Carlos Menem en la geografía montañosa riojana, su terruño natal, poco tiempo antes de asumir la presidencia, mientras gobernaba por segunda vez su provincia. Lo había hecho del 73 al 76 y del 83 al 89. Este fue uno de los retratos con el que la prensa internacional describió al caudillo peronista -toda un incógnita política en esa época- antes de asumir la primera magistratura del país de manos de un radical.
Cinco meses antes de que Raúl Alfonsín culminara su mandato, el 8 de julio de 1989 Carlos Saúl Menem asumió la presidencia de la Nación. En el balcón de la Casa Rosada saludó a una multitud junto a su esposa Zulema Yoma.
Tras vencer a Antonio Cafiero en la interna peronista, Menem se impuso con el 47% de los votos frente al radical Eduardo Angeloz y junto a Raúl Alfonsín protagonizaron la primera sucesión presidencial entre dos mandatarios constitucionales desde 1928 y la primera entre presidentes de diferentes partidos desde 1916.
Menem junto a sus hijos Zulemita y Carlitos y su mujer Zulema Yoma, 30 años atrás. El 8 de julio de 1989 fue el inicio de la década menemista, signada por drásticas reformas económicas y políticas que pocos pronosticaban. Durante los dos primeros años de mandato lo secundó Eduardo Duhalde, quien renunció al asumir como gobernador de Buenos Aires.
Tras indultar a los militares condenados en el Juicio a las Juntas como también a los jefes guerrilleros de los años 70, hubo, al igual que en el período anterior en Semana Santa de 1987, otro levantamiento carapintada el 3 diciembre de 1990. Un grupo de militares, liderados por el capitán Gustavo Breide Obey y el coronel Mohamed Alí Seineldín, se alzaron en armas, tomaron el edificio Libertador, el Regimiento de Patricios, la fábrica TAMSE y el Batallón 601, entre otras dependencias, con la exigencia de reemplazar a la cúpula del Ejército. Hubo una violenta represión por parte de esa misma fuerza castrense y un saldo de 13 muertos, entre ellos, cinco civiles. (NA)
Memem junto a militares durante un festival en La Rioja. Tras el indulto a los jefes militares, en su relación con las Fuerzas Armadas buscó darles un rol internacional destacado al incorporarlos activamente en diferentes misiones de paz en África, Medio Oriente, los Balcanes y Centro América. Argentina fue el único país latinoamericano que participó con tropas en la Guerra del Golfo en 1991.
En agosto de 1989 Carlos Menem recibió en la Casa Rosada la visita de la ex presidenta María Estela Martínez de Perón, a quien consultó sobre su iniciativa de indultar a los militares. Dos años después, en otra visita, almorzó con la ex mujer de Domingo Perón, quien gestionaba su pensión como ex presidenta, y con su mujer, Zulema Yoma, en un restaurante céntrico. “Menem fue el único que se portó lealmente conmigo”, declaró Isabel Perón. (AGN).
Durante su primer mandato, Argentina sufrió dos atentados terroristas: el primero fue contra la Embajada de Israel en 1992 y el segundo contra la AMIA dos años después. Menem fue imputado por el encubrimiento de este último y en febrero de este año resultó absuelto por insuficiencia probatoria. No así su jefe de Inteligencia, Hugo Anzorregui. (ALI BURAFI / AFP).
Domingo Cavallo asumió como ministro de Economía de Menem el 1 de marzo de 1991 tras dejar la Cancillería y reemplazó a Erman González, quien confiscó los plazos fijos de los ahorristas y los cambió intempestivamente por un bono a largo plazo en dólares . Cavallo llevó el control de la economía cuando ya se habían implementado profundas reformas estructurales que incluyeron la privatización de empresas estatales, la apertura económica y la suba de impuestos para contrarrestar el déficit fiscal. Más tarde la implementó con la ley de convertibilidad la paridad del dólar con el peso. (AFP).
Hincha de River Plate, Menem en un almuerzo con el titular de la AFA, Julio Grondona, el periodista Fernando Niembro, y el secretario de Deportes, Fernando Galmarini, padre de la esposa de Sergio Massa, Malena. (AGN)
El 15 de marzo de 1995, dos meses antes de los comicios presidenciales que lo entronizaron en su segundo mandato, luego de la reforma constitucional, su hijo Carlos Menem Junior murió a los 28 años al desplomarse su helicóptero en la provincia de Buenos Aires. Su mujer sostuvo de entrada que había sido víctima de un atentado, tesis que durante muchos años Menem rechazó.
Al celebrarse el sexto aniversario de la muerte de su hijo, Carlos Menem visitó su tumba en el cementerio islámico de San Justo el 21 de noviembre de 2011. Por entonces exmandatario aseguró que sabía quienes habían asesinado a su hijo y pidió que se reabriera la causa. Todo un cambio de postura en relación a la muerte de su primogénito. (NA)
Con el astro del fútbol brasileño, Pelé, en la inauguración de los XII Juegos Panamericanos en Mar del Plata, el 11 de marzo de 1995, cuando Argentina se postulaba como sede de los Juegos Olímpicos. Tres meses después, el futuro ministro de Deportes de Brasil rechazaría una invitación del presidente argentino para jugar al tenis.
El menemismo se caracterizó por la integración de la Argentina en el mundo y, especialmente, por su alineación con Washington. Lejos habían quedado los postulados nacionalistas del general Perón. El 28 de febrero de 1994 Carlos Menem realizó su primera visita de Estado a España y en el Palacio de la Zarzuela fue elogiado por el Rey Juan Carlos “por su activa presencia en la escena internacional y porque la Argentina había recuperado el lugar que le correspondía en el concierto de las naciones”. Aquí saludando a la reina Sofía antes del almuerzo del que también participó María Estela Martínez de Perón, presa de los militares al igual que Menem, quien estuvo recluido durante 5 años.
Con el líder de la Revolución cubana, Fidel Castro , en la Cumbre Iberoamericana en Cartagena en 1994. A pesar del abismo político que los separaba, Menem se jactaba de ser amigo de Castro y de intercambiar habanos cubanos por vinos riojanos. Al año siguiente, Castro visitó el país y Menem lo cuestionó sobre la falta de democracia en Cuba. “Es muy difícil, casi imposible, que pierdas una elección”, dijo al Comandante, quien respondió: ” Pero, chico, ¿quién te ha dicho a ti que yo necesito votos?”.
Con los presidentes de Chile, Eduardo Frei; de Brasil, Itamar Franco; de Paraguay, Juan Carlos Wasmosy; de Uruguay, Luis Lacalle y el vicepresidente de Bolivia, Victor Cardenas durante una cumbre del Mercosur en Buenos Aires. Menem fue el impulsor del área de mercado común entre los cuatro países miembros con la firma del Tratado de Asunción, en marzo de 1991, que dio origen al Mercosur.
La princesa Diana visitó a Menem y a su hija Zulemita en la Quinta de Olivos en 1995. Fue una visita extraoficial ya que Diana se encontraba separada del príncipe Carlos. Ese fue uno de los primeros contactos del mandatario con miembros de la realeza británica tras el conflicto en el Atlántico Sur. El actual canciller Jorge Faurie, entonces director nacional de Ceremonial, fue el encargado de organizar la visita. (Tim Rooke/Shutterstock)
Tras asumir la presidencia, Menem restableció las relaciones diplomáticas con Gran Bretaña, interrumpidas tras la Guerra de Malvinas. En 1998 viajó en visita oficial de seis días a Gran Bretaña, tras 38 años de ausencia de un mandatario argentino en el Reino Unido. Aquí junto al duque de Edinburgo, Felipe, recibido por la Guardia de Honor del Palacio de Buckingham, donde tomó el te con la reina Isabel junto a su hija Zulemita. Esa fue la última vez que la monarca recibió a un mandatario argentino.
Memem visitó la Catedral de St Paul donde depositó una ofrenda floral por los combatientes ingleses caídos durante la Guerra de Malvinas. Desplegó una política de acercamiento y seducción a través de su canciller, Guido Di Tella, que incluyó a los isleños, sin mucho éxito. (Times Newspapers/Shutterstock (296729a)
Un año después de la vista de Menem al Reino Unido, el príncipe Carlos visitó la Argentina en marzo de 1999. Allí reivindicó la autoderminación de los isleños en Malvinas, lo que fue interpretado como un fracaso de la política de seducción a los kelpers y de las gestiones de su Canciller Guido Di Tella para negociar sobre la soberanía. (Mike Forster/Daily Mail/ Shutterstock). Menem le regaló camisetas de la selección Argentina al príncipe.
En octubre de 1997, el presidente de EE.UU, Bill Clinton, visitó la Argentina. Sus principales temas de agenda fueron comerciales, de combate del narcotráfico y de la corrupción que ya ensombrecía a su gobierno. Menem rompió el protocolo y fue a recibirlo a Ezeiza. Durante su visita se firmaron 8 acuerdos bilatelaras. Pero no hubo consenso sobre la apertura del mercado aéreo, una de las aspiraciones del presidente argentino. (NA: Jose Luis Perrino)
Con la dueña del Grupo Clarín, Ernestina Herrera de Noble, en la planta de impresión del diario Clarín en 1995. Menem privatizó los canales de televisión y adjudicó el Canal 13 al grupo de Noble. Salvo el canal 7, que retuvo para el Estado, los canales y las radios pasaron a manos privadas. Según observadores internacionales durante su gobierno hubo libertad de expresión. Menem demandó a varias publicaciones y periodistas por calumnias e injurias. (AGN)
El gobierno de Menem fue eje de grandes escándalos de corrupción y desmanejos políticos que derivaron en resonantes causas judiciales que lo tuvieron como imputado tanto a él como a miembros de su gabinete. “Yo robo para la corona”, llegó a decir su ministro José Luis Manzano. La lista de causas es larga: el contrabando de armas a Ecuador y Croacia, la venta del predio de la Rural a precio vil, el Swiftgate, la causa por contrabando de oro, las coimas de la empresa Siemmens y la red de encubrimiento por el atentado de la AMIA. A su vez, fue acusado de manipular la Justicia a través de una “mayoría automática” al ampliar el número de integrantes de la Corte Suprema, de 5 a 9 jueces, y de privatizar empresas públicas mediante adjudicaciones que perjudicaban al Estado. Sus 10 años de gobierno al día de hoy suscitan fuertes críticas pero también elogios. (Foto NA: JUAN VARGAS).
Menem tuvo una fluida relación con miembros de la farándula y una activa participación en programas populares como la mesa de Mirtha Legrand, el programa de Marcelo Tinelli, Show Match, y el programa periodístico Tiempo Nuevo de Bernardo Neustadt. Mirtha Legrand dijo que había vuelto a la TV gracias a Carlos Menem y que en su gobierno había habido una libertad de expresión plena. (FOTO: DANIEL VIDES).
Carlos Menem junto al músico Charly García quien dijo de él: “Menem fue un político mucho más humano que los que vinieron después”. (NA: MARCELO CAPECE)
Golf, tenis, automovilismo, fútbol, entre otros pasatiempos. Menem fue un activo deportista. No se privó de manejar una Ferrari a alta velocidad ni de hacer del deporte un ámbito de intercambio y de relaciones públicas durante sus dos períodos de gobierno.
En Julio de 1998, el presidente sudafricano, Nelson Maldela, selló tres acuerdos con la Argentina y participó en Ushuaia de una de las cumbres del Mercosur. Aquí junto al entonces senador Eduardo Menem y el presidente Carlos Menem. Carismático, como mandatario solía ser poco protocolar. Durante el recibimiento a Mandela, por ejemplo, entonces recién casado en terceras nupcias, pidió “un brindis por los novios”, al no haber podido participar de la ceremonia de enlace del sudafricano al que tampoco había sido invitado. Pero en líneas generales, su espontánea forma de relacionarse con los jefes de Estado le granjeó buenas amistades internacionales.
El 10 de febrero de 1995 Menem tampoco se privó de recibir a los Rolling Stones en la Quinta de Olivos. Macri también agasajó a la banda en su quinta Los Abrojos.
En 1993, Menem selló el pacto de Olivos con Raúl Alfonín que le permitió acceder a un segundo período tras la reforma constitucional del año siguiente que incluyó una reducción del mandato presidencial, la creación del Consejo de la Magistratura, la legalización de los Decretos de Necesidad y Urgencia. A través de esa reforma política también le dio rango constitucional a los Tratados de Derechos Humanos, se amplió la nómina de derechos y garantías y se incorporó un tercer senador por la minoría. (N A)
El 10 de diciembre de 1999, , Carlos Menem entregó los atributos al tercer presidente constitucional desde el regreso de la democracia en 1983, Fernando De la Rúa. Cuando cayó el gobierno del radical compitió de nuevo por la primera magistratura contra Néstor Kirchner, pero desistió luego de la primera vuelta cuando la ventaja del santacruceño se proyectaba irremontable. En 2005 asumió como senador por su provincia.(Foto NA).