniciativa de agricultura sostenible, alrededor de 150 cortacéspedes lanudos son llevados a cada uno de los rincones de esta antigua ciudad para pastar y, al mismo tiempo, proteger el sitio.
“Si la hierba y otras plantas crecen dentro o sobre los muros antiguos y las casas, esto es un problema. Por lo tanto, tratamos de tener un enfoque sostenible para todo el medio ambiente para evitar el uso de sustancias”, dijo a Reuters Gabriel Zuchtriegel, director del parque arqueológico de Pompeya.
Además de que esta iniciativa ayuda a ahorrar dinero, también preserva el paisaje. Las autoridades locales esperan que esta medida ayude a atraer a más turistas.
El sitio de 66 hectáreas de Pompeya, de las cuales se han descubierto dos tercios desde que comenzaron las excavaciones hace 250 años, ofrece una visión única de la vida cotidiana en una antigua ciudad romana, congelada en el tiempo por la erupción del Monte Vesubio en el año 79 d.C.
Con información de Reuters