Hace unas décadas, incluso siglos, los ancestros acostumbraban a nombrar a sus hijos con el nombre del santo del día en que nacieron, no en vano en las famosas “Mañanitas” hay una estrofa que dice: “Hoy por ser día de tu santo te las cantamos aquí…”.
Como todos los días del año, este 15 de agosto también se conmemora a las mujeres y hombres que destacaron por tener conexiones especiales con las divinidades, que hicieron buenas acciones por el prójimo, y que tenían una elevada ética y moral, motivos que los llevaron a ser canonizados o beatificados y formar parte del santoral.
Asunción de la Virgen María
En este día se celebra la Asunción de María o la Asunción de la Virgen María, que es la fecha en la que el cuerpo y alma de la madre de Jesucristo, cumplido su ciclo terrestre pero sin morir, fueron llevados al Cielo o Paraíso.
Esta fecha fue definida por el papa Pío XII en el año 1950 y por ello hoy se celebra a las personas cuyos nombres son Asunción, Alba, Paloma, María, Azucena, Miriam, Estrella, Reyes, Mar, entre otros.
La Asunción de la Virgen María es una de las fiestas más importantes en el calendario de los creyentes alrededor del mundo, destacando España, Colombia, Perú, Chile, México, Italia, y más.
La Asunción no debe confundirse con la Ascensión, que es el regreso de Cristo ante la presencia del Padre, por sí solo, después de haber resucitado.
Este 15 de agosto también se conmemora la vida de otras figuras como las siguientes:
Santa María del Alba
San Alipio de Tagaste
San Alfredo de Hildesheim
San Estanislao de Kostka
San Simpliciano de Milán
La canonización
La Iglesia Católica y ortodoxa usan la canonización para declarar como santo a una persona ya fallecida, lo que implica incluir su nombre en el canon (lista de santos reconocidos) y el permiso de venerarla, reconociendo su poder ante Dios.
Durante el Cristianismo, las personas eran reconocidas como santas sin necesidad de un proceso formal; sin embargo, ello cambió en la Edad Media.
En el caso del catolicismo, la Iglesia debe hacer una investigación exhaustiva de la vida de la persona a santificar y existen cuatro formas de lograr el nombramiento: la vía de las virtudes heroicas; la vía del martirio; la de las causas excepcionales, confirmadas por un culto antiguo y fuentes escritas; y la del ofrecimiento de la vida.
Además, se considera si la persona vivió las virtudes cristianas en un grado heroico o si sufrió martirio a causa de su fe, asimismo, es requisito indispensable que haya hecho al menos dos milagros (o uno en el caso de ser mártir).
La canonización se hace en una solemne declaración papal y se le asigna un día de fiesta para la veneración litúrgica.
No hay un periodo establecido para realizar la canonización de un personaje, pues incluso hay casos como el de San Pedro Damián que fue canonizado hasta 756 años después de su muerte o, por el contrario, el caso de San Antonio de Padua que fue nombrado hasta 352 días después de su deceso.
SEGUIR LEYENDO: