Frente a los problemas de desabasto que padecieron al menos 7 estados del país este fin de semana, el presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que en el país hay gasolina suficiente y que el problema se debió a cambios en la estrategia de distribución para evitar el robo de combustibles.
En su conferencia de prensa matutina, López Obrador afirmó que el abasto se regularizará en los próximos días, en la medida de que el gobierno federal refuerce la seguridad en los ductos de distribución con el despliegue de los 4.000 elementos del Ejército y la Marina dispuestos para ese propósito.
López Obrador afirmó que a partir de la puesta en marcha del operación conjunta para enfrentar el "huachicol", el robo de pipas bajó de mil a 100, en promedio diario.
"El día 2 (de enero) bajamos a 36 y ahora el informe son 70 pipas robadas", dijo López Obrador, al asegurar que estos resultados se deben a que "estamos cuidando la distribución, abriendo con cuidado los ductos, y eso significa que haya vigilancia del personal especializado".
Aseguró que Petróleos Mexicanos (Pemex) ha debido recurrir a la distribución de combustible mediante el uso de pipas, aunque es más caro y lento, lo que ha provocado retrasos en el abasto.
Esto debido a que en distintos puntos del país detectaron la operación de una red paralela de distribución ilegal de combustible, que incluía ramales de ductos y bodegas desde donde "ordeñaban" las gasolinas y el diésel.
"Es un sistema de distribución que se creó paralelo a Pemex y lo estamos eliminando, toda una estructura que se creó y pasó de noche", djo.
"En el robo de combustible, como en otros delitos, hubo complicidad de la autoridad", dijo luego de advertir que desde la Torre de Pemex mantenían los ductos abiertos, a pesar de que en los monitores detectaban el robo y, "en vez de cerrar las válvulas, las mantenían abiertas".
Por eso, dijo, su gobierno decidió cerrar válvulas en algunas regiones, en tanto las autoridades puedan garantizar la distribución segura del combustible.
Afirmó que hay presión de los grupos dedicados al robo, pero advirtió que las autoridades federales no retrocederán y aun advirtió que, si es necesario, cambiarán todo el sistema de distribución.
"Vamos a modificar el sistema si se necesita, pero no vamos a permitir el robo, no vamos a abrir las válvulas sin control", advirtió.
"Cuánto tiempo nos puede llevar (los controles en los ductos), va a depender de ver quién se cansa primero, los que se roban el combustible o nosotros, pero nada más les mando decir que soy perseverante", dijo
Por lo pronto, hoy se sumaron 900 elementos del Ejército a la seguridad de los ductos y de las instalaciones de Pemex.
Luego de hacer un llamado a los ciudadanos para no incurrir en el delito de robar o vender gasolina robada, insistió que el retraso en el abasto es momentánea, en tanto las autoridades deciden la mejor opción de distribución.
"La distribución a través de ductos estaba bien penetrada y estamos en un reacomodo para ver qué nos resulta mejor", dijo.
López Obrador adelantó además que pronto habrá resultados de la investigación abierta sobre esta red que operó con la complicidad de personal de Pemex.
"Pronto se van a tener elementos, pero no queremos adelantar nada si no hay fundamentos y pruebas", dijo.
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