Ether, comúnmente llamada como Ethereum, es la criptomoneda #2 en cuanto a términos de capitalización de mercado, por lo que se trata de una de las divisas digitales que más despierta el interés entre los mineros (usuarios de las criptodivisas).
Ethereum es una plataforma de blockchain de código abierto que se ejecuta con el uso de su moneda nativa, llamada Ether o ETH, por lo que a pesar de que la gente usa estos nombres como sinónimos son cosas diferentes.
Ether es un token que se utiliza sólo en la blockchain Ethereum para pagar transacciones. Este token es responsable de impulsar casi todo lo que ocurre en la red, misma que puede ser usada por cualquier persona para crear y ejecutar contratos inteligentes, que son programas de software que funcionan de manera autónoma y sin la intervención del usuario.
He aquí que el crecimiento de Ethereum se puede atribuir en parte a su función de contratos inteligentes, pues gracias a esta innovación implementó las bases para la industria de las finanzas descentralizadas, las apps descentralizadas y los token no fungibles como lo son los NFT.
La plataforma Ethereum fue creada en 2015 por el programador Vitalik Buterin, con la intención de impulsar un instrumento para aplicaciones descentralizadas y colaborativas.
Sin embargo, entre sus deficiencias está su limitada escalabilidad, es decir, que solo permite hacer 15 transacciones por segundo, esta situación ya puso en jaque a ethereum cuando en diciembre de 2017 la aplicación CryptoKitties ‒un juego en donde los usuarios podrían intercambiar gatitos digitales con fines especulativos‒ llevó a la plataforma a una gran congestión en la que muchas transacciones no se realizaron.
De acuerdo con el portal de Binance, la moneda digital Ethereum actualmente cuenta con 121.60M de unidades creadas.
Precio de Ethereum
Mientras el debate se acalora cada día más sobre la conveniencia o no de su uso, Ethereum cotiza este 18 de julio a las 13:05 horas (hora UTC) en 1473.16 USD, lo que supone un cambio de 8.63% con respecto a las últimas 24 horas y una variación de -0.08% con referencia a su valor alcanzado en la última hora.
En cuanto a su capitalización de mercado, ha mantenido el puesto #2 entre las monedas digitales.
Cómo funciona una criptomoneda
Una criptodivisa es un medio digital de intercambio que no existe físicamente y que usa un cifrado criptográfico para asegurar la integridad en sus transacciones, al tiempo que mantiene un control en la creación de sus nuevas unidades.
El bitcoin fue el primero en ser lanzado al mercado y luego le siguieron otras que igualmente han tenido gran relevancia como Litecoin, Ethereum, Iota, Tether, Cash, Ripple, Decentraland, incluso unas nacidas de memes como Dogecoin.
Las criptomonedas tienen diversos factores que las hacen únicas: el no estar reguladas por ninguna institución; no requerir de terceros en las transacciones; y casi siempre usar bloques contables (blockchain) para evitar que se creen nuevas criptomonedas de forma ilegal o las transacciones ya hechas sean modificadas.
Sin embargo, al no tener reguladores como un banco central o entidades similares se les señala de no ser confiables, de ser volátiles, propiciar fraudes, no tener un marco legal que respalde a sus usuarios, permitir la operación de actividades ilegales, entre otras más.
Aunque podría ser una paradoja, a su vez las criptomonedas garantizan seguridad a sus mineros en cuanto a la red en la que se sitúa (entramado) y que implica un manejo de códigos; el romper esta seguridad es posible pero difícil, pues quien lo llegara a intentar tendría que contar con una potencia computacional superior incluso a la que tiene el propio Google.
Cómo adquirirlas
Para comprarlas e intercambiarlas se puede a través de portales especializados. Su valor varía en función de la oferta, de la demanda y del compromiso de los usuarios, por lo que puede cambiar más rápido que el dinero tradicional, pero mientras más gente esté interesada y quiera comprar determinada moneda, mayor será su precio.
No obstante, quien invierte en este tipo de monedas digitales debe tener muy claro que esta forma trae consigo un elevado riesgo al capital, pues, así como puede haber un incremento, también puede tener inesperadamente un desplome y acabar con los ahorros de sus usuarios.
Para almacenarlas, los usuarios deben contar con un monedero digital o wallet, que en realidad es un software a través del cual es posible guardar, enviar y hacer transacciones de las criptomonedas. En realidad, este tipo de monederos únicamente guarda las claves que marcan la propiedad y el derecho de una persona sobre cierta criptomoneda, por lo que estos códigos son los que en realidad se deben proteger.
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