Cáncer de próstata: cuáles son sus síntomas, qué lo causa y cómo tratarlo

Este es uno de los cánceres que más afecta a los hombres y su probabilidad de padecerlo incrementa con la edad, la obesidad y los antecedentes familiares

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Ante cualquier síntoma se recomienda
Ante cualquier síntoma se recomienda acudir con un especialista. (Infobae)

El cáncer de próstata es uno de los tipos más comunes de cáncer en lo hombres. Regularmente esta enfermedad crece de forma lenta y puede necesitar únicamente un tratamiento mínimo para su eliminación, lo que no descarta que haya casos graves del padecimiento.

Si el cáncer de próstata se detecta en forma temprana, cuando todavía está limitado a la glándula prostática, tiene mejores probabilidades de tener un tratamiento exitoso.

La próstata es una glándula pequeña con forma de nuez que produce el líquido seminal que nutre y transporta el esperma.

Síntomas

El cáncer de próstata regularmente no presenta síntomas en sus primeros estadios, lo hace hasta que la enfermedad se encuentra avanzada.

Entre los signos que se hacen presentes están los problemas para orinar, disminución en la fuerza del flujo de la orina, sangre en la orina, sangre en el semen, dolor de huesos, pérdida de peso sin intentarlo y disfunción eréctil.

Además de los síntomas, existen factores que pueden aumentar el riesgo de cáncer de próstata como la edad avanzada, es decir, que se tenga más de 50 años; antecedentes familiares de la enfermedad y la obesidad.

El cáncer de próstata es
El cáncer de próstata es uno de los que más afecta a los hombres (Colprensa)

Causas

Las causas del cáncer de próstata no son claras, sin embargo, los médicos sabea comienza cuando las células en la próstata presentan cambios en el ADN.

El ADN contiene las instrucciones que le dicen a la célula qué debe hacer, los cambios instruyen a las células a que crezcan y se dividan más rápidamente de lo normal. Esta acumulación de células anormales forman un tumor que puede crecer e invadir el tejido cercano.

Con el tiempo, algunas células anormales pueden desprenderse y esparcirse hacia otras partes del cuerpo, es decir, hacer metástasis.

Prevención

Se puede reducir el riesgo de padecer cáncer de próstata principalmente con el cambio del hábitos tales como las siguientes:

Comer una variedad de frutas, verduras, y cereales integrales. Las frutas y los vegetales contienen muchas vitaminas y nutrientes que pueden contribuir a mejorar tu salud.

El ejercicio mejora el estado de salud en general, ayuda a mantener el peso y mejora el estado de ánimo, por eso hay que tratar de hacer ejercicio la mayoría de los días de la semana. Si nunca se ha hecho ejercicio, hay que comenzar despacio y aumentar gradualmente el tiempo de actividad física cada día.

Una dieta sana y hacer
Una dieta sana y hacer ejercicio constantemente reduce los riesgos de padecer cáncer de próstata (Shutterstock)

Si el peso es saludable, hay que mantenerlo eligiendo una dieta saludable con una variedad de frutas y verduras y haciendo ejercicio la mayoría de los días de la semana. Si se necesita bajar de peso, aumenta la cantidad de ejercicio y reduce la cantidad de calorías que comes a diario.

Si se corre un alto riesgo de padecer cáncer de próstata, el médico pueden considerar medicamentos u otros tratamientos para reducir el riesgo.

Diagnóstico

Es controvertido hacer análisis en hombres saludables sin síntomas para detectar el cáncer de próstata. Hay desacuerdo entre las organizaciones médicas si los beneficios de los exámenes son mayores que los posibles riesgos

La mayoría de las organizaciones médicas animan a los hombres de 50 a 59 años a hablar con su médico sobre las ventajas y las desventajas de los exámenes de detección para cáncer de próstata.

La conversación debería incluir una revisión de tus factores de riesgo y tus preferencias sobre las pruebas de detección.

Quizás se considere comenzar la conversación antes si se tienen antecedentes familiares de cáncer de próstata o presentas otros factores de riesgo.

El tacto rectal y el
El tacto rectal y el análisis de antígeno prostático específico son las principales formas de diagnosticar el cáncer de próstata.(Shutterstock)

Los exámenes para detección del cáncer de próstata podrían incluir el tacto rectal o un análisis de antígeno prostático específico.

Durante el tacto rectal, el médico inserta un dedo con guante lubricado en el recto para examinar la próstata, que está situada al lado del recto. Si el médico encuentra alguna anormalidad en la textura, la forma o el tamaño de la glándula, podrías necesitar otros exámenes.

Mientras que en un análisis de antígeno prostático específico se extrae una muestra de sangre de una vena del brazo y se analiza para detectar la presencia de PSA, una sustancia que la próstata produce naturalmente.

Es normal que haya una pequeña cantidad de PSA en el torrente sanguíneo. Sin embargo, si se encuentra un nivel superior al normal, podría indicar que hay una infección, una inflamación, un agrandamiento, o cáncer en la próstata.

Si se detecta una anormalidad en los exámenes para detección de cáncer de próstata, el médico puede recomendar pruebas, una ecografía, imágenes por resonancia magnética o recolección de una muestra de tejido de la próstata.

Además del examen, hay que
Además del examen, hay que realizar varios estudios para confirmar el cáncer de próstata (Getty)

Tratamiento

Las opciones de tratamiento para el cáncer de próstata dependen de varios factores, como la rapidez con que crece el cáncer, cuánto se diseminó y la salud del paciente en general, así como los posibles beneficios o posibles efectos secundarios del tratamiento.

El cáncer de próstata de grado bajo quizás no necesite tratamiento inmediato. Para algunos, quizás nunca se necesite el tratamiento. En cambio, a veces, los médicos recomiendan la vigilancia activa.

En la vigilancia activa se pueden realizar análisis de sangre regulares de seguimiento, tactos rectales y biopsias de próstata, para controlar el avance del cáncer. Si las pruebas muestran que el cáncer avanza, puedes optar por un tratamiento para el cáncer de próstata, como una cirugía o la radiación.

La vigilancia activa puede ser una opción para el cáncer que no provoca síntomas, se espera que crezca muy lentamente y se limita a una pequeña zona de la próstata. Es posible que también se considere para un hombre que tenga otra enfermedad grave o edad avanzada, lo que hace que el tratamiento para el cáncer sea más difícil.

La cirugía para el cáncer de próstata supone extirpar la próstata, parte del tejido circundante y algunos ganglios linfáticos. Esta opción es para tratar el cáncer que está limitado a la próstata. A veces se recomienda, combinada con otros tratamientos.

La radioterapia utiliza energía de alta potencia para destruir las células cancerosas. Los tratamientos con radioterapia para el cáncer de próstata quizás incluyan radiación de haz externo o braquterapia.

Existen varios métodos para combatir
Existen varios métodos para combatir el cáncer de próstata. (Getty)

Durante la radioterapia de haz externo, el paciente se recuesta sobre una camilla mientras una máquina se mueve alrededor del cuerpo, y se dirigen haces de energía de alta potencia, como rayos X o protones, al cáncer de próstata.

En general, los tratamientos de radiación de haz externo se realizan cinco veces por semana, durante varias semanas. Algunos centros médicos ofrecen un tratamiento más corto de radioterapia que usa dosis más altas de radiación por menos días.

La radiación de haz externo es una opción para tratar el cáncer que está limitado a la próstata. También puede usarse después de la cirugía para destruir cualquier célula cancerosa que haya quedado si hay riesgo de que el cáncer pueda diseminarse o recurrir.

La radioterapia puede ayudar a hacer más lento el crecimiento del cáncer de próstata que se disemina a otras zonas del cuerpo, como los huesos, y aliviar síntomas, por ejemplo, el dolor.

La braquiterapia supone colocar fuentes radioactivas del tamaño de un grano de arroz en el tejido prostático. Con frecuencia, la radiación está contenida en semillas radioactivas del tamaño de un grano de arroz que se introducen en el tejido prostático. Las semillas administran una dosis baja de radiación durante un período prolongado.

La braquiterapia es una opción para tratar el cáncer que no se ha diseminado fuera de la próstata.

El tratamiento al que se
El tratamiento al que se somete un paciente con cáncer de próstata depende del nivel de gravedad de la enfermedad y el estado de salud del paciente (EFE/ Enric Fontcuberta/Archivo)

Los tratamientos no se limitan a esas opciones, también existe la terapia hormonal, un tratamiento para hacer que el organismo deje de producir la hormona masculina testosterona, ya que el crecimiento de las células del cáncer dependen de ésta.

Suspender el suministro de testosterona puede hacer que las células cancerosas mueran o crezcan más lentamente.

Las opciones de terapia hormonal comprenden el uso de medicamentos que le impiden al cuerpo producir testosterona o que impiden que la testosterona llegue a las células cancerosas. Otra forma es realizar un a cirugía para extirpar los testículos, lo que reduce los niveles de testosterona en el cuerpo de una manera rápida y significativa.

Uno de los tratamientos más conocidos es la quimioterapia, que utiliza medicamentos para destruir células de rápido crecimiento, entre ellas las células cancerosas. Se puede administrar a través de una vena del brazo, en forma de píldora o ambos.

La quimioterapia puede ser una opción para tratar el cáncer de próstata que se ha diseminado a otras áreas del cuerpo. También puede ser una opción para los tipos de cáncer que no responden a la terapia hormonal.

También está la inmunoterapia, que utiliza el sistema inmunitario para combatir el cáncer, ya sea diseñando células para combatir el cáncer o ayudando al cuerpo a identificar las célular cancerosas y atacarlas.

Los tratamientos con medicamentos dirigidos es otra opción y se enfocan en anomalías específicas presentes dentro de las células cancerosas. Al bloquear estas anomalías, los tratamientos con medicamentos dirigidos pueden causar la muerte de las células cancerosas.

Con información de Mayo Clinic

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