En un mundo regido por la inmediatez parecería que la ortografía ha dejado de tener importancia, sin embargo, el escribir textos con coherencia y sin erratas siempre traerá beneficios en todos los ámbitos.
En lo laboral, el escribir de forma correcta deja ver a los demás las habilidades y conocimientos que se poseen; además, ayuda a construir una imagen óptima a través de la cual puedes parecer una persona seria y confiable. El tener errores de ortografía y sintaxis pueden dar una imagen negativa que te haría parecer descuidado o con preparación.
Por otro lado, el tener la capacidad de hacer un texto bien redactado habla también de la personalidad, al mostrar interés por siempre construir un buen puente de comunicación con los interlocutores.
Aunque escribir bien no es una tarea sencilla, requiere de mucha práctica y de conocer las estructuras de la lengua, por lo que leer puede ser un gran apoyo para la riqueza de nuestro léxico.
En este sentido, la Real Academia Española (RAE) se ha convertido en la institución más relevante para la regularización lingüística, mediante la promulgación de normas para fomentar la unidad idiomática del mundo hispanohablante.
La Fundación del Español Urgente (Fundéu), en fusión con la RAE, emite a través de su página web y de manera constante diversas recomendaciones con el objetivo de velar por el buen uso del idioma español.
¿Cómo se escriben los números ordinales?
Ante las dudas que se presentan en la escritura de los números ordinales, se ofrece a continuación una serie de claves.
1. Números ordinales compuestos
Los ordinales compuestos de la primera y segunda decena se pueden escribir en una palabra (vigesimoprimero) o en dos (vigésimo primero), aunque, según explica la Ortografía de la lengua española, es mayoritaria, y por tanto preferible, la escritura univerbal. Sin embargo, y como señala esta misma obra, desde la tercera decena hasta la centena se tiende a escribir los números ordinales en dos palabras, aunque no se consideran inadecuadas las grafías en una sola (cuadragésimo quinto o cuadragesimoquinto).
Cuando se usa la forma en una sola palabra, no se acentúa el primero de los elementos, de modo que lo apropiado es vigesimoprimero, no vigésimoprimero.
2. Concordancia de los números ordinales
Cuando los números ordinales se escriben con más de una palabra, todas ellas deben concordar en género y número con el sustantivo al que acompañan: vigésima(s) cuarta(s) carrera(s). Cuando se escriben en una sola palabra, solo el segundo componente concuerda con el sustantivo: vigesimocuarta(s) carrera(s).
3. Uso de números fraccionarios y números ordinales
Según queda recogido en la Ortografía de la lengua española, los números fraccionarios acabados en -avo no equivalen a los números ordinales (decimocuarta planta, no catorceava planta), excepto en el caso de octavo, que sí puede funcionar como ordinal.
Sin embargo, sí es correcto el uso de varios números ordinales como fraccionarios: «Se quedó la vigésima parte del premio» equivale a «Se quedó la veinteava parte del premio».
4. Números romanos
Se leen indistintamente como ordinales o como cardinales desde el I hasta el X (incluido) cuando hablamos de siglos (siglo III: siglo tercero o siglo tres); sin embargo, cuando se habla de reyes, pontífices o emperadores se leen generalmente como ordinales: Fernando VI (Fernando sexto, no seis). A partir del número X, lo habitual es que se lean como cardinales (Juan XXIII: Juan veintitrés), según se indica en la Nueva gramática de la lengua española.
5. Números ordinales y cardinales con nombres de celebraciones
Con relación a los nombres de acontecimientos, aniversarios, celebraciones…, y aunque en los números menores de veinte se suele respetar el ordinal («3.ª Feria de la Tapa» y no «3 Feria de la Tapa»), la Nueva gramática de la lengua española señala que «se ha integrado la tendencia a usar los cardinales con el valor de los ordinales», que tradicionalmente se han escrito con números romanos: «El 30 aniversario de la muerte de Albert Camus», «El 30.º aniversario de la muerte de Albert Camus» o también «El XXX aniversario de la muerte de Albert Camus».
6. Letra voladita para abreviaturas
Las abreviaturas de los números ordinales se señalan con letras voladitas: las formas apocopadas primer y tercer y las formas en plural llevan voladas las dos últimas letras, (er, os, as); en el resto de los casos únicamente va volada la última letra (º, ª). Por ejemplo, «5.ª jornada de los sanfermines», «1.er concurso de lanzamiento de ladrillos» o «¡Que comiencen los 74.os Juegos del Hambre!». Además, lo adecuado es escribir un punto entre la cifra y la letra voladita. En español no se recomienda emplear las formas 1ro, 2do, 3ro, 4to…, que son un calco de las usadas en inglés.
Asimismo, las abreviaturas deben concordar en género y número con el sustantivo al que acompañan: 69.ª edición del Festival de San Sebastián, pero 69.º Festival de San Sebastián. Se recuerda también que la letra o volada (º) es diferente al símbolo de grado Celsius, que es un pequeño círculo (°): 27 °C.
¿Cuál es el papel de la RAE?
Fundada en Madrid en 1713 por iniciativa del octavo marqués de Villena, Juan Manuel Fernández Pacheco y Zúñiga, la RAE es la institución que busca preservar el buen uso y la unidad de una lengua en permanente evolución y expansión.
Sus más recientes estatutos (actualizados en 1993), establecen que la función principal de la Real Academia es “velar por que la lengua española, en su continua adaptación a las necesidades de los hablantes, no quiebre su esencial unidad”.
Este compromiso se ha plasmado en la denominada política lingüística panhispánica, compartida con las otras 22 corporaciones que forman parte de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), creada en México en 1951.
Actualmente, la institución está constituida por 46 académicos, entre ellos el director y los demás cargos de la Junta de Gobierno, elegidos para mandatos temporales.
Una de las críticas que se le han hecho a la RAE es su negativa a reconocer palabras o expresiones que han surgido entre las generaciones más jóvenes, sobre todo a raíz de la aparición de las redes sociales. Una de las polémicas más recientes es el reconocimiento del lenguaje inclusivo.
Sin embargo, en el 2020 optó por lanzar el Observatorio de Palabras, un repositorio digital que ofrece información sobre palabras o acepciones de palabras y expresiones que no aparecen en el Diccionario de la Lengua Española (DLE), pero que han generado dudas en cuanto a su uso, tales como neologismos, extranjerismos, tecnicismos, regionalismos, entre otros.
La información contenida en el Observatorio es provisional al no estar contemplada en las obras académicas, por lo que puede verse modificada y cambiar con el paso del tiempo, pero ello no implica que se acepte su uso.