Por segundo día consecutivo, la criptomoneda de ethereum sigue en una “montaña rusa”, su cotización sube y baja pero no logra pasar por encima de los 2 mil dólares por unidad estando muy cerca de su peor cotización del año.
Ethereum no es cualquier criptomoneda, es la segunda más importante del mercado digital, solo por detrás de bitcoin, se trata de una plataforma de blockchain con acceso abierto a dinero digital y a servicios de información que ofrece entre otras cosas servicios financieros, juegos y aplicaciones mismas que no pueden robar información o censurar.
Para ejecutar la plataforma de ethereum se requiere de su criptomoneda ether e identificada con las siglas ETH, la cual se encuentra en medio de una actualización en la que busca llegar a una versión 2.0 con el fin de ser más eficiente energéticamente y cuente con mayor seguridad.
Varios son los cambios en esta actualización, sin embargo, la principal es la forma en la que se validan las transacciones del ether. En la versión actual es a través de “mineros” que ganaban criptomonedas resolviendo complejos problemas matemáticos, pero gastando mucha energía en el proceso. Ahora no hay “mineros”, sino validadores de transacciones que son seleccionados de acuerdo a cuantas unidades de ether poseen y cuanto tiempo llevan invirtiendo.
El precio del ethereum
Actualmente, la criptomoneda de ethereum se está vendiendo en 1.805,27 dólares por unidad, un cambio negativo del 0.14% en comparación con la jornada anterior, así como una depreciación del 0.31% en la última hora.
Ether suma dos días subiendo y bajando constantemente en su valor, cotizando al rededor de los mil 800 dólares por unidad.
La inestabilidad del ethereum se debe al “criptoinvierno”, la crisis que golpeó a las criptomonedas desde inicios de mayo y de la cual no han logrado recuperarse por completo.
El pasado viernes 27 de mayo, la criptomoneda de ethereum cayó a su peor precio en lo que va del 2022, al venderse en 1.722,83 dólares por unidad.
En estos momentos, ether se ve lejos de los casi 3 mil dólares por unidad en la que se cotizaba antes de la crisis, ni que decir de su máximo histórico que es de 4.891,70 dólares.
¿Cómo funcionan las criptomonedas?
Una criptomoneda es un medio digital de intercambio que no existe físicamente y que usa un cifrado criptográfico para asegurar la integridad en sus transacciones, al tiempo que mantiene un control en la creación de sus nuevas unidades.
El bitcoin fue el primero en ser lanzado al mercado y luego le siguieron otras como Litecoin, Ethereum, Iota, Tether, Cash, Ripple, Decentraland, incluso unas nacidas de memes como Dogecoin.
Las criptomonedas tienen diversos elementos que las hacen únicas: el no estar controladas por ninguna institución, no requerir de intermediarios en las transacciones y usar bloques contables (blockchain) para evitar que se creen nuevas criptomonedas de forma ilegal.
Sin embargo, al no tener reguladores como un banco central o entidades similares se les señala de no ser confiables, de ser volátiles, propiciar los fraudes, no tener un marco legal que respalde a sus usuarios (mineros), permitir la operación de actividades ilegales, entre otras más.
Aunque podría ser una paradoja, a su vez las criptomonedas garantizan seguridad a sus mineros en cuanto a la red en la que se sitúa (entramado) y que implica el manejo de algoritmos. Además, el romper esta seguridad es posible pero no tan fácil de lograr, pues quien lo llegara a intentar tendría que contar con una potencia computacional superior incluso a la que tiene el mismo Google.
¿Cómo comprar criptomonedas?
Para adquirirlas se puede hacer la compra o intercambio de la propia moneda en portales especializados. Su valor varía en función de la oferta, de la demanda y del compromiso de los mineros, por lo que puede cambiar más rápido que el dinero tradicional, pero mientras más gente esté interesada y quiera comprar determinada divisa, mayor será su valor.
No obstante, quien invierte en este tipo de monedas digitales debe tener muy claro que esta forma trae consigo un elevado riesgo al capital, pues, así como puede haber un incremento, también puede tener inesperadamente un desplome y acabar con los ahorros de sus usuarios.
Para almacenarlas, los usuarios deben contar con un monedero digital o wallet, que en realidad es un software a través del cual es posible guardar, enviar y hacer transacciones de las criptomonedas. En realidad, este tipo de monederos únicamente guarda las claves que marcan la propiedad y el derecho de una persona sobre cierta criptomoneda, por lo que estos códigos son los que en realidad se deben proteger.