En la pasada jornada el dólar estadounidense se pagó al cierre a 5,14 reales brasileños en promedio, lo que supuso una subida del 1,15% comparado con la cotización de la jornada previa, cuando marcó 5,08 reales brasileños en promedio.
Teniendo en cuenta los últimos siete días, el dólar estadounidense marca un incremento del 3,59%, de manera que en el último año mantiene aún una subida del 1,21%. Respecto a fechas anteriores, invirtió el dato de la sesion previa, cuando acabó con una disminución del 1%, mostrando en los últimos días una ausencia de estabilidad en los resultados. La cifra de la volatilidad fue de 24,07%, que es una cifra notoriamente superior al dato de volatilidad anual (15,67%), por lo que está presentando un comportamiento más inestable.
En la foto anual, el dólar estadounidense ha llegado a cambiarse en un máximo de 5,71 reales brasileños en promedio, mientras que su nivel más bajo ha sido 4,59 reales brasileños en promedio. El dólar estadounidense se posiciona más cerca de su valor mínimo que del máximo.
La moneda brasileña
El real, o el real brasileño como se le conoce a nivel internacional, es la moneda de curso legal en Brasil y se trata de la vigésima moneda más usada en todo el mundo y la segunda de Latinoamérica sólo detrás del peso mexicano.
Vigente desde 1994, el real sustituyó al “cruzeiro real” y su abreviatura es BRL; también se trata de la cuarta moneda más negociada en el continente americano sólo detrás del dólar estadounidense, canadiense y del peso mexicano.
Uno de los hechos que más han marcado a la moneda brasileña fue cuando en 1998 el real sufrió un fuerte ataque especulativo que provocó su devaluación al año siguiente, pasando de un valor de 1.21 a 2 reales por dólar.
Hoy día existen las monedas de 1 y 5 centavos de cobre, de 10 y 25 centavos de bronce y las monedas de 50 centavos de cuproníquel. La moneda de un real es bimetálica. Cabe apuntar que en el 2005 las monedas de un centavo fueron descontinuadas, pero aún sigue siendo de curso legal.
En la rama económica, el Fondo Monetario Internacional (FMI) hizo un recorte de 1.7 puntos porcentuales en el crecimiento de Brasil para este 2022, en especial por el deterioro de las condiciones mundiales entre la alta inflación y la pandemia de COVID-19.
Cabe apuntar que la economía brasileña, la más grande de la región latinoamericana, entró en recesión en el segundo trimestre de 2021 y se pronostica que ésta quede parada en todo el 2022.
Debido al COVID-19, Brasil se vio obligado a gastar más dinero como medidas de estímulo (cerca de un 12% del PIB) para poder hacerle frente a la pandemia, lo que al final se tradujo en un déficit presupuestario para este 2022.
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