Los bonos argentinos escalaron un 8% en promedio y el riesgo país se desplomó 500 unidades este viernes, aunque una agencia bajó la calificación de Argentina un día después de que el país presentara una oferta para reestructurar su deuda externa, que generó disconformidad entre los bonistas.
“Es una propuesta muy realista donde le permite a la Argentina durante tres años dedicar todo su impulso al crecimiento”, dijo este viernes en alusión a la larga recesión que sufre el país el presidente Alberto Fernández, en una entrevista radial.
Si bien los bonos subieron y el riesgo país cayó, el dólar, que sufrió una profunda apreciación en los últimos dos años, mantuvo el leve ascenso, apoyado por el accionar del Banco Central.
En el mercado mayorista, la divisa subió 12 centavos, a $65,86, para completar un incremento de 10% en 2020, mientras que en el promedio de bancos se ofreció al público a $88,35, con el recargo del 30 por ciento.
Las paridades alternativas se mantuvieron en torno a los 100 pesos para el dólar MEP y el “contado con liquidación”, mientras que en el mercado marginal el dólar “blue” cerró a 103 pesos, hoy el tipo de cambio más caro de todos los segmentos.
Fitch Ratings rebajó la calificación crediticia de argentina a “C” desde “CC”, con el argumento de que podría ser inminente un default en la deuda si el país no logra un acuerdo con los tenedores de bonos en las próximas semanas.
“La reestructuración parece bien orientada, pero no deja de ser una oferta difícil de digerir. Los valores de recupero son bajos, los cupones iniciales son reducidos, no habría pagos por varios años y el Gobierno no propone un mensaje de consolidación fiscal que permita imaginar una compresión de tasas”, indicó un reporte del Grupo SBS.
En medio de una dura negociación a la que el Gobierno argentino le puso un tope de 20 días, algunos bonistas se mostraron disconformes
La oferta “se ve decepcionante pero depende de los detalles que esperamos para más tarde hoy. No parece muy alentadora, pero es una primera oferta. La situación global es muy difícil y Argentina está tratando de sacar ventaja de eso”, señaló a Reuters un tenedor de bonos que prefirió mantener el anonimato.
“Argentina está haciendo lo mejor para demostrar que está negociando cuando en realidad no lo está haciendo (...) Es difícil para los inversores sentirse cómodos sin pagos por tres años en un país sin modelo de crecimiento”, argumentó otro bonista.
El Riesgo País de Argentina registró la caída nominal más amplia desde junio de 2005
Después del anuncio oficial sobre la reestructuración de deuda soberana, los mercados financieros de Argentina operaron estables en cuanto a acciones y con firme recuperación para la deuda soberana, en medio de un clima cauto y expectante a más precisiones acerca de la propuesta.
El índice bursátil líder S&P Merval cayó un 0,7%, a un cierre de 29.883 unidades, en una mercado reducido y selectivo de negocios. El referencial mejoró en la semana un 6,7% en pesos y acumuló una baja del 28,3% desde que empezó el año.
El Gobierno argentino ofrecerá a sus acreedores un recorte de intereses del 62%, un período de gracia de tres años y una quita de capital del 5,4% sobre su deuda externa cercana a USD 70.000 millones, que la administración de Alberto Fernández considera actualmente impagable.
La propuesta, demorada por la pandemia global de coronavirus, busca llevar alivio a las finanzas del Estado, en un contexto de severa crisis económica de dos años, previa a la irrupción de la enfermedad.
La oferta argentina prevé la quita de USD 37.900 millones en intereses y de USD 3.600 millones en capital
En una presentación en la residencia presidencial de Olivos, el ministro de Economía, Martín Guzmán, explicó la oferta, que se mantendrá por solo unos 20 días, implicará un período de gracia de tres años y una tasa de interés promedio del 2,33% anual en dólares.
“Hay consenso en el hecho de que hoy Argentina no puede pagar nada. No solo hoy no puede pagar nada sino que durante ciertos años no puede pagar nada”, dijo Guzmán, quien estuvo acompañado por el presidente Alberto Fernández.
“Hemos tratado de entender lo mejor posible las preferencias de los acreedores en función de la información que ellos nos dan y la propuesta entonces conlleva una mayor reducción de intereses que de capital”, añadió el ministro.
La oferta argentina prevé la quita de USD 37.900 millones en intereses y de USD 3.600 millones en capital, de acuerdo con Guzmán, quien expresó que, de todos modos, “aún no se ha llegado a un entendimiento entre Argentina y los bonistas sobre qué es sostenible”.
En búsqueda de alivio financiero, Argentina pidió el miércoles a los países del Club de París posponer por un año un pago de USD 2.100 millones previsto para mayo próximo.
Además, el Gobierno pretende refinanciar la deuda cercana a USD 44.000 millones que mantiene con el Fondo Monetario Internacional (FMI), según un acuerdo stand-by cerrado hace dos años con el organismo.
“Creo que es una buena propuesta”, dijo a Reuters el economista Gabriel Zelpo, director de la consultora Seido. “Suena mejor que lo que los mercados cotizaban. Los bonistas tenían miedo de algo radical, como que no hubiera pagos de cupón o fuertes recortes de capital”, añadió.
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