Hace unas décadas, incluso siglos, los ancestros acostumbraban a nombrar a sus hijos con el nombre del santo del día en que nacieron, no en vano en las famosas “Mañanitas” hay una estrofa que dice: “Hoy por ser día de tu santo te las cantamos aquí…”.
Como todos los días del año, este 17 de agosto también se conmemora a las mujeres y hombres que destacaron por tener conexiones especiales con las divinidades, que hicieron buenas acciones por el prójimo, y que tenían una elevada ética y moral, motivos que los llevaron a ser canonizados o beatificados y formar parte del santoral.
Santo del día
San Eusebio fue el obispo de Roma número 31 (que en ese entonces equivalía a ser Papa) con el pontificado más corto al sólo durar al frente cuatro meses entre el año 309 o 310.
San Eusebio fue el último papa antes de la promulgación de los primeros edictos de tolerancia hacia el cristianismo y durante su mandato se vivió el dilema sobre aceptar o no de vuelta a los cristianos que habían apostatado durante la persecución de Diocleciano, la más sangrienta.
Esta discusión ocasionó que el emperador Majencio exiliara a Eusebio a la isla de Sicilia, en donde pasó sus últimos días de vida aunque se desconocen las condiciones en las que se dio su muerte.
San Eusebio es venerado como santo por su condición de mártir, pero no por haber muerto de una forma violenta sino debido a su exilio. En un principio su festividad era cada 26 de septiembre, sin embargo, posteriormente su fecha se movió al 17 de agosto, día en que fue exiliado.
Junto a este santo hay otras figuras a las que también se conmemora como los siguientes:
Santa Clara de la Cruz
San Elías el Joven
San Ierón de Frisia
Santa Juana Delanoue
San Mamante de Cesárea
San Mirón de Cizico
Beato Alberto de Siena
Beato Natal Hilario Le Conte
Beato Nicolás Politi
El proceso de canonización
La Iglesia Católica y ortodoxa usan la canonización para declarar como santo a una persona ya fallecida, lo que implica incluir su nombre en el canon (lista de santos reconocidos) y el permiso de venerarla, reconociendo su poder ante Dios.
Durante el Cristianismo, las personas eran reconocidas como santas sin necesidad de un proceso formal; sin embargo, ello cambió en la Edad Media.
En el caso del catolicismo, la Iglesia debe hacer una investigación exhaustiva de la vida de la persona a santificar y existen cuatro formas de lograr el nombramiento: la vía de las virtudes heroicas; la vía del martirio; la de las causas excepcionales, confirmadas por un culto antiguo y fuentes escritas; y la del ofrecimiento de la vida.
Además, se considera si la persona vivió las virtudes cristianas en un grado heroico o si sufrió martirio a causa de su fe, asimismo, es requisito indispensable que haya hecho al menos dos milagros (o uno en el caso de ser mártir).
La canonización se hace en una solemne declaración papal y se le asigna un día de fiesta para la veneración litúrgica.
No hay un periodo establecido para realizar la canonización de un personaje, pues incluso hay casos como el de San Pedro Damián que fue canonizado hasta 756 años después de su muerte o, por el contrario, el caso de San Antonio de Padua que fue nombrado hasta 352 días después de su deceso.
La última canonización tuvo lugar en octubre de 2019, cuando el Papa declaró santos al cardenal John Henry Newman y a la hermana Dulce, de Brasil.
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