Retinopatía diabética: cuáles son sus síntomas, causas y tratamiento

Hay enfermedades que no presentan síntomas, por lo que es importante llevar una vida saludable y hacer revisiones constantes al médico

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En muchas ocasiones no se sabe que se padece una enfermedad hasta que se presentan síntomas (Infobae/Jovani Pérez)
En muchas ocasiones no se sabe que se padece una enfermedad hasta que se presentan síntomas (Infobae/Jovani Pérez)

La retinopatía diabética es una complicación de la diabetes que afecta los ojos. Es causada por el daño a los vasos sanguíneos del tejido sensible a la luz que se encuentran en el fondo del ojo (retina).

Al principio, la retinopatía diabética puede no tener síntomas o solo problemas leves de visión. Pero puede provocar ceguera.

Cualquier persona con diabetes tipo 1 o tipo 2 puede desarrollar este trastorno. Cuanto más tiempo hayas tenido diabetes y menos te hayas controlado la glucosa en la sangre, mayor la probabilidad de desarrollar esta complicación en los ojos.

Síntomas

Posiblemente, no tengas síntomas en los primeros estadios de la retinopatía diabética. A medida que la afección avanza, algunos de los síntomas adicionales pueden ser los siguientes: Manchas o hebras oscuras que flotan en la vista (cuerpos flotantes) Visión borrosa Visión variable Zonas de la visión oscuras o vacías Pérdida de la visión

Cuándo visitar a un oftalmólogo

La manera óptima de prevenir la pérdida de la visión es llevar un control cuidadoso de la diabetes. Si tienes diabetes, pide una consulta con el oftalmólogo para hacerte un examen ocular con dilatación cada año (incluso si tu visión parece buena).

Desarrollar diabetes durante el embarazo (diabetes gestacional) o tener diabetes antes de quedarse embarazada puede aumentar el riesgo de retinopatía diabética. Si estás embarazada, es probable que el oftalmólogo te recomiende otros exámenes oculares durante el embarazo.

 Ante cualquier malestar lo mejor es acudir al médico (Shutterstock)
Ante cualquier malestar lo mejor es acudir al médico (Shutterstock)

Cualquier persona que tenga diabetes puede manifestar retinopatía diabética. El riesgo de manifestar la afección ocular puede aumentar como consecuencia de lo siguiente: Tener diabetes mucho tiempo Control deficiente del nivel de glucosa en la sangre Presión arterial alta Colesterol alto Embarazo Consumo de tabaco Ser afroamericano, hispanoamericano o indígena estadounidense

Diagnóstico

La retinopatía diabética se diagnostica mejor mediante un examen ocular con la pupila dilatada. Para este examen, las gotas que se colocan en los ojos dilatan (abren más) las pupilas para permitirle al médico ver mejor dentro de los ojos. Las gotas pueden hacer que la visión cercana se torne borrosa hasta que su efecto desaparezca, varias horas después.

Durante el examen, tu oftalmólogo buscará anomalías en las partes internas y externas de tus ojos.

Angiografía con fluoresceína

Una vez dilatados los ojos, se inyecta un tinte en una vena del brazo. Luego, se toman imágenes mientras el tinte circula por los vasos sanguíneos de los ojos. Las imágenes pueden localizar los vasos sanguíneos cerrados, rotos o con fugas.

Tomografía de coherencia óptica

 Cada enfermedad tiene uno o varios tratamientos que seguir para combatirla (UNAM)
Cada enfermedad tiene uno o varios tratamientos que seguir para combatirla (UNAM)

El tratamiento, que depende en gran medida del tipo de retinopatía diabética que tengas y de su gravedad, está orientado a disminuir o detener el avance.

Retinopatía diabética en etapa inicial

Si tienes retinopatía diabética no proliferativa de leve a moderada, es posible que no necesites tratamiento de inmediato. Sin embargo, el oftalmólogo te controlará detenidamente los ojos para determinar cuándo podrías necesitar tratamiento.

Trabaja con tu médico especializado en diabetes (endocrinólogo) para determinar si existen maneras de mejorar el control de tu diabetes. Cuando la retinopatía diabética es leve o moderada, un buen control de la glucosa en la sangre generalmente puede disminuir su avance.

Retinopatía diabética avanzada

Si tienes retinopatía diabética proliferativa o edema macular, necesitarás tratamiento inmediato. Según los problemas específicos de la retina, las opciones pueden incluir las siguientes:

Inyección de medicamento en el ojo. Estos medicamentos, llamados inhibidores del factor de crecimiento endotelial vascular, se inyectan en el vítreo del ojo. Ayudan a detener el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos y disminuir la acumulación de líquido.

La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA) aprobó dos medicamentos para el tratamiento del edema macular diabético: ranibizumab (Lucentis) y aflibercept (Eylea). Un tercer fármaco, bevacizumab (Avastin), puede utilizarse de forma no autorizada para el tratamiento del edema macular diabético.

Estos medicamentos se inyectan con el uso de anestesia tópica. Las inyecciones pueden causar ligeras molestias, como ardor, lagrimeo o dolor, durante las 24 horas siguientes a su aplicación. Los posibles efectos secundarios son la acumulación de presión en el ojo y la infección.

Es necesario repetir las inyecciones. En algunos casos, el medicamento se utiliza con la fotocoagulación.

Fotocoagulación. Este tratamiento con láser, también conocido como tratamiento focal con láser, puede detener o disminuir la filtración de sangre y el líquido en el ojo. Durante el procedimiento, las filtraciones de los vasos sanguíneos anormales se tratan con quemaduras de láser.

El tratamiento focal con láser generalmente se hace en el consultorio del médico o en la clínica oftalmológica en una sola sesión. Si tuviste visión borrosa debido al edema macular antes de la cirugía, es posible que el tratamiento no te permita recuperar la visión normal, pero probablemente reducirá la probabilidad de que el edema macular empeore.

Fotocoagulación panretiniana. Este tratamiento con láser, también conocido como tratamiento disperso con láser, puede reducir el tamaño de los vasos sanguíneos anormales. Durante dicho procedimiento, las áreas de la retina alejadas de la mácula se tratan con quemaduras de láser dispersas. Las quemaduras hacen que los nuevos vasos sanguíneos anormales disminuyan de tamaño y cicatricen.

Generalmente, se realiza en el consultorio del médico o en la clínica oftalmológica en dos o más sesiones. Tendrás la visión borrosa durante aproximadamente un día después del procedimiento. Es posible que experimentes una pérdida parcial de la visión periférica o la visión nocturna después del procedimiento. Vitrectomía. En este procedimiento se hace una pequeña incisión en el ojo para extraer la sangre del centro del ojo (vítreo), así como el tejido cicatrizal que tira de la retina. Se realiza en un centro de cirugía o en el hospital y se utiliza anestesia local o general.

Aunque el tratamiento puede demorar o detener el avance de la retinopatía diabética, no es una cura. Debido a que la diabetes es una afección de por vida, el daño en la retina y la pérdida de la visión siguen siendo posibles en el futuro.

Incluso después del tratamiento de la retinopatía diabética, necesitarás exámenes oculares periódicos. Según las circunstancias, podrías necesitar tratamiento adicional.

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