El juez Juan Carlos Gemignani estuvo a punto de ser destituido de la presidencia de la Cámara Federal por sus pares. Lo salvó sobre la hora el doble voto del vicepresidente, Carlos Mahiques, cuando la decisión había quedado empatada en seis votos por su remoción contra seis votos para avisarle de lo sucedido al Consejo de la Magistratura -donde tiene abierto un expediente-. Gemignani no estuvo presente en el momento de las definiciones.
Lo insólito, sin embargo, es que a la misma hora en que los integrantes de la Cámara de Casación debatían si Gemignani seguiría al frente del cuerpo y el juez ya había decidido retirarse antes de conocer cuál sería su suerte, uno de los magistrados presentes advirtió lo que ya era el comentario unificado del primer piso de Comodoro Py: el Centro de Información Judicial terminaba de subir el fallo en donde se procesaba a dos policías por haber detenido ilegalmente a una secretaria de Casación, cumpliendo una orden de Gemignani que –sin embargo- quedó sobreseído.
La decisión de analizar la destitución de Gemignani como presidente de Casación se aceleró por un incidente con la jueza Liliana Catucci, cuando Gemignani le pidió que se retirara de un acuerdo, relatado por Infobae hace dos semanas. En ese momento, Gemignani le dijo a este medio que él no había echado a nadie, que no habían existido gritos y que había que analizar si la jueza no había incurrido en una falta al plantear la contratación de un policía.
En aquel momento, el malestar fue tal que los jueces decidieron debatir qué hacer con el futuro de Gemignani al frente del máximo tribunal penal federal del país. Hubo un primer encuentro de la semana pasada que quedó postergado hasta ayer, jueves. En un clima de tensión, los jueces volvieron a reunirse. La sensación de desaprobación sobre la reacción de Gemignani pareció generalizada, aunque por un lado quedaron los que querían removerlo y del otro los que apostaron por un reto.
"El juez Juan Carlos Gemignani no reúne las condiciones para representar a este cuerpo y ejercer adecuadamente el gobierno de la jurisdicción, por lo que en uso de las atribuciones propias de este tribunal se impone disponer el cesed en su rol en el ejercicio de sus funciones", escribieron los jueces Ana María Figuera, Angela Ledesma, Guillermo Yacobucci, Alejandro Slokar, Gustavo Hornos y Mariano Borinsky.
Del otro lado, quedaron Mahiques, Eduardo Riggi, Diego Barroetaveña. Daniel Petrone, Javier Carbajo y la propia Catucci, protagonista del episodio que dio origen a debatir sobre la continuidad de Gemignani al frente de Casación. Precisamente, Catucci ya había dicho en una primera reunión que por su vocación cristiana aceptaba las disculpas de Gemignani, aunque a algunos les quedó la duda si el juez había mostrado arrepentimiento por lo sucedido.
Como la votación quedó seis a seis, había que desempatar. Se discutió como se haría. Habitualmente el doble voto lo tiene el presidente del tribunal, pero justamente en este caso era el objeto de los cuestionamientos. Para esa altura, Gemignani decidió irse. "Yo no iba a votar ninguna de las dos mociones. Ya había explicado que estaba tranquilo en mi integridad de proceder pero que si alguien se había sentido agraviado, ofrecía las disculpas", dijo el juez a Infobae.
Con Gemignani afuera del acuerdo, la tarea del desempate le quedó al vicepresidente Mahiques, que llevaba la bandera de la no remoción. "Se lo apercibió y se enviaron los antecedentes Esta es la última oportunidad", dijo a Infobae uno de los magistrados que optó por dejarlo en el cargo, en post de evitar un nuevo escándalo.
"Este era el momento –dijo a este medio otro de los integrantes del tribunal, del otro bando-. Parece que necesitamos que venga vestido de Rambo y con una ametralladora para que los colegas se den cuenta que no puede estar en ese cargo".
En la feria de invierno de 2016, Gemignani fue acusado por privación ilegítima de la libertad de la entonces prosecretaria de la Sala I de la Cámara de Casación, María Amelia Expucci. Fue cuando le indicó a la funcionaria que abriera unas cajas que habían sido enviadas por el Ministerio de Planificación, en ese momento a cargo de Julio De Vido.
Expucci fue detenida por unas horas, aunque la denuncia en su contra fue desestimada. Se abrieron sin embargo una denuncia contra Figueroa y otra contra Gemignani por privación ilegal de la libertad. El juez Rodolfo Canicoba Corral nunca lo llamó a indagatoria, pese a los reiterados pedidos de la fiscal Paloma Ochoa. La defensa, sin embargo, planteó su sobreseimiento y llegó a la Cámara Federal, donde consiguió a mitad del 2018 que se dispusiera su inocencia.
En diciembre, luego de que se completaran las vacantes de esa instancia, Gemignani fue nombrado presidente de Casación. El mismo se postuló para ocupar ese cargo. Sus doce colegas también se dividieron, pero terminó imponiéndose para el cargo.
El episodio con la jueza Catucci, sin embargo, rompió la diplomática convivencia en el primer piso de Comodoro Py y se recordaron otros roces que el juez había tenido con sus colegas Ledesma y, sobre todo, con Figueroa. Ahora, las aguas quedaron divididas y en un clima de incógnitas y especulaciones sobre cómo seguirán las relaciones en el máximo tribunal penal federal. “Estoy con una serenidad de espíritu que es la de siempre”, dijo Gemignani a Infobae.