Las criptomonedas se encuentran en auge convirtiéndose en un activo digital relevante en la actualidad a tal grado que algunas compañías y gobiernos han incentivado su uso pese a no tener ninguna garantía y regulación. Entre las innumerables criptomonedas que han surgido destacan unas cuantas, entre ellas solana.
Conocida en el mercado de las criptomonedas con las siglas SOL, solana fue fundada en 2017 por Anatoly Yajovenko, presumiendo un alto rendimiento en sus transacciones y los cortos tiempos de procesamiento realizando alrededor de 50 mil transacciones por segundo, convirtiéndose en una de las más rápidas del mercado.
Además de su velocidad, solana asegura un costo bajo en las transacciones debido a su escalabilidad, manteniéndolas por debajo de los 0.01 dólares tanto para desarrolladores como para usuarios.
El token nativo de solana se utiliza principalmente para hacer staking (que consiste en adquirir criptomonedas y mantenerlas bloqueadas en una cartera digital obteniendo recompensas) y pagar comisiones de transacción teniendo un suministro limitado, a la vez que quema el 50% del SOL utilizado en cada comisión para mantener un nivel establecido de inflación cada año.
Costo de la criptomoneda solana
Hora: 15:55 horas (hora UTC)
Precio: 36.03 dólares
Cambio en las últimas 24 horas: 1.78%
Cambio en la última hora: -0.2%
Popularidad por capitalización: #9
Cómo funciona una criptomoneda
Una moneda digital es un medio digital de intercambio que no existe físicamente y que usa un cifrado criptográfico para asegurar la integridad en sus transacciones, al tiempo que mantiene un control en la creación de sus nuevas unidades.
El bitcoin fue el primero en ser lanzado al mercado y luego le siguieron otras que igualmente han tenido gran relevancia como litecoin, ethereum, IOTA, tether, cash, ripple, decentraland, incluso unas surgidas de memes como dogecoin.
Las criptomonedas tienen diversos elementos que las hacen únicas: el no estar controladas por ninguna institución; no requerir de terceros en las transacciones; y casi siempre usar bloques contables (blockchain) para evitar que se creen nuevas criptomonedas de forma ilegal o las transacciones ya hechas sean alteradas.
Sin embargo, al no tener reguladores como un banco central o entidades similares se les señala de no ser confiables, de ser volátiles, propiciar fraudes, no tener un marco legal que respalde a sus usuarios, permitir la operación de actividades ilegales, entre otras más.
Aunque podría ser una paradoja, a su vez las criptomonedas garantizan seguridad a sus mineros en cuanto a la red en la que se sitúa (entramado) y que implica un manejo de códigos; el romper esta seguridad es posible pero no tan fácil de lograr, pues quien lo llegara a intentar tendría que contar con una potencia computacional superior incluso a la que tiene el propio Google.
Cómo adquirirlas
Para comprarlas e intercambiarlas se puede a través de portales especializados. Su valor varía en función de la oferta, de la demanda y del compromiso de los usuarios, por lo que puede cambiar más rápido que el dinero tradicional, pero mientras más gente esté interesada y quiera comprar determinada moneda , mayor será su precio.
No obstante, quien invierte en este tipo de monedas digitales debe tener muy claro que esta forma trae consigo un elevado riesgo al capital, pues, así como puede haber un incremento, también puede tener inesperadamente un desplome y acabar con los ahorros de sus usuarios.
Para almacenarlas, los usuarios deben contar con un monedero digital o wallet, que en realidad es un software a través del cual es posible guardar, enviar y hacer transacciones de las criptomonedas. En realidad, este tipo de monederos únicamente guarda las claves que marcan la propiedad y el derecho de una persona sobre cierta criptomoneda, por lo que estos códigos son los que en realidad se deben proteger.
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