Hace unas décadas, incluso siglos, los ancestros acostumbraban a nombrar a sus hijos con el nombre del santo del día en que nacieron, no en vano en las famosas “Mañanitas” hay una estrofa que dice: “Hoy por ser día de tu santo te las cantamos aquí…”.
El onomástico hace alusión día en que se festeja algún santo, aunque es común que mucha gente lo use como sinónimo de cumpleaños, lo cual es erróneo, pues al hablar de él sólo se alude al listado de los nombres del santoral.
Como todos los días del año, este 21 de septiembre también se conmemora a las mujeres y hombres que destacaron por tener conexiones especiales con las divinidades, que hicieron buenas acciones por el prójimo y que tenían una elevada ética y moral, motivos que los llevaron a ser canonizados o beatificados y formar parte del santoral.
El santo del día
San Mateo fue uno de los doce apóstoles de Jesús y el primer autor del Evangelio. Se le suele representar como un hombre con alas y es reconocido como el santo patrono de los banqueros, contadores y fuerzas de seguridad, aduaneros, loteros, recaudadores de Hacienda, y más.
San Mateo nació en Cafarnaún, en la antigua Galilea, y cuando Jesús lo llamó ejercía el oficio de recaudador de impuestos para los romanos. Escribió el Evangelio en lengua aramea y, según la tradición, predicó en Oriente.
Jesús, habiendo últimamente curado un paralítico famoso, salió de Cafarnaúm, y caminó sobre los bancos del lago o mar de Genesareth, enseñando las personas que le seguían. Aquí el observó a Mateo que realizaba su trabajo de cobro de peaje a quien él llamó a venir y a seguirle.
El hombre era rico, disfrutaba de un sueldo lucrativo, pero él no tuvo miramientos y dejó todos sus intereses, su familia, su preocupaciones del mundo, sus placeres, y su profesión, la cual nunca más ejerció debido a los peligros de caer en la corrupción.
El Evangelio de San Mateo describe las lecciones de moralidad de Jesucristo, luego de Judea fue a predicar la fe a las naciones “bárbaras e incivilizadas” del Este. Se dice que él llevó el evangelio a Etiopía, en donde fue martirizado.
El Papa Gregorio VII, en una carta al Obispo de Salerno en 1080, testifica que los restos de san Mateo fueron guardados en Salerno, Italia.
Otros santos
Además de este personaje hay otros santos y beatos que también son celebrados en este día como los siguientes:
San Alejandro de Baccano
San Cadoc de Lan-Carvan
San Cástor de Apt
San Cuadrado de Grecia
San Gerulfo de Tronchiennes
Santa Ifigenia virgen
San Jonás profeta
San Landelino de Ettenheim
Santa Maura de Troyes
San Pánfilo de Roma
Beato Marcos de Mútina Scalabrini
¿Qué se necesita para ser canonizado?
La Iglesia Católica y ortodoxa usan la canonización para declarar como santo a una persona ya fallecida, lo que implica incluir su nombre en el canon (lista de santos reconocidos) y el permiso de venerarla, reconociendo su poder ante Dios.
Durante el Cristianismo, las personas eran reconocidas como santas sin necesidad de un proceso formal; sin embargo, ello cambió en la Edad Media.
En el caso del catolicismo, la Iglesia debe hacer una investigación exhaustiva de la vida de la persona a santificar y existen cuatro formas de lograr el nombramiento: la vía de las virtudes heroicas; la vía del martirio; la de las causas excepcionales, confirmadas por un culto antiguo y fuentes escritas; y la del ofrecimiento de la vida.
Además, es requisito indispensable que haya hecho al menos dos milagros (o uno en el caso de ser mártir). La canonización se hace en una solemne declaración papal y se le asigna un día de fiesta para la veneración litúrgica.
No hay un periodo establecido para realizar la canonización de un personaje, pues incluso hay casos como el de San Pedro Damián que fue canonizado hasta 756 años después de su muerte o, por el contrario, el caso de San Antonio de Padua que fue nombrado hasta 352 días después de su deceso.
La última canonización tuvo lugar en octubre de 2019, cuando el Papa declaró santos al cardenal John Henry Newman y a la hermana Dulce, de Brasil.
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