Fiebre: causas, síntomas y tratamiento

Para tratar una enfermedad hay que conocer sus causas, síntomas y hasta el estado de salud del paciente

La fiebre es un aumento temporal de la temperatura corporal. Es una parte de la respuesta general del sistema inmunitario del cuerpo. Por lo general, la fiebre se debe a una infección.

Para la mayoría de los niños y adultos, la fiebre puede ser molesta. Pero no suele ser motivo de preocupación. Sin embargo, en el caso de los bebés, incluso una fiebre baja puede significar que hay una infección grave.

La fiebre normalmente desaparece al cabo de algunos días. Varios medicamentos de venta libre bajan la fiebre, pero no es necesario tratarla si no causa molestias.

Síntomas

La temperatura corporal varía levemente según la persona y el momento del día. La temperatura promedio se ha establecido tradicionalmente en los 98,6 grados Fahrenheit (37 grados Celsius). Por lo general, se entiende que una persona tiene fiebre si, al tomarle la temperatura con un termómetro oral, la temperatura en la boca es de 100 grados Fahrenheit (37,8 grados Celsius) o más.

Según la causa de la fiebre, los siguientes pueden ser otros signos y síntomas:

Sudoración Escalofríos y temblores Dolor de cabeza Dolores musculares Pérdida de apetito Irritabilidad Deshidratación Debilidad general

Cómo tomar la temperatura

Para tomar la temperatura, se puede elegir entre varios tipos de termómetros, incluidos los termómetros orales, rectales, de oído (timpánicos) y de frente (de la arteria temporal).

Los termómetros orales y rectales generalmente proporcionan la medición más precisa de la temperatura corporal central. Los termómetros de oído o de frente, aunque son convenientes, proporcionan mediciones de temperatura menos precisas.

Cuando es posible tomar la temperatura rectal en los bebés, esta es más precisa. Cuando le informes la temperatura al proveedor de atención médica, proporciónale tanto la cifra como el tipo de termómetro que usaste.

Cuándo debes consultar a un médico

La fiebre en sí misma puede no ser una causa de alarma (o un motivo para llamar al médico). Sin embargo, existen ciertas circunstancias en las que debes buscar ayuda de un médico para tu bebé, tu hijo o ti mismo.

La fiebre es un motivo de preocupación en bebés y niños pequeños. Llama al proveedor de atención médica de tu bebé si tu hijo: Tiene menos de 3 meses de edad y la temperatura rectal es de 100,4 °F (38 °C) o superior.

Tiene entre 3 y 6 meses de edad y la temperatura rectal es superior a 102 °F (38,9 °C) o tiene una temperatura más baja, pero parece inusualmente irritable, cansado o incómodo.

Tiene entre 7 y 24 meses de edad y la temperatura rectal es superior a 102 °F (38,9 °C) y dura más de un día, pero no muestra otros síntomas. Si tu hijo también tiene otros signos y síntomas, como goteo de la nariz, tos o diarrea, puedes consultar antes.

Probablemente, no exista motivo para alarmarse si tu hijo tiene fiebre, pero reacciona bien. Esto significa que hace contacto visual contigo y responde a tus expresiones faciales y a tu voz. Además, bebe líquidos y juega.

Llama a su proveedor de atención médica, si tu hijo:

Está desganado, confundido y hace poco contacto visual contigo.

Está irritable, vomita reiteradamente, tiene dolor de cabeza, de garganta o de estómago intenso, o tiene otros síntomas que le causan mucha molestia.

Tiene fiebre después de haber estado en un automóvil expuesto al calor.

Busca atención médica de inmediato.

Tiene fiebre que dura más de tres días.

Tiene una convulsión asociada con la fiebre.

Llama al 911 si la convulsión dura más de cinco minutos o si tu hijo no se recupera rápidamente.

Pídele asesoramiento al proveedor de atención médica de tu hijo en circunstancias especiales; por ejemplo, si tiene problemas del sistema inmunitario o una enfermedad preexistente.

Llama al proveedor de atención médica si tu temperatura es de 103 °F (39,4 °C) o más. Busca atención médica inmediata si alguno de estos signos o síntomas acompaña a la fiebre:

Dolor de cabeza intenso. Sarpullido. Sensibilidad inusual a la luz brillante. Rigidez en el cuello y dolor cuando inclinas la cabeza hacia adelante. Confusión mental, comportamiento extraño o problemas en el habla. Vómitos constantes. Dificultad para respirar o dolor en el pecho. Dolor abdominal. Dolor al orinar. Convulsiones o crisis epilépticas.

Diagnóstico

Para evaluar la fiebre, el proveedor de atención médica puede hacer lo siguiente:

Hacerte preguntas sobres tus síntomas y tus antecedentes médicos. Hacerte un examen físico. Tomar muestras de la nariz y la garganta para diagnosticar infecciones respiratorias. Solicitar pruebas, como análisis de sangre o radiografías de tórax, según sea necesario, en función de tus antecedentes médicos y el examen físico.

Como la fiebre puede ser indicador de una enfermedad grave en los bebés, especialmente en los que tienen menos de dos meses, es posible que hospitalicen a tu bebé para hacerle análisis y tratamientos.

Fiebre de origen desconocido

Cuando la fiebre dura más de tres semanas, de forma constante o en muchas ocasiones y no hay una causa clara, suele llamarse fiebre de origen desconocido. En estos casos, puede ser necesario consultar con especialistas en uno o más campos de la medicina para hacer evaluaciones y pruebas adicionales.

Doctors consult over an MRI scan of the brain. (Getty)

Tratamiento

En caso de fiebre baja, es posible que el proveedor de atención médica no recomiende tomar medicamentos para bajar la temperatura corporal. La fiebre baja puede ayudar a reducir la cantidad de microbios que causan la enfermedad. La fiebre que supera los 102 °F (38,9 °C) tiende a causar molestia y generalmente requiere tratamiento.

Medicamentos de venta libre

En caso de que tengas fiebre alta o fiebre que ocasiona malestar, el proveedor de atención médica puede recomendarte medicamentos de venta libre, como acetaminofén (Tylenol u otros) o ibuprofeno (Advil, Motrin IB u otros).

Usa estos medicamentos siguiendo las instrucciones de la etiqueta o las recomendaciones del proveedor de atención médica. Ten cuidado de no excederte. Las dosis altas o el uso prolongado de acetaminofén o ibuprofeno pueden provocar daños en el hígado o los riñones y las sobredosis agudas pueden ser mortales. No les des aspirina a los niños, ya que esta puede desencadenar un trastorno poco frecuente, pero potencialmente mortal, llamado síndrome de Reye.

Por lo general, estos medicamentos bajan la temperatura, pero puedes seguir teniendo fiebre leve. El medicamento puede demorar entre 1 y 2 horas en hacer efecto. Llama a un proveedor de atención médica si la fiebre no mejora, incluso después de tomar el medicamento.

Medicamentos con receta

Es posible que el proveedor de atención médica te recete otros medicamentos según la causa de tu enfermedad. Tratar la causa subyacente puede aliviar los signos y síntomas, incluida la fiebre.

Tratamiento de bebés

Es posible que los bebés, especialmente aquellos de menos de dos meses de edad, necesiten ingresar en el hospital para hacer pruebas diagnósticas y determinar el tratamiento. En bebés tan pequeños, la fiebre puede indicar una infección grave que requiere medicamentos por vía intravenosa y supervisión constante.